El default comercial chino generaría una pérdida económica del orden de 60 millones de dólares para la industria cárnica uruguaya, según estimó Eduardo Urgal, director de Frigorífico Pando y representantes de la Cámara de Industria Frigorífica ante el Instituto Nacional de Carnes de Uruguay (Inac).

La pérdida económica fue calculada en base tanto a la cesación de pagos como a la intención –comunicada por los importadores chinos– de bajar los precios de compra acordados.

“Es como si en la cadena de comercialización de hacienda los pagos acordados con los ganaderos de un novillo especial que se compró capaz hace 45 días y que se negoció en 4,30 a 4,25 (u$s/kg gancho), no sólo no se pagasen y les dijésemos a los productores que no tenemos el pago disponible, sino que además indicáramos que, cuando lo tengamos el pago, no va a ser de 4,30 sino de 3,80 o de 3,70”, explicó Urgal durante una entrevista realizada por el periodista Martín Olaverry en el programa radial uruguayo Valor Agregado.

“No sabemos si estamos en el medio del problema o si estamos en el final o si estamos empezado; sí sabemos que existen contenedores con el pago reclamado que están llegando a China, que se cargaron hace 50 días; tienen pagos en demora y además (los importadores de la nación asiática) están solicitando quitas de precio”, añadió.

Los precios de la carne bovina importada por China se derrumbaron a fines del año pasado luego de que el gobierno central de la nación asiática interviniera el mercado.

El gobierno central chino habilitó el denominado “canal gris” de Hong Kong, por medio del cual ingresa, de manera informal, un gran volumen de carne de búfalo de bajo valor proveniente de India.

Además requirió a los importadores que restringieran órdenes de compra de carne bovina y suspendió el uso de líneas oficiales de crédito disponibles para abonar adelantos en operaciones de comercio exterior.

Adicionalmente, el gobierno central liberó grandes volúmenes de cortes congelados de carne porcina de las reservas estatales para promover una caída de precios generalizada de todas las carnes.

El resultado de tal intervención gubernamental fue un planchazo abrupto de precios que afectó a los frigoríficos de Uruguay –también a los de Argentina y Brasil–, dado que el mercado chino se había transformado en 2019 en el primer cliente del producto.

Ante ese panorama en los primeros once días de 2020 –según los últimos datos publicados por Inac– las exportaciones de carne vacuna uruguayas destinadas a China fueron de 3064 toneladas peso carcasa, una cifra casi 53% menor a la del mismo período de 2019.

Primcias Rurales

Fuente: valorsoja.com