Buenos Aires, martes, 22 de abril (PR/25) – Hoy es un día triste para quienes defendemos la naturaleza y trabajamos por la vida en el planeta. A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco recordó incansablemente que la humanidad sólo podrá salvarse si también se salva la naturaleza.

La encíclica Laudato Si’ fue un hito fundamental, al vincular religiones, países y personas en torno a la necesidad de comprender y enfrentar de manera conjunta los desafíos ambientales y sociales. Su subtítulo, “Sobre el cuidado de la casa común”, resume de forma magistral un mensaje profundo y universal.

“Cuidado” como una necesidad de relaciones empáticas y de ayuda mutua entre las personas, con otros seres vivos y con la naturaleza; “nuestra” y “común” como una invitación a pensar en el bien colectivo, transmitiendo un mensaje de solidaridad, y “casa” como recordatorio de que la Tierra es el hogar compartido con toda su diversidad biológica.

“El Papa Francisco, nos deja un legado poderoso con el mensaje de su encíclica Laudato Si’. Ese mensaje seguirá inspirándonos frente a la crisis climática y de biodiversidad que enfrentamos. Continuará tocando conciencias y llamando a la acción para lograr una transición justa hacia un mundo más equitativo, donde las personas vivan en armonía con la naturaleza”, expresó Manuel Jaramillo, director general de Fundación Vida Silvestre Argentina, ayer lunes de profundo pesar.

Laudato si’ (Alabado sea) es el título de la segunda encíclica del papa Francisco, firmada el 24 de mayo, Solemnidad de Pentecostés, del año 2015, y presentada el 18 de junio del mismo año. 

12 frases ambientales de la Encíclica Laudato Si

Capítulo VI: Educación y espiritualidad ecológica

#12. “Un cambio en los estilos de vida podría llegar a ejercer una sana presión sobre los que tienen poder político, económico y social. Es lo que ocurre cuando los movimientos de consumidores logran que dejen de adquirirse ciertos productos y así se vuelven efectivos para modificar el comportamiento de las empresas”.

#11. “María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido”.

Capítulo V: Algunas líneas de orientación y acción

#10. “La política y la empresa reaccionan con lentitud, lejos de estar a la altura de los desafíos mundiales”.

#9. “Los países pobres necesitan tener como prioridad la erradicación de la miseria y el desarrollo social de sus habitantes, pero también deben analizar el nivel escandaloso de consumo de algunos sectores privilegiados de su población y controlar mejor la corrupción”.

#8. “La mayor parte de los habitantes del planeta se declaran creyentes, y esto debería provocar a las religiones a entrar en un diálogo entre ellas orientado al cuidado de la naturaleza, a la defensa de los pobres, a la construcción de redes de respeto y de fraternidad”.

 Capítulo IV: Una ecología integral

#7. “¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan? Lo que está en juego es nuestra propia dignidad. Somos nosotros los primeros interesados en dejar un planeta habitable para la humanidad que nos sucederá”.

 Capítulo III: Raíz humana de la crisis ecológica

#6. “Las iniciativas ecologistas pueden terminar encerradas en la misma lógica de la globalización: buscar sólo un remedio técnico a cada problema ambiental que surja es aislar cosas que en la realidad están entrelazadas, y esconder los verdaderos y más profundos problemas del sistema mundial”.

Capítulo II: El Evangelio de la creación

#5. “Quienes se empeñan en la defensa de la dignidad de las personas, pueden encontrar en la fe cristiana los argumentos más profundos para ese compromiso”.

Capítulo I: Lo que le está pasando a nuestra casa

#4. “Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año. La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”.

#3. “La mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos a causa de la actividad humana”.

#2. “Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales. Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje. No tenemos derecho”.

Introducción: el cuidado de la casa común

#1. Laudato si’, mi’ Signore » – « Alabado seas, mi Señor », cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: « Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba ».

Fuentes:

Fundación Vida Silvestre

Red por la Justicia Ambiental en Colombia

Primicias Rurales