La científica, investigadora y bióloga cordobesa Sandra Díaz fue distinguida por la Revista TIME como una de las 100 personas más influyentes del mundo. Este año el listado también incluyó al presidente Javier Milei, Donald Trump, María Corina Machado, Mark Zuckerberg, al cantante Ed Sheeran, entre otros.
Buenos Aires, sábado 19 de abril (PR/25) .- Uno de los principales logros de Díaz es el desarrollo del concepto de “diversidad funcional”, que cambia la forma en que se entiende a la biodiversidad. En lugar de limitarse a contar especies, Díaz profundiza en cómo estas especies interactúan entre sí y con su entorno.
En febrero, Díaz recibió el Premio Tyler de Logro Ambiental 2025, conocido como “el Premio Nobel del Medio Ambiente” y en 2023 el Premio Konex.
Distinción
Oriunda de la ciudad de Bell Ville, Sandra Díaz, nació en 1961, es investigadora superior del CONICET en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV) y docente investigadora en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC)
En el año 2007 desarrolló, junto a un grupo de investigadores, una herramienta metodológica pionera para cuantificar los efectos y beneficios de la biodiversidad de las plantas de un ecosistema determinado. Este avance posibilitó el aporte de conocimientos científicos a los debates sobre modificaciones en el uso de la tierra, un campo con alto nivel de conflicto entre actores sociales.
“Con un millón de las ocho millones de especies de plantas y animales del planeta en peligro de extinción y escasos fondos para proteger la naturaleza, el mundo necesita muchos más líderes como Sandra”, destacó la revista TIME al distinguirla como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo en 2025.
Time eligió describir a Díaz con una analogía: “Los buenos maestros no solo conocen el número de niños en su guardería, sino que también comprenden las características de cada uno y la dinámica de las interacciones en clase. Lo que un buen maestro hace en el aula, la ecóloga Sandra Díaz lo hace por el mundo natural”.
“La mención me tomó totalmente por sorpresa. Me alegra muchísimo en el sentido de que se visibiliza la ciencia en general, como un área que cuenta en el mundo. Y sobre todo se visibiliza la ciencia argentina, su calidad, trayectoria e importancia social”, aseguró la científica en diálogo con Infobae.
“Ojalá esto sea un granito de arena para que cambie la situación de asfixia extrema en la que se encuentra el sistema científico-tecnológico nacional, a pesar de que su trayectoria es reconocida mundialmente desde hace muchas décadas”, resaltó Díaz, acaso en un tiro por elevación dirigido al gobierno nacional.
“La biodiversidad no es solo un conjunto de seres vivos. Es el tapiz entretejido de la vida misma, que sostiene el funcionamiento del planeta y, en última instancia, nuestro bienestar”, subrayó Díaz sobre su investigación.
La revista estadounidense TIME confecciona todos los años una selección de las 100 figuras globales más relevantes dividida en 6 categorías: artistas, líderes, íconos, innovadores, titanes, pioneros. La cientifica argentina es una de los 7 latinos que figuran en la nómina y fue incluida en la categoría innovadores.
Este año la publicación también destacó, entre otros, la influencia del presidente argentino Javier Milei, al mandatario estadounidense Donald Trump y a la mexicana Claudia Sheinbaum, a los empresarios Elon Musk y Mark Zuckerberg, al arquitecto Ma Yansong y al poderoso CEO de BlackRock, Larry Fink. También, a los cantantes Ed Sheeran y Snoop Dogg, la gimnasta Simone Biles, y las actrices Demi Moore y Scarlett Johansson, entre otras personalidades.
Qué es “diversidad funcional”
Uno de los principales logros de Díaz es el desarrollo del concepto de “diversidad funcional”, que cambia la forma en que entendemos la biodiversidad.
Esto significa que, en lugar de limitarse a contar especies, Díaz profundizó en cómo estas especies interactúan entre sí y con su entorno. Como ella misma explicó, “no todas las plantas, ni todos los seres vivos, aportan lo mismo al ecosistema. Algunas fijan carbono, otras controlan el agua, algunas protegen los suelos”.
En este sentido, a través de su investigación, demostró que la naturaleza no está separada de las personas, sino que son parte de ella. Como afirmó en varias entrevistas, “la naturaleza no está ahí afuera, separada de nosotros”.
Esta visión desafía los paradigmas tradicionales que perciben a los seres humanos como ajenos a los ecosistemas. Según Díaz, “estamos conectados con el resto de los seres vivos a través de procesos ecológicos y biológicos, compartiendo un ancestro común y relaciones interdependientes que afectan tanto a nuestra salud como a la de los ecosistemas”.
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Fuente: AGROVERDAD