Quienes manejan tambos, feedlots, ponedoras, pollos parrilleros, entre otras producciones, hacen hincapié en los detalles de esta práctica.
Buenos Aires, 22 de abril (PR/23).- Esparcidora de orgánicos y las pilas de abono preparadas en dimensiones y separación para lograr su mejor compostaje.
Esparcidora de orgánicos y las pilas de abono preparadas en dimensiones y separación para lograr su mejor compostaje.
En la Argentina, el arte de esparcir estiércol y dejar de reconocer que esa materia tirada en el campo era un estorbo y empezar a entender que era un fertilizante, comienza en el año 2010. Desde ese momento la práctica fue avanzando y se comenzaron a utilizar una cantidad notable de esparcidores con picos como el del año pasado que fue algo extraordinario.

“Al principio, esparcían en estiércol para quitar un problema del campo. Eran pilas de 8 m de alto en cantidades exorbitantes. Con el correr de los años, se empieza a entender que los beneficios de aplicar 20.000 kg/ ha a 80.000 kg/ha dependiendo de la humedad” dice Adolfo Morlachi, del departamento de investigación y desarrollo de Akron.

El mismo experto asegura que “el cliente hoy hace un análisis del estiércol para saber que tiene en N, P y K que es lo básico y analizar el suelo, y saber que nutriente elemento le falta, o bien debe mejorar la conductividad eléctrica, y en base a eso se tienen casos de productores que distribuyen cantidades muy diversas”.

Para Morlachi, es importante comprender que el productor es ahora muy exigente en los detalles de las cantidades de nutrientes y ello lo lleva a hacer, por ejemplo, lotes testigo. “Exigen que la máquina haga un buen esparcido, que haga un abanico perfecto, para que la aplicación en el suelo resulte en una materia lo más granulada y uniforme posible, que no quede manchado el lote porque luego esa mala distribución se verá reflejada en la cosecha”, afirma.

Antes era algo desconocido, y ahora mucha gente piensa que sería bueno tener un esparcidor, el que maneja un tambo, un feedlot o bien tiene ponedoras, camas de pollo, o al menos contratar el servicio porque, si bien no suplanta a la urea granulada que sería lo básico, pero vincular la urea granulada con el estiércol en distintas épocas del año, con distintos regímenes hídricos, esta más que demostrado por INTA y en otros lugares del mundo que los resultados son notables.

“Cuando ese conocimiento crece, se difunde la utilización de estos equipos esparcidores de orgánico y su mercado. Con los diferentes modelos desde Akron atendemos distintos tipos de productores, incluso los que no son muy grandes y que no requieren de un equipo de elevadas dimensiones y vienen pagando a un prestador de servicio”, sostiene.

Los modelos más grandes están pensados para los procesadores de servicio o establecimientos que requieren el uso de las grandes cajas compactadoras de forraje a las que se le monta como si fuera una mochila la unidad de esparcido y que ofrecen capacidades de 35 m3, 40 m3 45 m3 y 50 m3 y una capacidad de carga del orden de 30.000 kg. Luego, los modelos más chicos llamados 1512, 1412 y 1210, están en el orden de los 9.8 m3 a 12 m3, es decir respecto de los anteriores son de menor capacidad.

“Para los modelos más chicos, que normalmente operan los dueños de los establecimientos, comenzaron a pedir más tecnología y entonces desarrollamos, además de la caja de cambios que permite trabajar con tomas de fuerza de 540 y 1000 rpm, o bien la balanza para controlar los kg que se distribuyen en el lote, el manejo desde la cabina del tractor el sistema hidráulico de los esparcidores, y automatizar los niveles de seguridad.

Estos niveles se refieren zafes de seguridad que evitan roturas en la máquina por presencia de elementos que se hayan tirado en la pila de restos orgánicos como palos, troncos, etc. Lo mismo, el hecho que la montaña de estiércol tenga zonas diferenciadas por el contenido de humedad, hace que el comportamiento de la máquina sea distinto.

Será distinto el consumo de potencia –estiércol seco consume 30 HP, el húmedo 67 HP– y esas diferencias hacen que la aplicación en el suelo no sea uniforme. Y ello se resuelve con un controlador electrónico que Akron ofrece como un kit de seguridad que regula de manera autónoma en tiempo real, la velocidad de avance de la pantalla de empuje en función del consumo de potencia, detalla Adolfo Morlachi.

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Fuente: ClarÏn Rural