Por Juan Chiummiento | Agrofy News. Santa Fe, 15 enero (PR/20) — Cuando el Congreso convirtió en ley el proyecto del Ejecutivo nacional que modificó el esquema de retenciones, muchas organizaciones del agro volvieron a poner sobre la mesa un pedido de larga data: la segmentación. Palabras más, palabras menos, este concepto implica que las producciones agropecuarias paguen alícuotas diferenciales según la escala del negocio.

La segmentación sigue siendo un pedido de muchos productores del país. Por la razón que fuere, siempre se esgrimió alguna razón para esquivarla: desde dificultades para su implementación hasta la ceguera total de las autoridades.

Sin embargo, toda regla tiene una excepción. En este caso se trata de la localidad de Wheelwright, que desde 2003 aplica una tasa rural segmentada que beneficia a pequeños productores y permite un esquema tributario progresivo que modera la carga según el tamaño de la explotación.

“Se trata de una acción que construimos juntos, gobierno comunal, organizaciones y productores agropecuarios. Lo hicimos 5 años antes de que explotara el conflicto de la 125. Después, incluso hasta hoy, muchas entidades empezaron con reclamos que nosotros, con mucha humildad, aplicamos acá en Wheelwright”, comentó el presidente comunal Benjamín Gianetti.

¿CÓMO SE IMPLEMENTA ESTA MEDIDA?
Se modifica la carga tributaria según las hectáreas de cada producción rural: mientras que inicialmente se pagaban 7 litros por hectárea, se pasó a un esquema donde los más chicos abonan 5 litros y los más grandes 13.

De 0 a 50 hectáreas pagan 5 litros; de 50 a 100 6 litros; de 100 a 200 8 litros; de 200 a 300 10 litros; y más de 300 13 litros.

“Sentimos orgullo por esta política, que sin dudas es un salto adelante en la región. Sabemos que se trata de dinero que queda para nuestra comunidad, entonces bajo esa premisa está claro cuál es el sujeto a cuidar y las decisiones se toman en base a ello”, concluyó Gianetti.

PROYECCIÓN NACIONAL
Si bien se trata de un distrito de tan solo 17.000 hectáreas rurales, el caso bien vale como un ejemplo de que es posible mantener una política de segmentación que se mantenga más allá de los vaivenes políticos y económicos. De alguna manera encaja con aquello que se reclama por estos días, cuando se actualizaron retenciones pero sin discriminar por tamaño de explotación.

En este sentido, el ministro de Agricultura Luis Basterra realizó un guiño sobre la posibilidad de implementar una progresividad en los derechos de exportación, aunque no brindó detalles en concreto de la medida. Lo hizo en una conferencia de prensa posterior a la reunión que mantuvo en diciembre con la Mesa de Enlace.

A principios de enero, un grupo de productores de Federación Agraria le presentaron al funcionario nacional una propuesta de segmentación en base a una categorización de productores y el establecimiento de un mecanismo de precios diferenciales para la venta de los granos en lugar de compensaciones impositivas.

Las definiciones surgieron de una asamblea realizada previamente en Villa Constitución, donde los “chacareros del sur de Santa Fe” -según se definieron-. Pidieron diferenciar a micro, pequeñas, medianas y grandes producción en función de las toneladas cosechadas, al tiempo que pidieron excluir del régimen a arvejas y lentejas.

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