Por Carlos Carrera, broker de seguros agrícolas de Marsh

Buenos Aires, 12 abril (PR/23) — Con el correr de los días y la obtención de mayor precisión en la información, parece aclararse el panorama de este nuevo ciclo que muchos coinciden en afirmar, es un ciclo con características de post sequía. Por ende, la primera pregunta que surge es si realmente hemos superado la sequía y sus catastróficas consecuencias.

La mayoría de los modelos afirman que nos encontramos en una clara fase de neutralidad, esto significa que hemos abandonado ya La Niña, donde las precipitaciones fueron marcadamente menores al promedio. En esta fase de neutralidad que estamos atravesando las precipitaciones en teoría deberían ser cercanas al promedio, y lógicamente entrados en una fase Niño, si es que esto sucede a futuro, las precipitaciones deberían ser mayores al promedio. Más allá de este marco netamente teórico, lo que ha sucedido en nuestras zonas productivas en las últimas semanas ha resultado sumamente dispar.

Según la Bolsa de Comercio de Rosario las lluvias históricas de marzo son de alrededor de 100 mm.; en este marzo el promedio rondó los 90 mm. pero con la particularidad que en algunas zonas ese promedio se excedió por mucho y por el contrario en otras zonas, lejos estuvieron de presentar un escenario estable registrando lluvias menores a los 50mm.

Esto fue así en amplios sectores de la provincia de Buenos aires.  En ese contexto, un dato no menor en absoluto mirando lo que viene para la campaña 23-24, es que el margen del trigo en campo alquilado es negativo. Siempre según las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario a mayo 23’, el margen en campo propio llegaría a u$s103 por hectárea.

En cambio, si consideramos la foto en campo alquilado, arrojaría un margen negativo de -u$s149 por hectárea. Quienes presentan mayores premuras financieras son quienes a priori presentan la más firme intención de siembra de trigo para esta nueva campaña. Insistimos, una siembra que se realizara en los próximos días con escasez de humedad disponible, con márgenes muy finos y con algunos faltantes de semilla.

Así y todo, según la Bolsa de Cereales de Córdoba, se estarían proyectando en la provincia de Córdoba 905.400 hectáreas destinadas a trigo, lo que significa una caída del 12% interanual y un 14% de caída en la superficie en relación al promedio de los últimos 15 años.

Una vez más mirando lo que queda de esta campaña 22-23 que parece no querer terminar, los números macro brindados por la Bolsa de Comercio de Rosario son:

-Trigo 22-23, 5.9 millones de hectáreas (-1 millón de has.) rinde promedio de 23.3 qq.  (caída de -12 qq. por ha.) rendimiento total 11.5 millones de toneladas (caída del 50%)

-Maíz 22-23, 7.9 millones de hectáreas (-750.000 has.) rinde promedio de 57.8 qq. (caída de -11 qq. por ha.) rendimiento total 35 millones de toneladas (caída del 32%)

-Soja 22-23, 16 millones de hectáreas (-100.000 has.) rinde promedio 20.2 qq (caída de -7.5qq * ha.) rendimiento total 27 millones de toneladas (caída del 36%)

Un gran problema que ha empezado a observarse y bastante típico de estas campañas, es que la calidad de la soja esta fuera de la tolerancia de recibo. Existen grandes cantidades de grano cosechado verde y esas pérdidas aún no forma parte de las estimaciones más precisas.

Pareciera entonces, que lo único que puede presentar alguna mejora, son los maíces tardíos que han logrado polinizar bien.

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Fuente: MARSH