Buenos Aires, 18 julio (PR/22) — De acuerdo al último reporte semestral publicado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) sobre producción y comercio mundial de carnes, el sector porcino en China continúa recuperándose. Para este año, se prevé que la producción local de carne de cerdo sume otros 4,3 millones de toneladas anuales, alcanzando un total de 51,8 millones en el año, lo que significaría alcanzar ya el 96% de lo producido en 2018, previo a la irrupción de la Peste Porcina Africana.
Claramente esta recuperación de la oferta local de
carne de cerdo, hará a China menos dependiente de
las importaciones de este tipo de carne, donde se
espera que los flujos del exterior disminuyan a menos
de la mitad de lo importado en 2021, pasando de 4,33 a
2,15 millones de toneladas este año.
En un año en el cual China amenazaba con
desacelerar su economía producto de las fuertes
restricciones impuestas bajo su política de Covid
Cero, sus números siguen mostrando crecimiento.
Si bien esta mayor oferta de carne de cerdo, se espera
tendrá un impacto directo sobre el consumo de pollo,
no se esperan cambios significativos en la demanda
de carne vacuna. Este mercado, como hemos
señalado en ocasiones anteriores, ya se rige por sus
propios fundamentos de demanda. En efecto, a pesar
de la recuperación del sector porcino, el consumo de
carne vacuna en China sigue creciendo. Para este año
el USDA proyecta un crecimiento cercano al 2% en
consumo, alcanzando los 10,18 millones de toneladas
anuales.
Con una producción local limitada a 7,1 millones
de toneladas, las importaciones de carne vacuna
previstas para este año, proyectan un aumento del
3%, alcanzando los 3,1 millones de toneladas, 50 mil
toneladas menos que las previstas en abril, pero
récord absoluto en términos históricos.
En un año en el cual China amenazaba con
desacelerar su economía producto de las fuertes
restricciones impuestas bajo su política de Covid
Cero, sus números siguen mostrando crecimiento.
Más consumo, más importaciones y
sorprendentemente mayores precios, en un momento
en el que muchos países están sufriendo los avatares
de una escalada inflacionaria que deteriora el poder
adquisitivo de sus consumidores, como hace años no
se registraba.
En los primeros cinco meses del año, China importó
carne vacuna a un valor promedio de 6.500 USD/
tonelada, lo que implica un incremento en dólares
del 37% respecto de lo pagado en igual período, un
año atrás. Si bien en los últimos dos meses los valores pagados en origen han estado bajando entre un 10%
y un 15%, según cortes, el nivel de precios relativos
sigue siendo muy bueno y, estacionalmente, aún no
hemos ingresado al período de mayor presión de
compras por parte de este mercado.
El comercio mundial de carne este año, según el
USDA, crecería al 1%, alcanzando un total de 11,9
millones de toneladas, casi 500 mil toneladas más
que en 2021, de los cuales las compras chinas siguen
representando el 26% del total.
De los principales exportadores, solo Brasil estaría
en condiciones este año de aportar un volumen
adicional de aproximadamente 400 mil toneladas,
llevando su saldo exportable a 2,725 millones de
toneladas. Estados Unidos, se verá limitado en
capacidad de exportación debido a la severa sequía
que viene atravesando por lo que apenas superaría el
1,5 millón de toneladas. En el caso Australia, si bien
comienza a recomponer sus saldos exportables, lo
está haciendo más lento de lo esperado. De hecho,
el USDA ha recortado recientemente su previsión de
exportaciones para este año de 1,470 a 1,350 millones
de toneladas, dejándola prácticamente sin cambios
respecto de lo exportado en 2021. En tanto que, para
nuestro país, por restricciones propias del contexto
local, el USDA proyecta una ligera retracción en las
exportaciones pasando de 735 a 700 mil toneladas
anuales.
En este ajustado marco, el factor climático será
determinante. Mas allá del impacto que ya se
descuenta en EE.UU., en Sudamérica, especialmente
en Brasil por su magnitud, pero también en Argentina
y Uruguay, el clima puede resultar clave al momento
de definir el segundo semestre del año donde
sabemos se juega el mayor partido con China. Como
todos los años, a medida que se acercan los festejos
por el año nuevo lunar, los importadores chinos
comienzan a acelerar su programa de compras
poniendo más presión sobre los precios.
Particularmente en Argentina, China representa
el 75% de nuestras ventas al exterior. A su vez, este
período de mayor presión de compras, coincide con
un momento del año donde estacionalmente el tipo
de hacienda que lleva de nuestro país, mayormente
vaca vieja o de descarte, comienza a escasear. Por
tanto, esa presión que se espera desde la demanda
converge a su vez con una escasez estacional de
oferta que debería impulsar, clima mediante, una
mejora en los precios de estas categorías.
Primicias Rurales
Fuente: Mercado Ganadero Rosgan