Madrid (España), 2 diciembre (PR/19) — Los pequeños agricultores de los países en desarrollo ya sufren las consecuencias de un cambio climático que ellos no han causado y que está dando lugar a un descenso en el rendimiento agrícola, menor disponibilidad de agua, encarecimiento de los precios y un aumento de la inseguridad alimentaria.

Si bien la agricultura contribuye a la crisis climática, los pequeños agricultores son guardianes de nuestros recursos naturales y tienen el potencial de revolucionar e incrementar la producción de alimentos y limitar la degradación del medio ambiente.

El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) reconoce que estos agricultores son una parte fundamental de la solución al cambio climático. El FIDA ha demostrado que los pequeños agricultores pueden ser agentes eficaces del cambio: pueden utilizar la financiación para el clima con el fin de obtener múltiples beneficios en términos de seguridad alimentaria, reducción de la pobreza, resiliencia de los ecosistemas y reducción de las emisiones.

Los portavoces del FIDA participan en una amplia gama de actos a lo largo de la CP 25 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que tiene lugar en Madrid del 2 al 13 de diciembre, y fomentarán la inversión en los agricultores. El FIDA presentará un nuevo informe centrado en su labor en América Latina y el Caribe, así como el informe de 2019 relativo a las medidas para luchar contra el cambio climático.

Consideraciones fundamentales:

· Los pequeños agricultores suelen vivir en tierras marginales, donde los efectos ambientales y del cambio climático se dejan sentir con más fuerza, reduciendo los rendimientos agrícolas y los ingresos.
· Los pequeños agricultores necesitan adaptarse urgentemente a los efectos medioambientales y climáticos para asegurar la producción continua de alimentos y unos ingresos sostenibles.
· El Programa de Adaptación para la Agricultura en Pequeña Escala (ASAP) del FIDA es la mayor fuente de financiación mundial de este tipo y canaliza más de USD 300 millones de financiación relacionada con el clima destinados a los agricultores de los países en desarrollo, a fin de que puedan acceder a la información, las herramientas y las tecnologías que les ayudarán a aumentar su resiliencia ante el cambio climático.
Las pequeñas explotaciones agrícolas proporcionan más del 70 % de las calorías de los alimentos a las personas que viven en el sur y el este de Asia, América Latina y África Subsahariana.

Fuente: FIDA

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