Buenos Aires, 16 noviembre (PR/22) — Un antimicrobiano es un agente que mata microorganismos o detiene su crecimiento.

Cada año, del 18 al 24 de noviembre, se celebra la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antimicrobianos, una campaña encabezada a nivel mundial por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) con el objetivo de promover la concientización y la comprensión de la resistencia a los antimicrobianos (RAM), y fomentar las mejores prácticas entre las partes involucradas bajo el concepto de Una Salud.

El lema de este año, “Prevengamos juntos la resistencia a los antimicrobianos”, apunta a establecer esta amenaza como un problema no sólo para los animales sino también para los seres humanos, las plantas y el medio ambiente en general.

El rol de los profesionales veterinarios se ubica en un lugar fundamental de la cadena de prevención, sobre todo quienes se desempeñan en el área de inocuidad alimentaria, dado que mantener en condiciones óptimas los lugares en donde se desarrolla el proceso de producción ayuda a prevenir la propagación de microorganismos farmacorresistentes en los animales que integran la cadena productiva.

Desde la OMSA afirman que si el impacto de la resistencia antimicrobiana es elevado, esto reduciría el PBI anual mundial en un 3,8% para el año 2050. Es decir que, si no se controla, la RAM podría provocar un déficit del PBI a nivel mundial de US$ 3,4 billones anuales ya en la próxima década y generar que aproximadamente unas 24 millones de personas caigan en la pobreza extrema.

Está claro que es algo que nos afecta a todos. Por eso, la consigna de este año hace un llamado a la colaboración intersectorial y mancomunada con vistas a preservar la eficacia de estos productos para frenar la resistencia a los antimicrobianos, mediante su prudente utilización.

Llevar a cabo una serie de acciones preventivas puede ayudar a reducir considerablemente la necesidad de antimicrobianos y minimizar la aparición de las mencionadas resistencias. Por ejemplo:

•Fortalecer el control de infecciones en los establecimientos de salud, las granjas y las instalaciones de la industria alimentaria, así como también la prevención de las mismas.

•Garantizar el acceso a los servicios de agua limpia, saneamiento e higiene;

•Aplicar las mejores prácticas en la producción alimentaria y agrícola

•Minimizar la contaminación y garantizar una gestión adecuada de los residuos y el saneamiento.

Los microorganismos denominados farmacorresistentes, como bacterias, hongos, virus y parásitos, pueden propagarse dentro de las poblaciones animales, humanas y vegetales y entre ellas, y migrar a través del entorno.

El trabajo en conjunto entre todos los sectores, principalmente el veterinario, que en su rol de agente de salud pública debe convertirse en ejemplo para un uso prudente de estos productos, será clave para poder erradicar la resistencia a los antimicrobianos. 

Primicias Rurales

Fuente: Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires