“¡Ay de vosotros!”

“¡Ay de vosotros!”

Lectura del santo evangelio según san Lucas 11,47-54

En aquel tiempo, dijo el Señor:
«¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, a quienes mataron vuestros padres!
Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo aprobáis; porque ellos los mataron y vosotros les edificáis mausoleos.

Por eso dijo la Sabiduría de Dios: “Les enviaré profetas y apóstoles: a algunos de ellos los matarán y perseguirán”; y así a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario.

Sí, os digo: se le pedirá cuenta a esta generación.

¡Ay de vosotros, maestros de la ley, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia: vosotros no habéis entrado y a los que intentaban entrar se lo habéis impedido!».

Al salir de allí, los escribas y fariseos empezaron a acosarlo implacablemente y a tirarle de la lengua con muchas preguntas capciosas, tendiéndole trampas para cazarlo con alguna palabra de su boca.

Palabra del Señor

“ Encontraréis descanso para vuestras almas ”

“ Encontraréis descanso para vuestras almas ”

Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 25-30

 

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra del Señor

“Dad limosna de lo que hay dentro”

“Dad limosna de lo que hay dentro”

Lectura del santo evangelio según san Lucas 11,37-41

 

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuese a comer con él.

Él entró y se puso a la mesa.

Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo:

«Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, pero por dentro rebosáis de rapiña y maldad.

¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro?

Con todo, dad limosna de lo que hay dentro, y lo tendréis limpio todo».

Palabra del Señor

“Aquí hay uno que es más que Jonás”

“Aquí hay uno que es más que Jonás”

Primera lectura

Comienzo de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 1, 1-7

Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para el Evangelio de Dios, que fue prometido por sus profetas en las Escrituras Santas y se refiere a su Hijo, nacido de la estirpe de David según la carne, constituido Hijo de Dios en poder según el Espíritu de santidad por la resurrección de entre los muertos: Jesucristo nuestro Señor.

Por él hemos recibido la gracia del apostolado, para suscitar la obediencia de la fe entre todos los gentiles, para gloria de su nombre. Entre ellos os encontráis también vosotros, llamados de Jesucristo.

A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados santos, gracia y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Salmo de hoy

Salmo 97 R/. El Señor da a conocer su salvación

 

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R/.

 

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 11, 29-32

 

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:

«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.

La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.

Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

 

Evangelio de hoy en audio

Reflexión del Evangelio de hoy

Pablo llamado para anunciar el Evangelio… nosotros llamados a ser santos

Pablo, que no ha fundado la Iglesia de Roma, se presenta a la comunidad como siervo de Cristo Jesús, escogido para anunciar el Evangelio de Dios.

A continuación, presenta el Evangelio que predica:
-El Evangelio que fue prometido por los profetas a través de las Escrituras Santas.

-El Evangelio es acerca de nuestro Señor Jesucristo nacido según la carne del linaje de David…  y constituido según el Espíritu Santo Hijo de Dios con pleno poder por su resurrección de la muerte.

El Evangelio no es una doctrina o unas verdades de fe, sino una persona: Jesús Hombre e Hijo de Dios.

¿Por qué el ser humano necesita el evangelio de Cristo?  Porque el Evangelio nos revela que Jesús nos llama para que conozcamos que somos “amados de Dios” y “llamados a ser santos; consagrados a Dios” formando parte del Pueblo Santo de Dios. “Santo” es: aquello que pertenece a Dios.

Nuestra identidad en Cristo no solo se basa en lo que hacemos, sino en quiénes somos en Él.

En Él se revela quienes somos, por eso Pablo se atreve a decir gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.  Es la vocación cristiana: Vivir como hijos de Dios.

Llamamiento y elección se desprenden del amor. Dios elije por amor, un amor lleno de gracia y de paz. Responder en obediencia a la fe, a la buena nueva de salvación significa llamar a Jesús Señor. La unión en Cristo es compromiso de vivir anunciando vida, ayudando a vivir, cuidando la vida, es anunciar salvación, resurrección, fraternidad, alegría de creer.

¿Cómo vives el Evangelio?

Llamados a la conversión

El Evangelio de hoy es invitación a mirar a nuestra sociedad y sobre todo mirarnos a nosotros mismos para ver si nuestro corazón está abierto a la conversión o buscamos pruebas que nos “justifican” en la cerrazón interior ante la llamada a la conversión.

La dureza del corazón nos incapacita para reconocer la llamada de Dios en los acontecimientos, olvidando que la conversión no proviene de signos milagrosos, sino de un cambio del corazón.

En nuestras relaciones humanas cuando falta la confianza pedimos pruebas para creer lo que se nos dice. Pedimos que se nos demuestre con obras, con pruebas que fundamenten la credibilidad. Y dichas “pruebas” lo que demuestran es la falta de confianza.

El testimonio de la propia vida es el signo de la confianza. Por eso Jesús nos da el testimonio de su vida para que le creamos a Él, para que confiemos en Él.

Jesús en su infinito amor nos ofrece el signo de una vida nueva, la resurrección.

Ser creyentes es escuchar cada día la llamada de Jesús a la conversión para ser testigos vivientes de su estilo de vida. Es dar un testimonio de vida coherente, volcada en amor a los necesitados. Es estar pendientes de la voluntad del Padre, ayudar a vivir en la esperanza cierta de la resurrección, es resucitar cada día ilusión y esperanza, es humanizar la vida. Hacer comunidad que vive el Evangelio como signo en la sociedad, que hace creíble nuestra fe.

Fr. Isidoro Crespo Ganuza O.P.

Fr. Isidoro Crespo Ganuza O.P.
Convento de S. Valentín de Berrio Ochoa (Villava, España)

“¡Ay de vosotros!”

“Levántate y vete. Tu fe te ha salvado”

Primera lectura

Del segundo libro de los Reyes

2 Reyes 5, 14-17

En aquellos días, Naamán, el general del ejército de Siria, que estaba leproso, se bañó siete veces en el Jordán, como le había dicho Eliseo, el hombre de Dios, y su carne quedó limpia como la de un niño.

Volvió con su comitiva a donde estaba el hombre de Dios y se le presentó diciendo: “Ahora sé que no hay más Dios que el de Israel. Te pido que aceptes estos regalos de parte de tu siervo”. Pero Eliseo contestó: “Juro por el Señor, en cuya presencia estoy, que no aceptaré nada”. Y por más que Naamán insistía, Eliseo no aceptó nada.

Entonces Naamán le dijo: “Ya que te niegas, concédeme al menos que me den unos sacos con tierra de este lugar, los que puedan llevar un par de mulas. La usaré para construir un altar al Señor, tu Dios, pues a ningún otro dios volveré a ofrecer más sacrificios”.

Segunda lectura

De la Segunda Carta de Pablo a Timoteo

2 Timoteo 2, 8-13

Querido hermano: Recuerda siempre que Jesucristo, descendiente de David, resucitó de entre los muertos, conforme al Evangelio que yo predico. Por este Evangelio sufro hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo sobrellevo todo por amor a los elegidos, para que ellos también alcancen en Cristo Jesús la salvación, y con ella, la gloria eterna.

Es verdad lo que decimos:
“Si morimos con él, viviremos con él;
si nos mantenemos firmes, reinaremos con él;
si lo negamos, él también nos negará;
si le somos infieles, él permanece fiel,
porque no puede contradecirse a sí mismo”.

Evangelio del Día

Evangelio según Lucas

Lucas 17, 11-19

En aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó entre Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos le decían: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros”.

Al verlos, Jesús les dijo: “Vayan a presentarse a los sacerdotes”. Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra.

Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ese era un samaritano. Entonces dijo Jesús: “¿No eran diez los que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?” Después le dijo al samaritano: “Levántate y vete. Tu fe te ha salvado”.

Las palabras de los Papas

“Y le salieron al encuentro unos leprosos” (Lc 17,12). En otro pasaje del Evangelio se dice que Jesús “tocó” (Lc 5,13) al leproso que se le presentó. Jesús, por tanto, se deja encontrar; se ha hecho nuestro prójimo para que podamos encontrarlo en el umbral más trágico y pesado del sufrimiento. Desde la cruz, nos enseña a buscar su propio rostro en los enfermos, a acercarnos a quienes sufren precisamente allí donde experimentan su indigencia. […] El ejemplo de Cristo debe animarnos a perseverar en nuestro compromiso con aquellas situaciones sociales que aún se muestran insensibles o impotentes ante la tragedia de la lepra. No debemos desistir si nuestros esfuerzos a veces parecen infructuosos o si nos encontramos ante entornos en los que el terror del mal inspira medidas defensivas inhumanas, fruto de aversiones instintivas e irracionales hacia los enfermos. Debemos seguir trabajando para que estos mismos entornos, que parecen más refractarios, también se abran a la esperanza. Acojamos el grito que los mismos leprosos dirigieron a Jesús: «¡Jesús, Maestro, ¡ten piedad de nosotros!» (Lc 17,13). […] El Señor ha confiado en nuestras manos muchas obras de caridad, para que a través de ellas seamos corresponsables de su plan de salvación. (San Juan Pablo II – Homilía en la Santa Misa de la Asociación Internacional «Amigos de los Leprosos», 21 de septiembre de 1986)

Fuente: Vatican New

“ El reino de Dios ha llegado a vosotros ”

“ El reino de Dios ha llegado a vosotros ”

Lectura del santo evangelio según san Lucas 11,15-26

 

En aquel tiempo, habiendo expulsado Jesús a un demonio, algunos de entre la multitud dijeron:
«Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».

Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo:

«Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.

Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín.

El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.

Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por lugares áridos, buscando un sitio para descansar, y, al no encontrarlo, dice:
“Volveré a mi casa de donde salí”.

Al volver se la encuentra barrida y arreglada.

Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí.

Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio».

Palabra del Señor