Buenos Aires, 30 enero (PR/19)– La Iglesia Católica celebra hoy el día de Santa Martina de Roma, cuyo culto comenzó 1400 años después de su muerte.
Era hija de un noble romano y debido a su profesión de fe, le arrestaron y llevaron ante el emperador Alejandro Severo, quien fue tolerante con los cristianos y su gobierno marcó un periodo de calma para la Iglesia.
La historia de la Santa se produjo en 1634, 1400 años después de su muerte cuando al restaurar las famosas iglesias romanas, se hallaron sus reliquias y se propuso la devoción a Santa Martina.
El activísimo Papa Urbano VIII, empeñado en lo espiritual en la contrareforma católica, y en lo material en la restauración de iglesias romanas, descubrió las reliquias de la mártir, les propuso a los romanos la devoción a Santa Martina y fijó la celebración para el 30 de enero.
Compuso el elogio con el himno: “Martinae celebri plaudite nomini, Cives Romulei, plandite gloriae”, que era una invitación a honrar a la santa en la vida inmaculada, en la caridad ejemplar y en el valiente testimonio que demostró a Cristo con su martirio. .

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