Rosario, 6 enero (PR/23) — El 2022 terminó con importantes volúmenes de exportación, al tiempo que fue un año donde los precios internacionales continuaron su tendencia alcista. En este sentido, los volúmenes y precios de exportación nos permiten cerrar un año que habría totalizado exportaciones de maíz y soja por US$ 31.831 millones. De esta manera, en términos nominales nos encontramos ante un nuevo récord para el comercio exterior de los granos gruesos argentinos.
En primer lugar, las exportaciones de poroto, harina y aceite de soja marcan un 2022 con un crecimiento del valor exportado del 2,5% respecto al año 2021, cerrando el 2022 con exportaciones por más de US$ 22.562 millones. No conforme con ello, si lo ponemos en perspectiva con el año 2020, la suba es del 58%.
Si bien se observó una leve suba de la exportación de poroto en desmedro de la harina y el aceite, el panorama podría mostrarse diferente de cara el 2023. El año recién iniciado parte con un FAS industrial que viene mostrándose superior al FAS de la exportación, impulsado en parte por la recuperación del diferencial de retenciones para la exportación de harina y aceite, factor que impulsa una mayor industrialización de la soja. Por supuesto, el panorama final en términos industriales también estará determinado por el volumen final de soja que se coseche, hoy en un contexto de fuerte sequía.
Por su parte, el maíz habría concluido su 2022 con más de 35 millones de toneladas exportadas, y un comercio exterior superior a los US$ 9.200 millones. En el caso del cereal, los precios también ejercieron un fuerte contrapeso para el recorte exportador que se observó en volumen. De esta manera, las exportaciones maiceras mostraron un crecimiento del 2,3% respecto al 2021, y de más del 50% si lo comparamos con el 2020.
Con estos números, la soja y el maíz esperan posicionarse nuevamente en este 2022 como los dos principales complejos exportadores de la Argentina. Cabe recordar que en 2021 entre ambos complejos representaron más del 42% de las exportaciones nacionales. Más aún, merece la pena destacar que a este hito exportador para los granos gruesos falta agregarle un conjunto de productos industriales exportados por los complejos Soja y Maíz. En este sentido, sólo con adicionar el biodiesel sumamos al Complejo Soja exportaciones por más de US$ 1.800 millones en 2022. Esta generación de divisas por parte del biodiesel superaría en más de un 24% los US$ 1.490 millones exportados en 2021.
Con un año que espera marcar nuevos hitos para las exportaciones argentinas, cabe preguntarse entonces porqué persisten los problemas de balanza de pagos para nuestro país. En este sentido, dos temas clave deben ser tenidos en cuenta. Por una parte, el récord de comercio exterior no sólo es para las exportaciones, sino también para las importaciones que cerrarían el 2022 también en su mayor nivel histórico, con fuertes subas en volúmenes y precios. De esta manera, entre los múltiples factores que explican la importancia del agro existe una dimensión fundamental: es el principal exportador neto de la economía argentina.
Los embarques de maíz de la 2021/22 se mantienen por debajo de la campaña pasada
Con una estimación de exportaciones de 1,56 Mt para diciembre del 2022, en lo que va de la campaña maicera (marzo-diciembre 2022) se habrían exportado más de 32 Mt del cereal, cerca de un 14% por debajo de las 37,3 Mt embarcadas en ese mismo período del 2021.
En este sentido, el volumen vendido como porcentaje de las proyecciones exportadoras se mantiene por debajo del valor del año pasado. Si se completara el volumen de equilibrio, aún faltarían por vender 3,1 Mt en esta campaña, aunque las proyecciones propias BCR auguran un número de exportaciones más cercano a las 35,5 Mt.
De esta manera, tomando el total vendido respecto al exportado, quedaría por embarcar cerca de 0,9 Mt, que pudieron haber sido prorrogados hasta 180 días de acuerdo con la Resolución 182/2022, que permite excepcionalmente dicho atraso de embarque a las ventas con fechas entre diciembre 2022 y febrero 2023.
En lo que hace a la actividad de la plaza local, la misma se mantuvo con escaso dinamismo y precios estables por lo general. Sin embargo, la soja en MatbaRofex ajustó en US$ 468/t el miércoles para la posición enero, US$ 18/t por encima del último cierre del 2022. El maíz, por su parte, mostró caídas en torno a los US$ 5/t respecto a la última rueda del año pasado, concluyendo el miércoles con precios en torno a los US$ 257/t para la posición enero.
Asimismo, el mercado de Chicago comenzó el año con fuerte peso de factores bajistas para los principales productos agro. Las perspectivas de una recesión global para 2023 no parecen alejarse y debilitan los precios de los commodities en la plaza norteamericana, en tanto se teme por potenciales bajas de la demanda internacional agrícola. Asimismo, en los primeros días del año el fortalecimiento del dólar estadounidense también pesa a la hora de impulsar hacia abajo los precios agrícolas de Chicago.
Todo en déficit: complejo panorama climático para la producción de soja paraguaya
La soja de Paraguay, que inicia formalmente su cosecha en marzo, comenzó el 2023 con importante escasez de agua en el grueso de las zonas productoras. Mientras este país vecino tuvo una campaña 2020/21 que se acercó a las 10 Mt, la campaña actual 2021/22 giró en torno a las 4 Mt, atravesada por una importante escasez hídrica.
De cara a la campaña venidera 2022/23, los contenidos de agua útil para la soja se ubican entre sequía y déficit leve para todas las zonas productoras del Paraguay, sin lotes con reservas adecuadas. De persistir la ausencia de lluvias por las próximas semanas, la perspectiva de producción, en torno a las 9 millones de toneladas que estiman tanto el USDA como las casas socias de INBIO (Instituto de Biotecnología Agrícola de Paraguay) podría verse ajustada a la baja.
Por su parte, el panorama de Brasil es diametralmente distinto. En diciembre pasado nuestro principal socio comercial exportó más de 6,4 Mt de soja, una suba del 88% respecto al mismo mes del 2021. De esta manera, comienzan a verse los volúmenes de una cosecha de soja que espera ser un récord histórico para el Brasil.
