Itinerario espiritual
Pedro Julián aceptó quedarse en casa y cumplir el deseo de su padre, aunque no por mucho tiempo. Gracias a la ayuda de un sacerdote amigo, consiguió el dinero suficiente para estudiar.
En las aulas mostró gusto por las distintas materias, especialmente por el latín. Lamentablemente sería dentro de este periodo inicial que su madre moriría. Después, con autorización de su padre, logra ingresar a la casa de los Padres Oblatos en Marsella para seguir su formación. En 1828 ingresa al seminario y es ordenado sacerdote a los 23 años, en 1834. Para ese entonces, ya había quedado completamente huérfano: su padre había muerto unos años antes.
En 1839, con el permiso de su obispo, el ahora P. Eymard ingresa a la Congregación de los Maristas, donde llegaría a ser miembro de derecho pleno, realizando los votos de pobreza, obediencia y castidad.
En los años sucesivos, Eymard se convencería de que el centro de toda vida espiritual debe ser la devoción al Santísimo Sacramento. Arriba a esta conclusión conmovido por el abandono en el que se encontraban muchos sacerdotes seculares y buena parte del laicado, a causa del descuido de la devoción a Cristo Sacramentado .
Con ese convencimiento, el P. Eymard decidió retirarse de la Compañía de María y fundar la Congregación de Sacerdotes Adoradores del Santísimo Sacramento, con el propósito de fomentar un estilo de vida sacerdotal centrado en la Eucaristía. La fundación se concretó en 1851 y la aprobación papal llegaría en 1863, concedida por Pio IX.
Amigo del Cura de Ars
San Juan María Vianney, quien llegó a conocer personalmente al P. Eymard, dijo alguna vez: “El mundo se opone a su obra porque no la conoce, pero se trata de una empresa que logrará grandes cosas por la gloria de Dios. ¡Adoración sacerdotal, qué maravilla! … Decid al P. Eymard que pediré diariamente por su obra». El Santo Cura de Ars solía referirse a él, sin reparo alguno, diciendo: “Es un santo”.
Después de un periodo de carencias y dificultades tanto para él como para su joven comunidad, el P. Eymard, San Pedro Julián, partió a la Casa del Padre el 1 de agosto de 1868 en La Mure, el lugar donde había nacido. Tenía 57 años.
Fue canonizado en 1962 por el Papa San Juan XXIII, en el marco de la primera sesión del Concilio Vaticano II. En esa ocasión fue presentado a la Iglesia universal como “el Apóstol de la Eucaristía”.
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Fuente: aciprensa