“Queridos hijos, el Altísimo me permite estar con ustedes, y ser su alegría y camino en la esperanza, porque la humanidad se ha decidido por la muerte. Por eso Él me ha enviado a enseñarles que sin Dios no tienen futuro. Hijitos, sean instrumentos de amor para todos los que no han conocido al Dios del amor. Testimonien con alegría su fe y no pierdan la esperanza en el cambio del corazón humano. Yo estoy con ustedes y los bendigo con mi bendición maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”.

 

 

 

Dado a la vidente Marija por la Virgen de Medjugorje, la Reina de la Paz