La Tierra ha vivido los 12 meses más calurosos jamás registrados

La Tierra ha vivido los 12 meses más calurosos jamás registrados

El periodo entre noviembre de 2022 y octubre de 2023 ha estado 1,32 ºC por encima del clima preindustrial, según un análisis de Climate Central. España es el país de Europa donde el cambio climático ha influido más en el aumento de las temperaturas.

Buenos Aires, 9 de noviembre (PR/23) .- Si tuviésemos que enumerar todos los récords de temperatura que hemos alcanzado en el último año, la lista sería muy larga. La de los impactos, tanto económicos como humanos, también. Queda poco para acabar 2023 y todas las predicciones apuntan a que este año será el más caluroso jamás registrado. Basta con echar la vista atrás para certificarlo: los últimos 12 meses ya han sido los más calurosos desde que se tienen registros.

En concreto, el periodo entre noviembre de 2022 y octubre de 2023 ha estado 1,32 ºC por encima del clima preindustrial, según un análisis publicado este jueves por Climate Central, una organización científica y periodística. Supone cifra ínfima cuando se compara con esta otra: 125.000, la cantidad de años en los que es probable que no hayamos vivido unos 12 meses tan calurosos como los últimos doce.

«Este récord es exactamente lo que esperamos de un clima global alimentado por la contaminación por carbono», asegura Andrew Pershing, vicepresidente científico de Climate Central. «No solo es el periodo más caluroso, sino que es el inicio de una racha de periodos de 12 meses que acabarán siendo aún más calurosos«, advierte también el investigador Karsten Haustein, de la Universidad de Leipzig, en Alemania.

El estudio examina las temperaturas medias diarias y las olas de calor e incluye de 175 países, 154 estados o provincias y 920 grandes ciudades mediante el Índice de Cambio Climático (CSI, por sus siglas en inglés), el sistema de atribución de temperaturas locales diarias del organismo. Concluye, de esta manera, que, en 170 países, las temperaturas medias superaron las normales de los últimos 30 años, exponiendo a 7.800 millones de personas –99% de la humanidad–, a un calor superior a la media. Según el nivel de CSI en estas regiones, el cambio climático hizo que esas temperaturas fueran al menos tres veces más probables.

España tiene un índice 1,4, lo que significa que el cambio climático hizo en torno a 1,5 veces más probable el incremento de los termómetros, siendo el país europeo donde el cambio climático ha incidido más en las altas temperaturas. La última prueba de ello la vivimos en octubre, cuando se alcanzaron por primera vez los 38 ºC en la España peninsular (y Baleares) en este mes del año, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Solo Islandia y Lesoto registraron temperaturas inferiores a las normales. En cambio, Jamaica registró el Índice medio más alto a nivel mundial: 4,5. “Esto significa que el cambio climático tuvo un impacto extraordinario en las temperaturas: en un día normal, una persona en Jamaica experimentó temperaturas cuatro veces más probables debido al cambio climático”. Otros dos países, Guatemala (4,4) y Ruanda (4,1), también registraron valores medios de CSI superiores a 4 en 12 meses.

“Nuestros resultados confirman que las cargas climáticas son desiguales y emergentes en todo el mundo. Los países menos desarrollados y las pequeñas naciones insulares estaban más expuestos al calor provocado por el clima”, afirma el informe. Pero, “aunque los impactos climáticos son más agudos en los países en desarrollo cercanos al ecuador, ver rachas de calor extremo alimentadas por el clima en Estados Unidos, India, Japón y Europa subraya que nadie está a salvo del cambio climático”, continúa Pershing.

Asimismo, el 90% de la población ―7.300 millones de personas― experimentó al menos diez días de altas temperaturas que el cambio climático hizo significativamente más probables. Además, durante este periodo, una de cada cuatro personas en todo el mundo ―un total de 1.900 millones de personas― se enfrentó a olas de calor de al menos cinco días. Estas rachas de calor de varios días tuvieron un CSI de 2 o superior, lo que indica que el cambio climático provocado hizo que esas temperaturas fueran al menos dos veces más probables.

Un año de récords que se extenderá también al siguiente. Este miércoles, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) pronosticaba que el actual fenómeno climático de El Niño, que suele ir ligado a una subida de las temperaturas, continuará al menos hasta abril de 2024. Esto significa que el próximo año puede ser incluso más cálido que este, y tampoco se descarta que pueda traer, junto a la crisis climática, récords de temperatura en los próximos cinco años.

El análisis de Climate Central secunda esa previsión: “El Niño está empezando a aumentar las temperaturas, pero según los patrones históricos, la mayor parte del efecto se dejará sentir el año que viene”. Sin embargo, en cuanto a la influencia de este fenómeno natural en los últimos 12 meses, el organismo determina que “es probable que El Niño y la reducción de la contaminación marítima, junto con otros factores, hayan tenido una pequeña influencia en el aumento de las temperaturas, pero es muy baja en comparación con la influencia de las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano”.

“Como científico del clima, no me sorprende en absoluto ver que los últimos 12 meses son los más calurosos registrados en nuestro planeta. Hace décadas que sabemos que esto va a ocurrir, y una y otra vez comprobamos que coincide directamente con las proyecciones de calentamiento global de nuestros modelos climáticos”, declara Zachary Labe, investigador postdoctoral en el Laboratorio de Dinámica de Fluidos Geofísicos de la NOAA y en el Programa de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas de la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey. “También sabemos que esos mismos modelos climáticos muestran que podemos limitar la cantidad de fenómenos meteorológicos extremos y otros impactos del calentamiento futuro, pero solo si reducimos las emisiones de combustibles fósiles”.

Antes de este año, el récord anterior para el período de 12 meses más cálido era de 1,29 °C por encima de la línea de base preindustrial (1850-1900) y ocurrió en el período comprendido entre octubre de 2015 y septiembre de 2016. Casualmente, ese año (2015) coincide con la fecha del Acuerdo de París, en el que se establecieron compromisos climáticos que no se están cumpliendo. A pesar de que los países se comprometieron a limitar el calentamiento global a 1,5 °C, los gobiernos planean producir un 110% más de combustibles fósiles de lo que deberían para el año 2030, según el informe anual sobre la brecha de producción del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

“Realmente hemos entrado en una nueva era del clima global, con el umbral de calentamiento de 1,5 °C acercándose rápidamente”, sostiene Haustein. “Cada décima de grado de calentamiento que consigamos evitar a partir de ahora es importante. Sabemos cómo llegar hasta ahí. Sabemos lo que está en juego. Un futuro neutro en carbono no es solo una utopía, es el único futuro que tenemos. Pero tenemos que acelerar nuestra acción climática para conseguirlo”

Primicias Rurales

Fuente: Climática

Drama ambiental en Brasil: 154 delfines murieron en un lago amazónico por el aumento de la temperatura del agua

Drama ambiental en Brasil: 154 delfines murieron en un lago amazónico por el aumento de la temperatura del agua

Se trata del lago Tefé, ubicado sobre el río Amazonas y considerado un santuario de los delfines rosados y los tucuxis. El 10% de la población murió desde fines de septiembre. El récord lo marcó el 28 de ese mes, cuando el agua alcanzó los 39.1°. Dos científicos argentinos de la Fundación Mundo Marino y la ONG Yaqu Pacha participan del operativo de salvataje

Amazonas, 30 de octubre (PR/23) Imágenes de delfines muertos en el Lago Tefé del estado de Amazonas: 154 ejemplares (el 10% de la población del lago, han fallecido

El intenso calor y la sequía que asolan el norte de Brasil provocó una tragedia ambiental. Un inusual aumento en la temperatura del agua, que tuvo su pico el 28 de septiembre a las 16:00 horas, cuando trepó hasta los 39.1 grados centígrados, es hasta ahora la causa más probable de la muerte de gran cantidad de delfines y tucuxis del lago Tefé, ubicado en el estado de Amazonas, que se alimenta con agua del río homónimo y al que sólo se puede acceder en avión (a 1.20 hs. de vuelo desde Manaos) o en barco. Sólo ese día aparecieron muertos 70 individuos, pero desde mediados de ese mes hasta la fecha, se reportaron un total de 154 decesos, los de 131 delfines rosados (incluido en la lista de especies amenazadas en 2018 por la UICN  -Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza-) y 23 tucuxis (en la misma situación desde 2020). Esto significa la muerte del 10% de la población de cetáceos del lago Tefé, considerado un santuario de esas especies.

Los científicos del Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (IMCBio) y el Instituto de Desarrollo Sostenible Mamirauá (ambos dependientes de los ministerios de Medio Ambiente y de Ciencia, Tecnología e Innovación, respectivamente, de Brasil), se encuentran a cargo de la desesperante situación, e iniciaron la Operación Emergencia Botos (Delfines) Tefé. Alarmados por la gran variación de la temperatura del agua durante el día, que oscila entre los 29 y los 38 grados, ya enviaron 122 ejemplares para estudiar las causas exactas de las muertes y aplicar posibles soluciones. Hasta el momento, 17 individuos han sido evaluados con análisis histológicos y no se hallaron pruebas de que un agente infeccioso esté relacionado con la causa principal de mortalidad. El diagnóstico molecular (PCR) de 18 individuos también dio resultados negativos para los agentes infecciosos Morbillivirus, Toxoplasma, Clostridium, Mycobacterium y Pan-fungal, asociados por lo general a las muertes masivas de cetáceos.

Científicos estudian los cadáveres de los delfines muertos en el lago Tefé (Crédito: Miguel Monteiro)Científicos estudian los cadáveres de los delfines muertos en el lago Tefé (Crédito: Miguel Monteiro)

Por la magnitud de la emergencia, alrededor de 50 especialistas de todo el mundo se han unido a la iniciativa, entre ellos Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino y Lorenzo von Fersen, biólogo y presidente primero de la ONG internacional Yaqu Pacha.

El primero tiene una vasta experiencia en operativos similares de asistencia a fauna marina. Como miembro del Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés) colaboró en los operativos de rescate por los derrames de hidrocarburos que ocurrieron en Chile en 2005, en Antofagasta, y en la Bahía de Quintero, en 2014. También, como miembro de Aiuká, fue voluntario, en enero de 2022 al distrito de Ventanilla, de paliar las consecuencias de un derrame de hidrocarburos en la el Callao, Perú, Según contó, “por el momento se están realizando monitoreos e implementando distintas estrategias, entre las cuales, se encuentra la de movilizar los delfines hacia zonas de mayor confort para las necesidades de su especie. Esperamos poder aportar desde el conocimiento y la práctica que adquirimos desde hace años en el rescate de cetáceos. Para nosotros será una gran experiencia de aprendizaje con mamíferos acuáticos de ambiente dulce”.

Un grupo de voluntarios trasladan los delfines muertos. En un mes hubo 154 decesos de estos cetáceos en el Lago Tefé, un santuario de la especie en la Amazonía (Crédito: Miguel Monteiro)Un grupo de voluntarios trasladan los delfines muertos. En un mes hubo 154 decesos de estos cetáceos en el Lago Tefé, un santuario de la especie en la Amazonía (Crédito: Miguel Monteiro)

Con respecto a la situación actual, Von Fersen indica que “Todos los datos llevan a la conclusión de que los animales se estarían muriendo por las altas temperaturas del agua que han llegado a los 40 grados. Esto fue un gran progreso del equipo liderado por la doctora Miriam Marmontel, quien se encuentra al frente de esta investigación desde el Instituto de Desarrollo Sostenible Mamirauá. Esto permitiría trasladar animales del lago al río. Si hubiera una enfermedad infecciosa eso no podría llevarse a cabo por el riesgo que supone llevar la infección hacia el Río Tefé u otras masas de agua que sean afluentes del Río Amazonas”.

La sequía inédita que vive la zona de la Amazonía provocó el calentamiento del agua donde viven estas especies (Crédito: Miguel Monteiro)La sequía inédita que vive la zona de la Amazonía provocó el calentamiento del agua donde viven estas especies (Crédito: Miguel Monteiro)

La Operación de Emergencia Botos Tefé dividió sus tareas en tres frentes principales: Operación Vivo, Operación Muerto y Vigilancia Medioambiental. El sector de la Operación Vivo tiene como objetivo vigilar los grupos de delfines y tucuxis a lo largo del lago Tefé. Si algún individuo muestra signos de anormalidad, puede ser rescatado y enviado al Centro Flotante de Rehabilitación para su seguimiento y posible tratamiento e intervención. Hasta la fecha no se ha rescatado ningún animal. El Sector de Operaciones Muertas tiene como objetivo identificar y buscar los cadáveres de delfines y tucuxis en la región y realizar necropsias en estos animales para recoger muestras para análisis de laboratorio.

La temperatura del agua en el Lago Tefé alcanzó un récord de 39.1° el 28 de septiembre, lo que habría provocado, sólo en esa jornada, la muerte de 70 cetáceos (Crédito: André Coelho)

El de Vigilancia Medioambiental se compone, a su vez, de otros tres frentes: Agua, Peces y Fitoplancton. De todas las variables medioambientales y biológicas analizadas, la única que ha mostrado un comportamiento anómalo es la temperatura del agua. La mortandad de peces constatada se considera normal para episodios de sequía extrema en la región del lago de Tefé. El equipo de fitoplancton ha realizado un seguimiento del lago y ha identificado las especies de fitoplancton en la ensenada de Papucu, en el lago de Tefé. Desde el 3 de octubre se ha identificado una proliferación del alga Euglena sanguinea. Aunque tiene potencial ictiotóxico, es decir, que puede provocar la muerte de peces, hasta ahora no hay pruebas de que su toxina esté relacionada con la mortalidad de delfines ni de que haya causado la muerte de peces en el lago Tefé.

locación de cañas al estilo Huki Lau, un dispositivo adaptado de los pueblos tradicionales de Hawai, para evitar que los cetáceos vayan a las zonas críticas del lago Tefé

Pero además se utilizan otros métodos menos invasivos para guiar a los animales, como los “pingers”, que emiten un sonido para “ahuyentar” a los cetáceos, y el Huki Lau, un dispositivo adaptado de los pueblos tradicionales de Hawai que se asemeja a una cortina con estacas que impiden que los delfines se acerquen a las áreas críticas.

La sequía en la región de Amazonía ya afecta a 500 mil habitantes de la región y provocó que la navegación fluvial -para muchas poblaciones la única vía de comunicación- se vea restringida. El biólogo Philip Fearnside, que vive hace 40 años en la región y pertenece al Instituto de Investigación de la Amazonía (INPA) y es miembro de Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que obtuvo el  Premio Nobel de la Paz en 2007, dos causas se unieron para provocar este desastre: el fenómeno de El Niño (el más fuerte desde la década del ‘80) y el calentamiento del océano Atlántico al norte de la línea ecuatorial, lo que limita la formación de nubes de lluvia.

El poblado de Tefé -al que solo se accede por avión y en barco- y las notorias consecuencias de la brutal sequía sobre el lago homónimo (Crédito: André Coelho)El poblado de Tefé -al que solo se accede por avión y en barco- y las notorias consecuencias de la brutal sequía sobre el lago homónimo (Crédito: André Coelho)
Primicias Rurales
Fuente: Infobae
Qué esperar de la COP28

Qué esperar de la COP28

La 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), programada para llevarse a cabo en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023, se acerca rápidamente. A medida que se acerca la fecha, es importante analizar el contexto de las conversaciones, anticipar los temas que estarán en la agenda en Dubái y considerar cuáles podrían ser los temas de interés para Argentina.

Buenos Aires, 27 de octubre (PR/23) .- La próxima Cumbre del Clima de la ONU, está prevista para comenzar a finales de noviembre y se espera que atraiga a más de 70.000 participantes, incluyendo jefes de Estado y de gobierno, funcionarios gubernamentales, representantes de organismos internacionales, líderes empresariales, académicos y miembros de organizaciones de la sociedad civil.

Un aspecto crucial de la COP28 será su papel como la primera revisión global del Acuerdo de París, lo que implica una evaluación exhaustiva de las medidas tomadas en los primeros cinco años de su implementación. Esta evaluación deja en claro que, a pesar de algunos avances en la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos, los planes actuales están lejos de ser suficientes para limitar el aumento de la temperatura global a menos de 1,5 grados Celsius.

Tanto el sexto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) como el informe global de la ONU sobre el progreso hacia los objetivos del Acuerdo de París para abordar el cambio climático proporcionan pruebas detalladas de que el mundo se encamina hacia un aumento de la temperatura global de aproximadamente 2,6 grados Celsius. Sin embargo, el IPCC, en colaboración con científicos del clima y gobiernos de todo el mundo, sostiene firmemente que existen las herramientas necesarias para reducir las emisiones a la mitad en esta década y encaminar al mundo hacia la neutralidad de carbono, limitando el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius. Esto requiere una rápida expansión de las fuentes de energía renovables y la eliminación gradual de los combustibles fósiles, como enfatiza la Agencia Internacional de la Energía.

A pesar de estas recomendaciones claras, el progreso en la adopción de medidas efectivas ha sido lento, y ha sido insuficiente el liderazgo en las reuniones internacionales recientes. Las reuniones de mitad de año en Bonn no lograron resultados significativos, aunque los líderes del G7 expresaron su compromiso de acelerar la transición hacia las energías renovables y los del G20 prometieron triplicar las inversiones en energías limpias, aunque sin ofrecer detalles concretos ni compromisos sólidos en cuanto a los plazos para la eliminación gradual de los combustibles fósiles.

Es fundamental recordar que, en la COP del año pasado en Egipto, 80 naciones abogaron por la “reducción gradual” de los combustibles fósiles, aunque este lenguaje no se incluyó en el acuerdo final. Es importante destacar que los Emiratos Árabes Unidos, uno de los principales exportadores de petróleo del mundo, han enfrentado críticas por su compromiso insuficiente en la lucha contra el cambio climático. El Dr. Sultan Al Jaber, designado como presidente de la COP, ocupa simultáneamente roles clave en la industria petrolera y energías renovables, lo que ha suscitado preocupaciones. La designación de una persona que lidera una empresa de petróleo y gas, especialmente una que planea aumentar sus emisiones en un 40% durante esta década, como presidente de las conversaciones climáticas globales, ha generado controversias.

A pesar de anunciar inversiones considerables en energías renovables, los Emiratos Árabes Unidos también han comprometido una inversión sustancial en la expansión de la producción de petróleo, lo que plantea dudas sobre su compromiso real en la transición hacia una economía baja en carbono.

Agenda de la COP28 

En este contexto, el presidente de la COP ha demostrado una evolución en su enfoque, pasando de un énfasis inicial en las energías renovables a un reconocimiento de que la reducción gradual de todos los combustibles fósiles es inevitable y esencial. Este enfoque se refleja en las prioridades de los Emiratos Árabes Unidos para la COP28, que se basan en cuatro ejes de acción:

Acelerar la transición energética y reducir las emisiones hasta 2030: El objetivo de triplicar la capacidad renovable en 2030 es una de las principales metas de esta cumbre. Además, se busca duplicar la eficiencia energética, aumentar la electrificación y reducir las emisiones de metano, así como disminuir la dependencia de los combustibles fósiles.

Financiamiento climático: Cumplir las promesas de financiamiento y sentar las bases para un nuevo acuerdo global en esta área es crucial. La financiación desempeña un papel fundamental en un año en el que se debatirá la reforma del sistema financiero multilateral para responder mejor a las necesidades de los países en desarrollo. Esto incluye el cumplimiento del objetivo de duplicar la financiación para la adaptación en 2025 y avanzar hacia la creación del Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificable de Financiación Climática, que se aprobará en 2024.

Colocar a la naturaleza, las personas y los medios de vida en el centro de la acción climática: La COP28 espera ver la implementación del Fondo para Pérdidas y Daños, aprobado en Egipto el año pasado, y avanzar en la adopción de un marco sólido para el Objetivo Global de Adaptación. También se celebrará una reunión ministerial sobre la relación entre el clima y la salud, un hecho destacado en esta cumbre.

Movilizar a todos los actores para hacer de la COP28 la más inclusiva de la historia: Se anticipa una alta participación de jóvenes, así como delegaciones equitativas y representación de comunidades indígenas en esta cumbre.

La eliminación gradual de los combustibles fósiles y los compromisos para triplicar el despliegue de energías renovables deberían ser puntos centrales en las discusiones de la COP28. La COP26 hizo referencia a la eliminación gradual del carbón por primera vez, y en la COP27 se intentó ampliar esta referencia a los combustibles fósiles en general. La pregunta que se plantea en la COP28 es si las partes se comprometerán con una fecha concreta para la eliminación gradual de estos combustibles. El progreso en este sentido deberá incluir una referencia clara a la eliminación gradual y una fecha definida, junto con un compromiso sólido para presentar NDC (Contribuciones Nacionalmente Determinadas) mejoradas, preferiblemente antes de 2025.

Además, persiste el incumplimiento por parte de las naciones ricas de su promesa de proporcionar 100.000 millones de dólares en financiamiento climático para 2020. Las partes deberán negociar un compromiso financiero más ambicioso a partir de 2025. Esto es crucial para que el proceso de mitigación y adaptación tenga sentido, dado que cualquier compromiso superior seguirá siendo insuficiente para satisfacer las necesidades globales en este ámbito. Por lo tanto, la COP28 seguirá escuchando llamados para una reforma de la infraestructura financiera mundial, permitiendo que los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) y otras instituciones como el FMI y el Banco Mundial desempeñen un papel más activo en la financiación de los países en desarrollo y vulnerables al cambio climático.

Otro desafío importante de la COP28 es la implementación de un objetivo global de adaptación que guíe los planes nacionales de adaptación y su ejecución. Según el sexto informe de evaluación del IPCC, el mundo necesita un enfoque transformador para adaptarse a los impactos del cambio climático. Las naciones ricas se han comprometido a duplicar la financiación para la adaptación, reconociendo que las naciones más pobres y afectadas no tienen los recursos para abordar los impactos climáticos cada vez más graves.

Además de los desafíos mencionados, continúan los llamamientos para proteger y restaurar la naturaleza, incluido el cumplimiento de los compromisos adquiridos en Glasgow para poner fin a la deforestación para 2030. La COP de la Convención sobre la Diversidad Biológica, desde la COP27, ha comprometido al mundo a proteger un tercio de los sistemas naturales del planeta, reducir los subsidios que dañan la naturaleza y reducir a la mitad el desperdicio de alimentos.

El Rol de Argentina 

Un aspecto al cual prestar atención es el relativo a las iniciativas que surgen en paralelo a la cumbre. Se trata de propuestas que son impulsadas por un país o grupo de países, con un área temática específica. Por ejemplo, la Declaración de los Líderes de Glasgow sobre Bosques y Uso de la Tierra, surgida durante la COP26. En la misma, más de 140 países (que representan más del 90% de los bosques del mundo) entre los que se incluye Argentina, se comprometieron a “trabajar colectivamente para detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra para 2030, al mismo tiempo que se promueve un desarrollo sostenible y una transformación rural inclusiva”.

El problema no radica en el surgimiento de este tipo de esfuerzos, que son loables y muchas veces poseen alto grado de adhesión, sino que socavan el objetivo mismo de la COP, que es alcanzar consensos y acuerdos amplios en la materia. Mientras las discusiones de la COP se sustancian a lo largo de todo el año, entre cumbre y cumbre, las iniciativas comienzan a circular semanas previas al encuentro o incluso durante la misma, dejando muy poco espacio para la discusión y poniendo en la disyuntiva a los países que dudan si acompañar o no la misma. De todas maneras, carecen de valor vinculante -aunque si reputacional-, como sí sucede con los acordados en la COP.

Y es importante poner el foco en una iniciativa que EAU ha circulado entre algunos países, sobre Sistemas Alimentarios Resilientes, Agricultura Sostenible y Acción Climática. Si bien la misma aun no posee compromisos que vayan más allá de lo ya declamado en otros foros o reuniones, puede servir como cortina de humo para evitar mayores discusiones con relación a los combustibles fósiles, por ejemplo.

Es difícil predecir el papel que desempeñará Argentina en la COP28, dado que el partido gobernante en ese momento aún no está definido. Esto es particularmente relevante, ya que la cumbre comenzará con el gobierno actual y concluirá con el nuevo presidente del país en funciones. La transición de liderazgo político en el país puede influir en la posición y los compromisos de Argentina en la COP28, por lo que será importante estar atentos a cómo evoluciona este aspecto en los próximos meses.

Primicias Rurales

Fuente: Autores: Nelson Illescas, Fundación INAI

Cambio climático, escasez de agua y seguridad alimentaria

Cambio climático, escasez de agua y seguridad alimentaria

Por Hivy Ortiz, Coordinadora de la Iniciativa Regional de Agricultura Sostenible y Resiliente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe, y Marcelo Sadres, Especialista en gestión de agua y recursos hídricos de la FAO para América Latina y el Caribe.

 

Buenos Aires, 26 octubre (PR/23) — La región América Latina y el Caribe concentra un poco más de un tercio del total de agua dulce del mundo. Sin embargo, la creciente amenaza del cambio climático ha exacerbado la vulnerabilidad del recurso, y eventos extremos, como sequías e inundaciones, son cada vez más frecuentes, dejando consecuencias devastadoras en la región.

La agricultura ha sido uno de los sectores que más ha sufrido ante el cambiante escenario de disponibilidad del agua. Actualmente, el 73% del agua dulce disponible se destina a la agricultura para la producción de alimentos.

Con una población creciente y la necesidad de alimentar a más personas con el mismo o con menos recursos hídricos, la gestión responsable del agua se convierte en un pilar fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y nutrición en la región, en un contexto de cambio climático.

Pero ¿cómo lograrlo?

Un punto clave es la colaboración regional. La cooperación en materia de aguas transfronterizas y la búsqueda de soluciones comunes para desafíos globales son esenciales para la seguridad hídrica y alimentaria.

También lo son la gobernanza y la equidad. No dejar a nadie atrás implica considerar el valor social del agua para la producción de alimentos y la seguridad alimentaria, y requiere de una gobernanza inclusiva y un marco sobre la tenencia de los recursos, agua y suelo.

Otro punto clave es el fortalecimiento de la resiliencia ante los desastres relacionados con el agua. Esto implica medidas estructurales y de gestión de los recursos hídricos, sistemas de alerta temprana y la colaboración entre gobiernos, sociedad civil, academia y comunidades locales.

También debemos apuntalar la agricultura sostenible y la conservación de suelo, produciendo con menos agua, evitando la degradación y reduciendo el estrés hídrico en zonas agrícolas.

En ese camino, el resguardo a la biodiversidad y a los servicios ecosistémicos de la naturaleza, son fundamentales para apuntalar ecosistemas saludables y sostenibles, desde los océanos y los ríos, para garantizar que se completen los ciclos naturales, entre ellos el del agua, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático, a disminuir el riesgo de pandemias y para la seguridad alimentaria.

La incorporación de tecnología e innovación, como por ejemplo tecnologías de riego más eficientes, planificación del ciclo del cultivo y del riego con base en información satelital, y la reutilización del agua, son oportunidades que debemos ampliar.

También es urgente fortalecer la acción climática regional, particularmente en el sector agrícola, fuente de una amplia gama de soluciones que contribuyen a la adaptación y a la mitigación del cambio climático. En ese contexto, la Plataforma de Acción Climática en Agricultura de América Latina y el Caribe (PLACA), así como otras iniciativas de articulación regional, se han erigido como espacios de alto nivel para abordar estos temas.

Este mes conmemoramos el Día Mundial de la Alimentación con el lema: “el agua es vida, el agua nutre”. Esto da cuenta de la importancia estratégica de cuidar este elemento, vital para la seguridad alimentaria del planeta.

En definitiva, es urgente promover prácticas agrícolas sostenibles y resilientes, y desarrollar estrategias de adaptación, para tener un mejor medioambiente y una mejor producción, sin dejar a nadie atrás. Ciertamente, espacios de diálogo político como el Foros de Ministras y Ministros de Medio Ambiente, y espacios más técnicos como la Semana del Clima 2023, ofrecen instancias para presentar nuevas ideas, compartir lecciones aprendidas y encontrar oportunidades para trabajar en conjunto temas tan relevantes como la gestión sostenible del agua y la producción de alimentos nutritivos, en un contexto de cambio climático.

Primicias Rurales

Fuente: FAO

 

 

 

 

Qué esperar de la COP28

Qué esperar de la COP28

La 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), programada para llevarse a cabo en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, del 30 de noviembre al 12 de diciembre de 2023, se acerca rápidamente. A medida que se acerca la fecha, es importante analizar el contexto de las conversaciones, anticipar los temas que estarán en la agenda en Dubái y considerar cuáles podrían ser los temas de interés para Argentina.

Autor: Nelson Illescas, Fundación INAI
Buenos Aires, 25 octubre (PR/23) –La próxima Cumbre del Clima de la ONU, está prevista para comenzar a finales de noviembre y se espera que atraiga a más de 70.000 participantes, incluyendo jefes de Estado y de gobierno, funcionarios gubernamentales, representantes de organismos internacionales, líderes empresariales, académicos y miembros de organizaciones de la sociedad civil.

Un aspecto crucial de la COP28 será su papel como la primera revisión global del Acuerdo de París, lo que implica una evaluación exhaustiva de las medidas tomadas en los primeros cinco años de su implementación. Esta evaluación deja en claro que, a pesar de algunos avances en la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos, los planes actuales están lejos de ser suficientes para limitar el aumento de la temperatura global a menos de 1,5 grados Celsius.

Tanto el sexto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) como el informe global de la ONU sobre el progreso hacia los objetivos del Acuerdo de París para abordar el cambio climático proporcionan pruebas detalladas de que el mundo se encamina hacia un aumento de la temperatura global de aproximadamente 2,6 grados Celsius. Sin embargo, el IPCC, en colaboración con científicos del clima y gobiernos de todo el mundo, sostiene firmemente que existen las herramientas necesarias para reducir las emisiones a la mitad en esta década y encaminar al mundo hacia la neutralidad de carbono, limitando el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius. Esto requiere una rápida expansión de las fuentes de energía renovables y la eliminación gradual de los combustibles fósiles, como enfatiza la Agencia Internacional de la Energía.

A pesar de estas recomendaciones claras, el progreso en la adopción de medidas efectivas ha sido lento, y ha sido insuficiente el liderazgo en las reuniones internacionales recientes. Las reuniones de mitad de año en Bonn no lograron resultados significativos, aunque los líderes del G7 expresaron su compromiso de acelerar la transición hacia las energías renovables y los del G20 prometieron triplicar las inversiones en energías limpias, aunque sin ofrecer detalles concretos ni compromisos sólidos en cuanto a los plazos para la eliminación gradual de los combustibles fósiles.

Es fundamental recordar que, en la COP del año pasado en Egipto, 80 naciones abogaron por la “reducción gradual” de los combustibles fósiles, aunque este lenguaje no se incluyó en el acuerdo final. Es importante destacar que los Emiratos Árabes Unidos, uno de los principales exportadores de petróleo del mundo, han enfrentado críticas por su compromiso insuficiente en la lucha contra el cambio climático. El Dr. Sultan Al Jaber, designado como presidente de la COP, ocupa simultáneamente roles clave en la industria petrolera y energías renovables, lo que ha suscitado preocupaciones. La designación de una persona que lidera una empresa de petróleo y gas, especialmente una que planea aumentar sus emisiones en un 40% durante esta década, como presidente de las conversaciones climáticas globales, ha generado controversias.

A pesar de anunciar inversiones considerables en energías renovables, los Emiratos Árabes Unidos también han comprometido una inversión sustancial en la expansión de la producción de petróleo, lo que plantea dudas sobre su compromiso real en la transición hacia una economía baja en carbono.

Agenda de la COP28 

En este contexto, el presidente de la COP ha demostrado una evolución en su enfoque, pasando de un énfasis inicial en las energías renovables a un reconocimiento de que la reducción gradual de todos los combustibles fósiles es inevitable y esencial. Este enfoque se refleja en las prioridades de los Emiratos Árabes Unidos para la COP28, que se basan en cuatro ejes de acción:

Acelerar la transición energética y reducir las emisiones hasta 2030: El objetivo de triplicar la capacidad renovable en 2030 es una de las principales metas de esta cumbre. Además, se busca duplicar la eficiencia energética, aumentar la electrificación y reducir las emisiones de metano, así como disminuir la dependencia de los combustibles fósiles.

Financiamiento climático: Cumplir las promesas de financiamiento y sentar las bases para un nuevo acuerdo global en esta área es crucial. La financiación desempeña un papel fundamental en un año en el que se debatirá la reforma del sistema financiero multilateral para responder mejor a las necesidades de los países en desarrollo. Esto incluye el cumplimiento del objetivo de duplicar la financiación para la adaptación en 2025 y avanzar hacia la creación del Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificable de Financiación Climática, que se aprobará en 2024.

Colocar a la naturaleza, las personas y los medios de vida en el centro de la acción climática: La COP28 espera ver la implementación del Fondo para Pérdidas y Daños, aprobado en Egipto el año pasado, y avanzar en la adopción de un marco sólido para el Objetivo Global de Adaptación. También se celebrará una reunión ministerial sobre la relación entre el clima y la salud, un hecho destacado en esta cumbre.

Movilizar a todos los actores para hacer de la COP28 la más inclusiva de la historia: Se anticipa una alta participación de jóvenes, así como delegaciones equitativas y representación de comunidades indígenas en esta cumbre.

La eliminación gradual de los combustibles fósiles y los compromisos para triplicar el despliegue de energías renovables deberían ser puntos centrales en las discusiones de la COP28. La COP26 hizo referencia a la eliminación gradual del carbón por primera vez, y en la COP27 se intentó ampliar esta referencia a los combustibles fósiles en general. La pregunta que se plantea en la COP28 es si las partes se comprometerán con una fecha concreta para la eliminación gradual de estos combustibles. El progreso en este sentido deberá incluir una referencia clara a la eliminación gradual y una fecha definida, junto con un compromiso sólido para presentar NDC (Contribuciones Nacionalmente Determinadas) mejoradas, preferiblemente antes de 2025.

Además, persiste el incumplimiento por parte de las naciones ricas de su promesa de proporcionar 100.000 millones de dólares en financiamiento climático para 2020. Las partes deberán negociar un compromiso financiero más ambicioso a partir de 2025. Esto es crucial para que el proceso de mitigación y adaptación tenga sentido, dado que cualquier compromiso superior seguirá siendo insuficiente para satisfacer las necesidades globales en este ámbito. Por lo tanto, la COP28 seguirá escuchando llamados para una reforma de la infraestructura financiera mundial, permitiendo que los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) y otras instituciones como el FMI y el Banco Mundial desempeñen un papel más activo en la financiación de los países en desarrollo y vulnerables al cambio climático.

Otro desafío importante de la COP28 es la implementación de un objetivo global de adaptación que guíe los planes nacionales de adaptación y su ejecución. Según el sexto informe de evaluación del IPCC, el mundo necesita un enfoque transformador para adaptarse a los impactos del cambio climático. Las naciones ricas se han comprometido a duplicar la financiación para la adaptación, reconociendo que las naciones más pobres y afectadas no tienen los recursos para abordar los impactos climáticos cada vez más graves.

Además de los desafíos mencionados, continúan los llamamientos para proteger y restaurar la naturaleza, incluido el cumplimiento de los compromisos adquiridos en Glasgow para poner fin a la deforestación para 2030. La COP de la Convención sobre la Diversidad Biológica, desde la COP27, ha comprometido al mundo a proteger un tercio de los sistemas naturales del planeta, reducir los subsidios que dañan la naturaleza y reducir a la mitad el desperdicio de alimentos.

El Rol de Argentina 

Un aspecto al cual prestar atención es el relativo a las iniciativas que surgen en paralelo a la cumbre. Se trata de propuestas que son impulsadas por un país o grupo de países, con un área temática específica. Por ejemplo, la Declaración de los Líderes de Glasgow sobre Bosques y Uso de la Tierra, surgida durante la COP26. En la misma, más de 140 países (que representan más del 90% de los bosques del mundo) entre los que se incluye Argentina, se comprometieron a “trabajar colectivamente para detener y revertir la pérdida de bosques y la degradación de la tierra para 2030, al mismo tiempo que se promueve un desarrollo sostenible y una transformación rural inclusiva”.

El problema no radica en el surgimiento de este tipo de esfuerzos, que son loables y muchas veces poseen alto grado de adhesión, sino que socavan el objetivo mismo de la COP, que es alcanzar consensos y acuerdos amplios en la materia. Mientras las discusiones de la COP se sustancian a lo largo de todo el año, entre cumbre y cumbre, las iniciativas comienzan a circular semanas previas al encuentro o incluso durante la misma, dejando muy poco espacio para la discusión y poniendo en la disyuntiva a los países que dudan si acompañar o no la misma. De todas maneras, carecen de valor vinculante -aunque si reputacional-, como sí sucede con los acordados en la COP.

Y es importante poner el foco en una iniciativa que EAU ha circulado entre algunos países, sobre Sistemas Alimentarios Resilientes, Agricultura Sostenible y Acción Climática. Si bien la misma aun no posee compromisos que vayan más allá de lo ya declamado en otros foros o reuniones, puede servir como cortina de humo para evitar mayores discusiones con relación a los combustibles fósiles, por ejemplo.

Es difícil predecir el papel que desempeñará Argentina en la COP28, dado que el partido gobernante en ese momento aún no está definido. Esto es particularmente relevante, ya que la cumbre comenzará con el gobierno actual y concluirá con el nuevo presidente del país en funciones. La transición de liderazgo político en el país puede influir en la posición y los compromisos de Argentina en la COP28, por lo que será importante estar atentos a cómo evoluciona este aspecto en los próximos meses.

Primicias Rurales

Fuente: Bolsa de Cereales de Buenos Aires

Más árboles por favor

Más árboles por favor

Buenos Aires, 23 de octubre (PR/23) .- El cambio climático es responsabilidad de la actividad humana. La principal emisión de GEI se da en el uso de combustibles fósiles. En tal sentido, la Asociación Forestal Argentina – AFoA, explica por qué las soluciones basadas en la naturaleza son la vía más recomendable para mitigar el cambio climático. Asimismo, la plantación de árboles es reconocida como la solución basada en la naturaleza más eficiente para la absorción de CO2 de la atmósfera.

El 24 de octubre se celebra el Día Internacional del Cambio Climático con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre los alcances de este fenómeno global que presenta, junto con la paz mundial, el mayor desafío que debe enfrentar la humanidad esta década. El cambio climático y sus efectos no se detienen. En el año 2022 la temperatura media mundial superó en aproximadamente 1,15 °C el promedio del período comprendido entre 1850 y 1900. Según la NASA, este año el verano boreal registró las temperaturas más altas desde que las observaciones comenzaran en 1880. Según los expertos, el efecto del El Niño provocará que 2024 sea aún más caluroso.

Existen tres hechos en que los científicos  coinciden:

– la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera terrestre está directamente relacionada con la temperatura media mundial de la Tierra;

– esta concentración ha ido aumentando progresivamente desde la Revolución Industrial y, con ella, la temperatura del planeta;

– el GEI más abundante, alrededor de dos tercios de todos los tipos de GEI, es el dióxido de carbono (CO2) que resulta de la quema de combustibles fósiles.

El cambio climático es responsabilidad de la actividad humana. La principal emisión de GEI se da en el uso de combustibles fósiles. El petróleo y el carbón estuvieron miles de años enterrados y no son parte del ciclo natural del carbono, sino que agregan CO2 extra produciendo cambios rápidos en la atmósfera, el océano, la criosfera y la biosfera. Por ello, hay una agenda global para reducir las emisiones de CO2 a través de una transición energética y también una transición productiva y de consumo, que reduzca la emisión de GEI y que logre la carbono neutralidad para el año 2050.

En esa agenda, “el sector forestal es una parte importante del problema y de la solución. Los bosques son uno de los principales sumideros de carbono y la pérdida de bosques nativos unos de los principales motivos de emisión de CO2 y pérdida de biodiversidad. Por su parte, la plantación de árboles es reconocida como la solución basada en la naturaleza más eficiente para la absorción de CO2 de la atmósfera” explica Claudia Peirano, directora ejecutiva de AFoA.

Por su lado, el uso de la madera proveniente de una gestión sostenible, hace un aporte importante a la transición energética, productiva y de consumo al permitir sustituir productos no renovables y de uso intensivo de energía por otro renovable y de baja emisión de GEI. “La madera no solo tiene la capacidad de almacenar el CO2 en sus usos sólidos (construcción, muebles, pisos, etc.) sino que, además, ofrece alternativas para sustituir productos de origen fósil (combustibles, plásticos, químicos) y de alto consumo de energía (cemento, minerales) que no son renovables y que permiten una estrategia la descarbonización de las cadenas de suministro. Estas características no solo ayudan a la mitigación del cambio climático en toda la cadena productiva, sino, además, a una bioeconomía circular, y con ello, a opciones más sostenibles e inclusivas, dada la alta creación de empleo que genera, aportando al crecimiento y al desarrollo económico” completa Peirano.

Para potenciar a los bosques y la madera en su aporte a la mitigación del cambio climático se requieren políticas públicas que permitan mejorar la información y los incentivos a la sostenibilidad de los bosques, la plantación de árboles y profundizar el uso de la madera como sustituto de productos con mayor impacto climático y ambiental. Pero, además, se requiere el compromiso de las empresas y de cada uno de nosotros para avanzar en una transición energética, productiva y de consumo que reduzca la emisión de GEI, se avance en la carbono neutralidad al 2050 y evitar los escenarios de catástrofe climática que implica mantenernos en la situación actual.

Primicias Rurales

Fuente: AFOA