Villa María, 8 febrero (PR/20) — Un relevamiento realizado por TodoAgro permitió establecer que la República Argentina cuenta con una notable capacidad de secado de leches y sueros, aunque existe mucha capacidad ociosa, y hay mucho equipamiento obsoleto.

La República Argentina tiene una capacidad de deshidratado de leche y suero superior a los 18 millones de litros diarios, aunque si se desagrega por uso, en la actualidad, puede decirse que tiene una capacidad de secado de leche de más de 15 millones de litros diarios y alrededor de 3 millones de litros de suero diarios.

Si bien la mayoría de las plantas son duales, es decir pueden secar leche o suero de leche, en general se usan para secado de leche en polvo entera. La suma del relevamiento de plantas que realizó TodoAgro da una capacidad de secado de 18.670.000 litros/día, aunque a ese número hay que restarle unos 800 mil litros por plantas que no están en condiciones de operar. A la vez habría que restar unos 2.500.000 de capacidad de procesamiento en litros/día de plantas preparadas para procesar suero de leche (Arla Foods y La Cristina, entre otras).

En síntesis, esto significa que Argentina está en condiciones de secar un poco más de 15 millones de litros diarios, es decir unos 5.475 millones de litros al año. Y en la actualidad se calcula que el destino a leche en polvo del total de producido por Argentina es superior al 20%, y que una buena parte de ello va al mercado externo.

De todos modos la obsolescencia de algunas unidades productivas es notable, ya que si bien hubo inversiones –en especial que atendieron a que la Argentina se encaminaba a producir 15.000 millones de litros de leche-, hay plantas que tienen más de 25 años y varias de ellas necesitarían un reacondicionamiento en algunas de las fases del secado en especial en la posibilidad de incluir tecnología para alargar la vida del producto.

Como datos adicionales al reporte realizado por TodoAgro se destaca que Mastellone es la compañía que posee mayor capacidad de deshidratado con cerca de 4 millones de litros diarios, sumando los sprays que posee en General Rodríguez y Trenque Lauquen, y otro dato distintivo es que la firma Barraza aún no ha utilizado su flamante planta de General Las Heras (Bs. As.) que tiene una capacidad de secado de 400 mil litros diarios.

“Para Argentina la leche en polvo es un producto muy versátil y útil para la industria, ya que permite almacenar leche, venderla al mundo o al mercado interno, o guardarla para reelaborarla en períodos de escasez”, dijo Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL).

Además de darle al país oportunidades para venderle al mundo, también permite la participación en licitaciones y atender a un mercado interno que presenta una baja demanda del orden de 3 kilogramos por habitante/año.
“Hoy es un negocio es muy fino, con este valor del dólar y las retenciones, es un negocio verdaderamente fino”, dijo Paulón en diálogo con TodoAgro.

Solo para mensurar el nivel de precios que permite en tranquera el tambo, el Observatorio de la Cadena Láctea reportó a través de un simulador del negocio de leche en polvo a fazón -vendida al valor de mercado, origen Argentina es decir 3.200 dólares-, que, con derechos de exportación del 9%, la capacidad de pago es de $15,95 al productor lechero. Si esas retenciones bajasen al 5%, el precio al productor podría ser $16,88 y sin derechos de exportación ese precio se eleva a $18,05.

¿De qué hablamos cuando decimos leche en polvo?
Un trabajo de Aníbal Schaller, un importante profesional que revistó en la Secretaría de Agricultura y hoy es asesor del Centro de la Industria Lechera, puntualiza lo siguiente:

Con la denominación de leche en polvo, deshidratada o desecada se define al producto que se obtiene por deshidratación de la leche apta para la alimentación, mediante procesos tecnológicamente adecuados.
En función del contenido de materia grasa el Código Alimentario Argentino (CAA) clasifica a las leches en polvo en: entera (>= 26% peso en peso), parcialmente descremada (12 a 17% p/p) y descremada (< 2% p/p).
En este trabajo, y en virtud de que las estadísticas nacionales de producción y consumo se encuentran agrupadas de esa forma, las que denominamos “leches en polvo enteras” incluyen a las parcialmente descremadas.

Las condiciones generales y particulares para los establecimientos elaboradores se especifican en el Capítulo II del Código Alimentario Argentino (Ley 18284/69, Decreto 2126/71).

Las condiciones, exigencias y características para las leches en polvo se especifican en los artículos 567 a 570 del Capítulo VIII del mismo Código.

Existen además dos resoluciones Mercosur, la Res. GMC 84/96 “Identidad y Calidad de Leche en Polvo” y la Res. GMC 138/96 “Leche en Polvo – Inclusión de Coadyuvantes”.

En el Codex Alimentarius, la norma para las leches en polvo y la nata (crema) en polvo (Codex STAN 207-1999) describe los productos y establece entre otros aspectos, la composición esencial y factores de calidad, los aditivos permitidos, los niveles máximos de contaminantes, la higiene, el etiquetado y los métodos de muestreo y análisis a utilizar.

En la actualidad existen 3 tipos de leches en polvo que se diferencian en la intensidad del tratamiento térmico aplicado. Los más usuales son: 74°C durante 30 seg. (bajo), 85-105°C (medio) y 120-135°C (alto) durante 1 a 2 min. Estos tratamientos ocasionan distintos grado de desnaturalización proteica y su utilización depende del destino que se le da al producto final.

La leche en polvo de bajo tratamiento térmico se utiliza principalmente para elaborar leche reconstituida, quesos y bebidas lácteas, la de tratamiento medio para helados, bebidas lácteas y leche reconstituida, y las de tratamiento alto para leche evaporada recombinada, pastelería, chocolatería, panadería y productos cárnicos picados.

Por José iachetta – Redacción TodoAgro

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