En Europa se han implementado fertilizantes con bioplásticos que aportan fósforo, nitrógeno y potasio en los suelos de diferentes cultivos
Buenos Aires, 16 de julio (PR/25) .- El objetivo del proyecto Insoil, financiado por el programa Horizonte Europa, busca reducir el impacto ambiental del plástico en la agricultura. En el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene) se presentó una iniciativa para desarrollar plásticos biodegradables que, al descomponerse, liberen nutrientes y ayuden a la regeneración de los suelos.
El proyecto busca crear plásticos biodegradables que contengan fósforo, nitrógeno y potasio, nutrientes que al descomponerse aportan a la fertilidad de los suelos. De la mano con esto, se diseñarán fertilizantes de liberación moderada con la misma composición, de forma que los agricultores puedan cuidar el medio ambiente y reducir sus costos de producción a la vez.

Este proyecto también busca cumplir algunos de los objetivos del Pacto Verde Europeo y la Política Agrícola Común. Se enfocan en la búsqueda de una agricultura sostenible a nivel medioambiental y climático, protección de recursos naturales y fomento de la biodiversidad.

Estos bioplásticos han ido poniéndose a prueba en varios lugares de Europa en busca de un funcionamiento en todo cultivo y condiciones térmicas. En España, la Asociación Valenciana de Agricultores, en su centro experimental de la Finca Sinyent, ha realizado sus ensayos sobre cultivos de tomate, lechuga y cítricos. También, se ha implementado en cosechas de fresa, espinacas y pera. 

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Fuente. agronegocios