¿Qué cambios urgen realizar en la gestión financiera de la campaña 2024?

Pasemos al valor de los casos, e información de la macro para ir desgranando juntos las respuestas.

¿Convino endeudarse en pesos? 

Si bien es cierto, que quienes hayan seguido nuestros consejos,  anticipando la compra de insumos con financiamiento en pesos, en trigo se encontraron mejor posicionados,  necesitando vender alrededor de un 50% menos de granos para honrar sus compromisos.

En cambio, para cumplir la gruesa, la película hacia adelante anticipa otro final, considerando que el volumen comercializado y con precio fijado se encuentra entre los más bajos de la última década.

Vayamos al ejemplo concreto de productores que guardaron soja y tomaron financiamiento en pesos a tasas del 120% anual. Por una compra de U$s 10.000, hicieron un cheque de $ 5.478.000.  De haber fijado precio, habrían comprometido unas 28 tn de maíz o 16 tn  de soja.

Sin embargo, la mayoría no fijó precio. A las cotizaciones futuras actuales deberán abrir la tranquera y entregar 4 tn. más de maíz,  ó 3 tn más de soja, ( 15% y 18% más respectivamente).  

Redondeando, en promedio,  unos $ 800.000 menos en el bolsillo o en el silo, cada U$s 10.000  de endeudamiento.

Calendario

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Hay que tener en cuenta, que más del 50% del capital que los productores necesitaron para sembrar (léase enterrar dólares), se financiaron gracias al apoyo incondicional de la cadena comercial, que le siguió dando la mano en el momento que más lo necesitó, con forwards, en dólares.

Por  lo tanto, pasemos el mismo ejemplo base de compra de  insumos por  U$s 10.000,  en la divisa norteamerica, con la misma mecánica de analizar la situación fijando y no fijando precio:

Escala de tiempo

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Como puede observarse quienes se endeudaron en dólares y no fijaron precio, perderían fuera del lote,  7 tn de maíz ó 5 tn de soja, por cada U$s 10. 000,  que equivalen  a unos $ 1.1/$ 1,5 M. 

Menos kilos y menos plata en el bolsillo para poder honrar  deudas y enfrentar la nueva campaña.

¿Cómo seguimos?

Mirando hacia adelante,  de acuerdo a las cotizaciones matba rofex, la tasa de devaluación implícita esperada, a un año apenas supera el 103%. Mientras la inflación interanual esperada de acuerdo al REM (1) se ubica en el 210% a diciembre de 2024,  58% a diciembre 2025 y 31% a diciembre de 2026. La media de la inflación esperada a un año ronda el 147%. 

Por otro lado, las tasas en pesos que siguen ofreciendo los bancos, para quienes tienen stock de granos se sigue ubicando en el 120% anual (por encima de la devaluación esperada), u ofreciendo tasas menores, en muchos casos cobran comisiones adelantadas, que llevan la efectiva por encima de la devaluación. Si bien expoagro habilita la posibilidad de préstamos en $ a tasa subsidiada con convenios de empresas de maquinarias, por lo general cuando se hace la cuenta fina entre la brecha de un negocio directo o con convenio deja sabor a poco. (más allá que el retraso histórico del dólar, llevó a una inflación en dólares que ubica a nuestros insumos e inversión, por encima de nuestros competidores globales).

En tanto,  las tasas en dólares se ubican de acuerdo a plazo entre el 0 y 5% anual.

En consecuencia, desde el financiamiento el endeudamiento en dólares, y más aún,  las destinadas a inversiones de más mediano plazo,  enciende luces verdes de oportunidades, ya que su valor futuro se encuentra por debajo de la tasa en pesos a la que realmente se puede acceder, y a la inflación esperada.

Por el lado de las inversiones, una tasa de plazo fijo mínima del 110%, representa  una tasa efectiva del 171,46%, muy por encima de la tasa que devengan los granos y de la propia devaluación esperada, cambiando el foco de nuestras decisiones de inversión de dólares a pesos o activos que ajusten por una inflación que correrá más veliz.

La firma del Pacto de Mayo, propuesto por nuestro presidente Javier Milei,  contiene entre sus puntos claves “ el equilibrio fiscal innegociable”,    echando luces de esperanzas a una  inflación que debería ir quedando en la historia.

Sin embargo, décadas de inflación nos hicieron adictos al endeudamiento,  que permitía licuar y apalancar nuestras actividades. Un horizonte más claro sin emisión ni inflación,  nos exige ir preparándonos para trasladar a nuestra micro un superávit real que haga sostenibles nuestros negocios.

Conclusión

La realidad demuestra, que aún tomando decisiones apropiadas  de financiamiento, las mismas no son suficientes. 

Es importante y urgente aprender a gestionar, el riesgo precio de los activos en las que estamos invertidos,  y que será necesario desprenderse para honrar dichos compromisos.  

No hacerlo, puede dejarte con menos capital para la campaña siguiente.

Para acompañarte en la optimización de tus decisiones de financiamiento e inversiones, desde la comunidad Agroeducación te invitamos a nuestro Programa “FINANZAS en el AGRO” donde te compartiremos herramientas financieras concretas, facilitándote el análisis práctico y la flexibilidad que necesitás entrenar cuando cambia el contexto.

Por Mónica Ortolani – Tónica Online | Docente de AgroEducación

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