¿Alguna vez escuchaste hablar de los jardines regenerativos? En simples palabras, se trata de diseños que buscan no sólo mantener sino también mejorar el suelo y la biodiversidad. Acá te contamos cómo funcionan.

¿Qué son los jardines regenerativos?

A diferencia de los jardines tradicionales, que muchas veces necesitan grandes cantidades de agua, fertilizantes y mantenimiento, los jardines regenerativos imitan la naturaleza y buscan sanar el suelo y el ecosistema.

La idea es generar un espacio verde que se autorregule y favorezca la biodiversidad en lugar de forzarlo a adaptarse a un esquema artificial.

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En otras palabras, se trata de un jardín que trabaja con la naturaleza, no contra ella. Por eso también se usan muchas plantas nativas (otra tendencia en crecimiento en nuestro país), materiales orgánicos y técnicas sustentables para que el suelo recupere su fertilidad y se convierta en un refugio para insectos, aves y otros organismos.

¿Por qué son tendencia estos jardines?

  • Conciencia ecológica. Cada vez somos más los que buscamos reducir nuestra huella ambiental y contribuir al planeta.
  • Menos mantenimiento. Al utilizar plantas autóctonas y técnicas sustentables necesitan menos riego y cuidados.
  • Resiliencia climática. Son ideales para afrontar sequías y cambios climáticos extremos.
  • Conexión con la naturaleza. Un jardín vivo, en constante evolución, genera bienestar y reduce el estrés.

Beneficios de tener un jardín regenerativo

  • Mejora la calidad del suelo. Se recupera la fertilidad y la retención de agua.
  • Favorece la biodiversidad. Atrae mariposas, abejas, aves y otros polinizadores clave.
  • Reduce el consumo de agua. Chau al riego excesivo, hola a un sistema más eficiente.
  • Baja la necesidad de fertilizantes y pesticidas. Las plantas nativas se adaptan mejor y requieren menos productos químicos.
  • Contribuye a la captura de carbono. Ayuda a mitigar el cambio climático al absorber CO2.

¿Cómo armar tu propio jardín regenerativo?

Si querés sumarte a esta tendencia y transformar tu espacio verde, te compartimos algunos pasos generales. Pero como siempre decimos, lo mejor es hacerlo junto a un profesional capacitado.

1. Observá y planificá. Es la base de cualquier proyecto de jardinería. Analizá la orientación del sol, el tipo de suelo y las condiciones climáticas de tu jardín.

2. Elegí plantas nativas. Nunca están de más y son clave para crear un ecosistema saludable y equilibrado. Investigá cuáles crecen de forma natural en tu zona.

3. Mejorá el suelo. Incorporá compost y mulch para retener la humedad y aportar nutrientes.

4. Creá diferentes alturas y microhábitats. Mezclá arbustos, herbáceas, flores y hasta pequeños cuerpos de agua para atraer biodiversidad.

5. Decile chau a los pesticidas y fertilizantes químicos. Inclinate por métodos naturales para el control de plagas y la fertilización.

6. Fomentá la vida silvestre. Colocá bebederos para aves, refugios para insectos y zonas de sombra natural.

7. Dejá que la naturaleza haga su magia. Un jardín regenerativo evoluciona con el tiempo. Disfrutá del proceso y de los cambios estacionales. Y muy importante: ¡no te frustes!

 

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Fuente: De Raíz

Fotos: Pinterest