La entidad consideró que la medida del Gobierno de eliminar las trabas es una “decisión abrupta que podría destruir el futuro del sector agrícola”.

Buenos Aires, miércoles 23 abril (PR/25) — La decisión del Gobierno Nacional de eliminar el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU) para ingresar máquinas agrícolas al país sigue generando reacciones en contra.

Ahora, la crítica a la medida surgió de la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT), la entidad que nuclea a las multinacionales con presencia industrial en el país.

“Argentina tiene todas las oportunidades para ser el país más eficiente del mundo en producción agropecuaria, para lo cual requiere modernización y tecnología”, señaló la entidad.

“La competitividad de la fabricación local se logra bajando el costo argentino (matriz impositiva, costos laborales, etcétera). Importar equipos usados, subsidiados y obsoletos nos alejan de esa meta”, agregó.

Negativo

En ese sentido, AFAT expresó “su profunda preocupación por la eliminación abrupta del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU) para maquinaria agrícola”.

“La forma de implementación de esta medida establecida en el Decreto 273/25 generará impactos económicos, sociales y ambientales adversos significativos para el país”, añadió.

“La renovación del parque de maquinaria agrícola es esencial para aprovechar los desarrollos tecnológicos que generan saltos de productividad inmediatos y mantener estándares de calidad y seguridad”, destacó la entidad.

Productividad

“Comparativamente, una máquina nueva es, como mínimo, un 25% más productiva que la que se utilizaba 10 años atrás”, remarcó.

También hizo hincapié en la obsolescencia del parque de maquinaria agrícola argentino, donde más del 70% las cosechadoras tienen más de 10 años de antigüedad, al igual que el 80% de los tractores.

“Argentina está frente a una oportunidad inmediata para incrementar su producción y exportaciones de una campaña a otra sin incrementar el área sembrada”, puntualizó AFAT.

Extremos

AFAT, asimismo, resaltó que si bien siempre abogó por la libre competencia y coincidió “en que la sociedad pueda acceder a mejores bienes a mejores precios, también hay que ser cuidadosos en cómo se llega allí”.

“No se debe pasar de un extremo al otro, ya que se estaría favoreciendo a un sector de la sociedad en detrimento de emprendimientos e industrias que están en el país hace muchísimos años lidiando con impuestos injustos”, alertó AFAT.

“Nos encontramos ante una medida que impide una competencia genuina ya que introduce una clara asimetría entre la producción y distribución local, y la importación de maquinaria usada”, agregó.

Esa maquinaria usada “no cuenta con garantía ni trazabilidad alguna” y proviene de economías subsidiadas y con cargas sensiblemente menores, tanto en materia fiscal, como en costos laborales”, señaló AFAT.

Descarte

“Para los países exportadores de maquinaria usada, se trata de mercadería de descarte ya amortizada, por lo cual su valor de exportación es tan bajo que ningún arancel extrazona logra compensarlo como para asegurar una competencia justa”, añadió.

“En Argentina, entre el 60 y 75% de las ventas de equipos nuevos (dependiendo del segmento) contempla la toma de usados como parte de pago”, recordó la entidad.

“Con esta medida, como lo demuestra la experiencia en otros países que tomaron caminos similares, habrá una consecuencia directa sobre la demanda de maquinaria nueva”, subrayó.

“Y, por ende, habrá una consecuencia directa sobre la actividad de los fabricantes, proveedores de materiales e insumos, servicios y distribuidores”, previno AFAT.

Primicias Rurales

Fuente: Maquinac