La crisis climática sin precedentes que padecemos tiene consecuencias para todo el planeta: la distribución de las precipitaciones está cambiando. El nivel global del mar está aumentando. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes. El océano se vuelve más ácido y sus zonas anóxicas continúan expandiéndose.

 

Buenos aires, 24 de abril (PR/23) .- Los seres humanos han cambiado masivamente el sistema de la Tierra. Las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por las actividades humanas han provocado un cambio climático sin precedentes y de terribles consecuencias.

Este se traduce en el aumento de la temperatura media global de más de 1,1 grados centígrados en comparación con la era preindustrial. Y cada año, hay emisiones adicionales de CO2, metano y otros gases de efecto invernadero, que actualmente ascienden a más de 55 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente.Combatiendo el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad

Los únicos culpables
«La crisis climática que ellos mismos causaron es probablemente el mayor desafío al que se ha enfrentado el Homo sapiens en sus 300.000 años de historia». Esto lo explica el profesor Hans-Otto Pörtner, jefe de la Sección de Ecofisiología Integrativa del Instituto Alfred Wegener, Centro Helmholtz de Ciencias Polares y Marinas.

“Sin embargo, al mismo tiempo, se está desarrollando otra crisis igualmente peligrosa, una que a menudo se pasa por alto. La pérdida dramática de especies de plantas y animales en todo el planeta. Las dos catástrofes, la crisis climática y la crisis de la biodiversidad, son interdependientes e interactúan mutuamente, por lo que nunca deben verse como dos cosas separadas.

En consecuencia, el presente estudio de revisión muestra en detalle las conexiones que existen entre la crisis climática y la crisis de la biodiversidad. Y presenta una serie de soluciones para abordar ambas catástrofes y mitigar sus impactos sociales. Combatiendo el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad.

Taller científico virtual
18 expertos internacionales contribuyeron al estudio, que es el resultado de un taller científico virtual realizado en diciembre de 2020. Al mismo asistieron 62 investigadores de 35 países diferentes. El taller fue coordinado conjuntamente por dos organizaciones pertenecientes a las Naciones Unidas. La Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) y el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).

Hans-Otto Pörtner se ha desempeñado como autor principal de varios informes de evaluación e informes especiales para el IPCC. Y ha sido copresidente de su Grupo de Trabajo II. Encargado de evaluar el estado actual del conocimiento sobre los impactos del calentamiento global, desde 2015.

En su estudio, los expertos describen el rápido empeoramiento de la pérdida de especies con la ayuda de cifras aleccionadoras. Estiman que las actividades humanas han alterado aproximadamente el 75% de la superficie terrestre y el 66% de las aguas marinas de nuestro planeta. Combatiendo el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad.Combatiendo el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad

Círculo vicioso
El problema es tan grave, que, a día de hoy, por ejemplo, se ha perdido aproximadamente el 80% de los mamíferos silvestres y el 50% de la biomasa vegetal. Mientras que aumenta el número de especies peligro de extinción. Al punto de que es el peor dato de la historia humana.

En este sentido, el calentamiento global y la destrucción de los hábitats naturales no solo conducen a la pérdida de biodiversidad y al deterioro de la naturaleza. También reducen la capacidad de los organismos, suelos y sedimentos para almacenar carbono. Y esto, a su vez, agudiza la crisis climática. Por lo que estamos inmersos en un círculo vicioso que nosotros mismos hemos construido.

Debido a que cada organismo tiene un cierto rango de tolerancia a los cambios en sus condiciones ambientales, el calentamiento global también está provocando alteraciones en los hábitats y los ecosistemas. Las especies móviles siguen su rango de temperatura y migran hacia los polos, a elevaciones más altas (en tierra, cadenas montañosas) o a mayores profundidades (en el océano).

Los organismos sésiles como los corales solo pueden cambiar sus hábitats muy gradualmente, en el transcurso de generaciones. Por ello quedan atrapados en una trampa conformada por aguas más cálidas y ácidas. Esto significa que los grandes arrecifes de coral podrían, a largo plazo, desaparecer por completo.

Y las especies móviles también podrían toparse con callejones climáticos sin salida en forma de cumbres montañosas, costas de masas terrestres e islas. Y eso puede suceder en los polos y en las profundidades del océano. Por lo que les será imposible encontrar un hábitat con temperaturas adecuadas para colonizar. Combatiendo el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad.Combatiendo el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad

¿Qué hacemos?
Para abordar estas múltiples crisis, los investigadores proponen una combinación ambiciosa de medidas de reducción, restauración y protección de las emisiones de gases de efecto invernadero y demás elementos contaminantes. Una gestión inteligente del uso de la tierra. Y la promoción de competencias interinstitucionales entre los actores políticos.

“No hace falta decir que una reducción masiva de las emisiones de gases de efecto invernadero permitiría alcanzar el objetivo de 1,5 grados. Y que ello siga encabezando la lista de prioridades”, dice Hans-Otto Pörtner. “Porque al menos el 30 por ciento de todas las zonas terrestres, de agua dulce y marinas deben protegerse o restaurarse ahora. Para evitar las mayores pérdidas de biodiversidad y preservar la capacidad de funcionamiento de los ecosistemas naturales.

Esto, a su vez, nos ayudará a combatir el cambio climático. Por ejemplo, la restauración extensiva de solo el 15% de las zonas que se han reconvertido de una u otra forma (ganadería, agricultura, urbanización, etc.) podría ser suficiente para prevenir el 60% de los eventos de extinción esperados.

Esto también permitiría eliminar y fijar a largo plazo hasta 300 gigatoneladas de dióxido de carbono de la atmósfera. Eso equivale al 12 % de todo el carbono emitido desde los albores de la era industrial”. Combatiendo el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad.

La sostenibilidad es la clave
Además, los autores del estudio piden un enfoque moderno para la gestión del uso de la tierra. Uno en el que las áreas protegidas no sean vistas como refugios aislados para la biodiversidad. Más bien, deben ser parte de una red mundial, tanto en tierra como en el mar, que interconecte regiones relativamente vírgenes a través de corredores de migración para las diversas especies.

En este sentido, los pueblos indígenas y las comunidades locales en particular deben recibir apoyo en sus esfuerzos por proteger y restaurar la naturaleza. Cuando se trata de regiones que se utilizan de forma intensiva para la agricultura y la pesca, la atención debe centrarse en la sostenibilidad. Con la ayuda de conceptos modernos, deben garantizarse formas de uso que conserven los recursos y un suministro confiable de alimentos para la raza humana.

Aquí, se dará prioridad a aquellos conceptos que conducen a una mayor absorción de dióxido de carbono y fijación de carbono en la biomasa y los suelos. Además, se deben crear suficientes refugios para las especies que, para empezar, hacen posible las cosechas, como los insectos polinizadores de los árboles frutales y los cultivos alimenticios. Por último, mejorar el balance de dióxido de carbono debería ser la prioridad absoluta en las ciudades.

Soluciones globales, no ‘a medida’
“En el futuro, todo esto solo funcionará si, para todas las medidas aprobadas, se buscan simultáneamente la protección del clima, la preservación de la biodiversidad y las ventajas sociales para las comunidades locales”, dice Pörtner.

“Es poco probable que alcancemos los nuevos objetivos globales de biodiversidad, clima y sostenibilidad planificados para 2030 y 2050 si las instituciones individuales no colaboran más intensamente. Tomemos como ejemplo las convenciones separadas de la ONU sobre biodiversidad y protección del clima, es decir, la Convención sobre la Diversidad Biológica y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Abordan las dos crisis por separado. Y se centran en los intereses nacionales de las partes que integran las convenciones. Aquí, necesitamos urgentemente un enfoque integral y global si todavía esperamos hacer algo positivo para salvar nuestro mundo”. Combatiendo el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad.

Datos del estudio
Esta es una publicación original de HO. Pörtner, RJ Scholes, A. Arneth, DKA Barnes, MT Burrows, SE Diamond, CM Duarte, W. Kiessling, P. Leadley, S. Managi, P. McElwee, G. Midgley, HT Ngo, D. Obura, U. Pascual, M. Sankaran, YJ Shin, AL Val: Superando las crisis combinadas del clima y la biodiversidad y sus impactos sociales. Science (2023)

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Fuente: ecoticias.com