El aporte de este santo es inmenso y lo es en varios aspectos, aunque el que más se suele subrayar es el concerniente a la doctrina. La obra de Ambrosio transita por diversos campos de la teología: la moral, la vida ascética, la espiritualidad, la dogmática, la exegética; y en todos ellos destaca por su magnificencia. Entre sus escritos más conocidos se encuentran los célebres comentarios a los Salmos, el Tratado sobre los misterios de Dios, y un conjunto de textos catequéticos sobre los sacramentos denominado Los Sacramentos y los Misterios.
El Papa Benedicto XVI señala al respecto, en tono aclarativo, que no fue sólo la elocuencia de Ambrosio lo que favoreció la conversión de Agustín: “Lo que movió el corazón del joven retórico africano, escéptico y desesperado, y lo que lo impulsó definitivamente a la conversión, no fueron las hermosas homilías de san Ambrosio (a pesar de que las apreciaba mucho), sino más bien el testimonio del Obispo y de su Iglesia milanesa, que oraba y cantaba, compacta como un solo cuerpo. Una Iglesia capaz de resistir a la prepotencia del emperador”.
Al servicio del pueblo
Ambrosio nació en la ciudad de Tréveris, en la Galia de Bélgica, y vivió entre los años 340 y 397. Fue obispo de Milán y se convirtió en mentor de un joven San Agustín, a quien bautizó.
En un célebre episodio, Ambrosio llegó a ser aclamado por la población de Milán y sus autoridades, quienes reconocían en él la capacidad para liderar a la comunidad cristiana como obispo. Sin embargo, el santo no aceptó el cargo que se le proponía, pues no era ni siquiera sacerdote en ese momento. Al enterarse de lo sucedido, el emperador Graciano, el Joven -quien sabía de su talento y virtud- emitió un decreto para que fuera ordenado obispo. Ambrosio, con el respaldo imperial, recibiría el orden sagrado prontamente y asumiría luego el cargo de obispo.
Ortodoxia
Compuso cantos (poemas) y discursos (sermones) notables. El mismo Agustín de Hipona dio fe en su propia obra de la grandeza de palabra y el poder de convencimiento que adornaron la predicación de Ambrosio. Aquellos dones le valdrían al obispo de Milán ganar muchas almas para Dios. Agustín en particular elogió siempre su tratado sobre la virginidad y la pureza, De virginitate.
Por otro lado, el obispo de Milán mantuvo por años un enfrentamiento con los arrianos (seguidores de Arrio, presbítero de Alejandría), quienes habían dividido a los cristianos en torno a la tesis según la cual Cristo es una suerte de ‘naturaleza creada’. Con esto los arrianos se convirtieron de facto en enemigos del credo y la enseñanza de la Iglesia sobre la Trinidad. Entre sus adeptos se contaban numerosas autoridades civiles, pero también obispos y sacerdotes, quienes empezaron a reclamar para sí templos y mayores prerrogativas al poder civil en detrimento de quienes se mantenían fieles a la doctrina sobre Cristo.
San Ambrosio falleció al alba del Sábado Santo del año 397, el 4 de abril, a la edad de 57 años.
Ecos en nuestro tiempo: la lectura y proclamación de la Palabra
En 2007 el Papa Benedicto XVI destacó el ejemplo de Ambrosio para quienes ejercen el anuncio de la Palabra (Audiencia general del 24 de octubre):
Benedicto XVI destaca la asiduidad y trato cercano con la Escritura que tenía San Ambrosio de Milán como un requisito para todo “sacerdote, diácono y catequista”, pero que también debe ser parte de la vida de todo cristiano.
El Papa reconocía en el obispo de Milán a uno de los que “introdujo en el ambiente latino la meditación de las Escrituras iniciada por Orígenes, impulsando en Occidente la práctica de la lectio divina. El método de la lectio [lectura] llegó a guiar toda la predicación y los escritos de san Ambrosio, que surgen precisamente de la escucha orante de la palabra de Dios”.
El 27 de abril de 2004, los restos de San Agustín de Hipona y San Ambrosio fueron reunidos en Milán por unos días después de dieciséis siglos de la muerte de ambos. Se trató de una ceremonia que congregó a cientos de feligreses. Dicho evento estuvo cargado de simbolismo: mucho del camino andado por la Iglesia reposa sobre la obra de estos santos y grandes amigos.
Si quieres conocer más sobre la vida de San Ambrosio, te sugerimos este artículo de la Enciclopedia Católica: https://ec.aciprensa.com/wiki/San_Ambrosio.
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Fuente: Aciprensa














