Para conocer y amar a María
San Lucas registró muchos más pasajes de la vida de María que cualquiera de los otros evangelistas. Esto puede deberse a su cercanía con el apóstol San Juan, el discípulo amado, quien se hizo cargo de la Madre de Dios por encargo del mismo Jesús, hecho explícito mientras agonizaba en la cruz (Jn 19, 27).
Médico de cuerpos y almas
La fecha de nacimiento de San Lucas es incierta, aunque hay más consenso sobre dónde nació, Antioquía. Su nombre, Loukas,alude a una región que hoy forma parte de Italia, Lucania, y parece guardar relación con el término griego Leukos que quiere decir ‘blanco’ o ‘luminoso’. Se convirtió a la fe en Jesucristo alrededor del año 40 y se sabe que no conoció personalmente al Señor, pero sí a San Pablo, de quien fue discípulo.
En su evangelio, San Lucas pone de relieve a quienes sufren en el cuerpo o en el alma, especialmente a los pobres y los pecadores arrepentidos. Además, nos recuerda constantemente la necesidad de la oración.
Portador de la Buena Noticia a los gentiles
De acuerdo a la tradición, Lucas habría predicado en Macedonia, Acaya, Galacia y Beocia.
Sobre su destino final, ocurrido con posterioridad a la muerte de Pedro y Pablo, no se dispone de certeza suficiente. Se debate si murió martirizado o si, de acuerdo al Prefatio vel argumentum Lucae [Prefacio o defensa de Lucas], murió siendo anciano. Existe, por otro lado, una tradición basada en Gaudencio (PL 20, 962) según la cual Lucas habría sido martirizado junto a Andrés, el apóstol, en la tierra de Patras, provincia romana de Acaya. De acuerdo a esta misma tradición, Lucas habría muerto colgado de un árbol.
Generalmente, a Lucas se le representa con un libro en las manos, al lado de un toro o novillo. La figura del novillo o buey está inspirada en un pasaje del Libro de Ezequiel (Ez 1, 10) y en un pasaje del libro del Apocalipsis. En ambos casos se hace alusión a cuatro seres vivientes que están en presencia de Dios. En el libro del Apocalipsis ‘los cuatro’ aparecen delante del trono del Cordero (Ap 4).
La tradición ha identificado a esos cuatro seres con los cuatro evangelistas a través de lo que se conoce como el Tetramorfos [cuatro imágenes o formas], estilo habitual de la iconografía de los siglos VII-VIII. Una de esas cuatro imágenes corresponde a Lucas, a quien se representa en forma de toro o becerro (Ap 4, 6-7).
San Lucas es el patrono de médicos, cirujanos, carniceros, encuadernadores, escultores, notarios y artistas, esto último debido a que se asegura que pintó una imagen de la Virgen María.