Por Andrés Boscovich* .
Buenos Aires, 18 octubre (Especial para NA) — Tras el agujero que deja la pandemia en la economía, la expectativa del Presupuesto 2021 estaba centrada sobre la vuelta a la sustentabilidad fiscal que lograra alinear las expectativas del mercado en el mediano plazo (con un compromiso explícito de buscar el superávit y reducir el financiamiento monetario).
Pero la decisión del Gobierno de incrementar los controles cambiarios desorientó al mercado y atentó directamente contra la premisa de avanzar hacia un plan de estabilidad económica.
A pesar del exitoso canje de deuda y de anunciar un Presupuesto 2021 que busca reducir la brecha fiscal, el BCRA tomó nuevas medidas de control en el mercado cambiario, con el objetivo de mantener las pocas reservas netas que en la actualidad promedian unos USD 7.600 millones (incluyendo oro).
Las nuevas disposiciones limitan el acceso a quienes procuran divisas con fines de atesoramiento y para la cancelación de deudas financieras.
Como era esperable, el aumento de las restricciones incentivó aun más las presiones sobre los dólares financieros llevando la brecha a máximos del 121% en el caso del dólar informal.
La explicación de la inestabilidad cambiaria y la sangría de reservas se centra en que, si bien parecería que el tipo de cambio real sería competitivo en comparación histórica dado el elevado superávit comercial, el exceso de pesos en el mercado se canalizó hacia compras del dólar ahorro y cancelación de deudas futuras, dado que ofrecían mayor rentabilidad en comparación con las opciones en pesos.
De este modo, las empresas y las familias se llevaban cerca de u$s 1.600 millones mensuales, reduciendo las disponibilidades líquidas a valores mínimos.
La solución de fondo a la actual inestabilidad es un plan económico integral creíble que lleve las cuentas del Gobierno hacia un equilibrio fiscal, un tipo de cambio competitivo y valores de inflación a la baja (pero cumplibles), junto con un programa financiero basado en el desarrollo del mercado de pesos que incentive al ahorrista.
Sin embargo, en el proyecto de Presupuesto 2021 estas señales brillan por su ausencia, por lo cual las soluciones de fondo continúan siendo un deseo más que una realidad.
(*) Analista de IES Consultores.

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Fuente: NA