De acuerdo a una antigua tradición, el Apóstol Santiago llegó a la península Ibérica (España) para predicar el Evangelio; allí, mientras oraba, se le apareció la Virgen María, de pie, encima de un pilar o columna, en Zaragoza. Santa María vivía aún “en carne mortal”, por lo que se suele aludir a esta aparición como “la llegada de la Virgen”.
María, pilar sobre el que se sostiene la Iglesia
La historia sucedió así: alrededor del año 40 de la era cristiana, San Santiago Apóstol, en una noche de oración -un 2 de enero- a orillas del río Ebro, en Zaragoza, vio a la Madre de Jesús aparecer ante sus ojos, sobre una columna. Ella le pidió que se edifique en ese mismo lugar un templo dedicado a su santo nombre, y que el pilar sobre el que estaba parada sea colocado junto al altar.
«Este sitio permanecerá hasta el fin del mundo para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que imploren mi ayuda», le dijo la Virgen María a Santiago.
Hoy resulta claro que el paso de los siglos atestigua cómo se ha venido cumpliendo lo prometido por la Madre de Dios al Apóstol Santiago: el Pilar permanece de pie, firme, hasta hoy. No ha habido guerra, ni invasión, ni ataque en la era moderna -como el de las bombas arrojadas durante la guerra civil española- que haya podido alterar el santo lugar.
América, bajo la protección de la Virgen del Pilar
El continente americano, evangelizado por misioneros españoles desde el siglo XVI, fue constituido como tal al amparo de la Madre de Dios; y hoy, en tiempos en los que debe renovarse el espíritu evangelizador, continúa desarrollándose en su identidad bajo el auspicio y protección de la Virgen del Pilar.
Ella fue la protectora de los valientes misioneros que llegaron a tierras americanas para anunciar a Cristo a quienes no lo conocían. En ese sentido, por su trascendencia histórica, el arribo de Cristóbal Colón por primera vez al Nuevo Continente, el 12 de octubre de 1492, ha sido señalado como el día de la Virgen del Pilar de Zaragoza, puesto que tanto el viaje de Colón como la gesta evangelizadora fueron puestos a los pies de la Virgen del Pilar, pidiendo su custodia y ofreciéndole sus frutos.
No fue casualidad que, en 1984, ad portas de la celebración del V Centenario de la Evangelización de América (1992), el Papa San Juan Pablo II reconoció a la Virgen del Pilar como “la Patrona de la Hispanidad”.
¡Feliz día de la Virgen del Pilar! ¡Por el Pilar nos vino la fe! ¡Feliz día de la hispanidad evangelizadora!
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Fuente: ACI Prensa