Buenos Aires, 27 julio (PR/20) –- La facturación de la industria del vino cayó por quinto año consecutivo pese al crecimiento de los volúmenes de producción, en buena parte debido a la baja de los precios promedio y al aumento de los costos, según datos del sector.
Esos datos fueron informados por el Centro de Estudios Económicos de Bodegas de Argentina, la cámara vitivinícola que agrupa a más de 250 bodegas, entre ellas las principales exportadoras.
El informe de las bodegas vino a retrucar uno del Instituto Nacional de Vitivinicultura conocido la semana pasada en el que se señaló que los despachos de vino fraccionado al mercado interno subieron 6,9% en el primer semestre con relación al mismo período del 2019,.
“Si bien los volúmenes crecieron en mayor o menor medida, es más contundente lo que han caído los precios, por ende, la facturación total y el valor agregado también, que es lo que realmente cuenta a la hora de analizar la situación del sector, que sin dudas no es bueno”, indicó Bodegas de Argentina en un comunicado.
La cámara enfatizó que “de la facturación sale la inversión y el empleo, no de las cajas vendidas a un precio más bajo en promedio” y aclaró que la suba del volumen de exportaciones destacada por el Instituto responde a “vinos a granel de bajo precio”.
Según indicó la cámara, “para los doce meses cerrados en mayo de este año se puede observar un importante crecimiento de los despachos de vino desde las bodegas (+4,7%) y un crecimiento de los volúmenes de exportación, en especial de vino granel de bajo precio (+24,3%), lo que generó un aumento del volumen total, según cifras oficiales del 9,9% en relación al mismo periodo del año anterior”.
“En cuanto a los precios promedio medidos en moneda constante, se advierte una caída muy importante”, se señaló en el comunicado.
En el mercado interno, “medido después de los sustanciales descuentos que se realizan como promoción, el precio promedio ha disminuido en moneda constante casi un 15% en relación a un año atrás que ya había tenido una importante caída en relación a 2018”, según se indicó.
En el mercado externo, “la disminución total ha sido aún más importante dado que lo que se expandió fue la exportación de vinos a granel de bajo precio. El precio promedio de cada caja equivalente vendida cayó casi un 14% y dejó la cotización en niveles por debajo de 2009”, se advirtió en el comunicado.
“Las variables macroeconómicas que explican este comportamiento de precios son la tasa de interés, que obligó a las bodegas a liquidar stocks para disminuir la carga financiera de la inmovilización de inventarios, y el tipo de cambio, que permitió vender volúmenes importantes de granel en el mercado externo”, explicó Ramiro Barrios, director del área de Comercio Exterior de la cámara.
Como resultado, aumentaron los volúmenes despachados pero hubo una caída de los precios, que dio como consecuencia una caída de la facturación de la industria en un 5,4% medida en moneda constante en relación al año anterior.
“Se observa que fue el mercado interno el de mayor caída con casi un 11%, mientras que en la exportación, gracias a un mejor tipo de cambio, se observó un aumento suave del 1,2% que no pudo compensar lo sucedido en el mercado nacional”, apuntó el informe.
Y concluyó: “La ecuación entonces para la vitivinicultura en su conjunto es una caída de facturación y una disminución del margen de contribución de los productos, dado que cayeron los precios promedio y los costos variables aumentaron a la par del aumento de volumen. En resumen, hasta mayo de este año se verificó el quinto año consecutivo de caída de la facturación de la industria”.

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Fuente: NA