Se cree que nació en 1426 en Ceuta, la famosa ciudad ubicada en el norte de África de cara al Mediterráneo. Ceuta se encontraba en ese tiempo bajo el dominio de la corona portuguesa.

La importancia de la formación en la fe

La madre de Beatriz, siguiendo una tradición familiar, encomendó la educación religiosa de sus once hijos a los franciscanos. Ellos inculcaron en los niños un amor especial a la Inmaculada Concepción, la Virgen María. Como fruto de esos años de formación, surgieron varias vocaciones a la vida religiosa dentro de la familia.

Ese fue el caso de Beatriz, aunque ella no fue la única: uno de sus hermanos, Juan o “Joao”, tomaría también el hábito de San Francisco de Asís, adoptando el nombre de Amadeo. Este -el quinto de los hermanos De Silva- impulsó una reforma dentro de la Orden en tierras italianas. Dicha reforma, llegado el momento, se convertiría en una de sus ramas más vivas, la de los llamados “amadeístas” -hoy extintos-.

Una doncella en la corte de Castilla

El palacio de Juan II se había transformado en nido de habladurías y conspiraciones por el poder. Beatriz fue acusada de haber intentado seducir al rey, por lo que Isabel empezó a considerarla una traidora y a verla como una amenaza. Como castigo, la reina portuguesa ordenó que la encerraran en un cofre, donde permaneció por tres días.

Consolada por la Inmaculada Concepción

Así Beatriz abandonó la corte real, ubicada en Tordesillas (Valladolid), e ingresó al monasterio cisterciense de Santo Domingo de Silos, en Toledo, recinto en el que sirvió a Dios por espacio de 30 años.

Reivindicada por Cristo de toda calumnia

La nueva familia religiosa, lejos de debilitarse, se extendió rápidamente por Europa y América. Hoy, varios siglos después de su fundación, está integrada por unas 3 mil religiosas que viven en 150 monasterios repartidos por todo el mundo.

Beatriz fue beatificada por el Papa Pío XI, el 28 de julio de 1926. Luego sería canonizada por San Pablo VI, el 3 de octubre de 1976.

Una santa con un mensaje para los hombres y mujeres de hoy

Los restos de Santa Beatriz se conservan para veneración pública en la Casa Madre de las concepcionistas franciscanas, ubicada en Toledo, España.

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Fuente: Aciprensa