Barcelona, jueves 29 mayo (PR/25) — La Gran Muralla china serpentea como un dragón a través de nubes y montañas infinitas. Esta impresionante fortificación fue construida para proteger al imperio chino de las invasiones de los pueblos del norte.
La emblemática imagen de la Gran Muralla que hoy conocemos se remonta a los siglos XV y XVI, cuando los emperadores Ming reconstruyeron la estructura defensiva al norte de su imperio. Durante este período, la muralla fue equipada con una serie de torres conectadas que servían para la comunicación, defensa y almacenamiento de provisiones.
A continuación te contamos 3 curiosidades sobre la Gran Muralla china que quizás no sabías.
1. La estructura más larga construida por el ser humano
La Gran Muralla no es una sola estructura continua. En realidad, es un complejo entramado de murallas construidas y reconstruidas a lo largo de dos mil años, que en ocasiones se entrecruzan, ramifican e incluso avanzan en paralelo. Por su recorrido serpenteante se ha vinculado su imagen a la de un enorme dragón, de 21.200 km de largo, símbolo de la monarquía imperial en China.
Este sistema entramado incluye diversas secciones que fueron levantadas en diferentes épocas y por diferentes dinastías, cada una adaptada a las necesidades defensivas de su tiempo. Algunas partes, construidas durante la dinastía Qin, son más rudimentarias en diseño y materiales a las murallas erigidas más tarde bajo la dinastía Ming, donde se empleó un diseño mucho más avanzado que incluía torres de vigilancia y puertas fortificadas.
Además, las distintas secciones de la muralla no sólo servían para la defensa militar, sino también para el control de rutas comerciales y la administración de las fronteras. Este intrincado sistema refleja la evolución de la estrategia militar china y su capacidad para adaptarse a los desafíos cambiantes a lo largo de los siglos.

2. Cientos de tumbas bajo la Gran Muralla
Aunque no hay evidencia escrita o arqueológica, se cree que cientos de personas perdieron la vida durante la construcción de la Gran Muralla china y que sus cuerpos quedaron enterrados bajo la obra.
En la construcción participaron diversos grupos, desde soldados hasta campesinos que fueron forzados a dejar sus tierras y trasladarse al norte, obedeciendo las órdenes del emperador. Junto a ellos, también estaban los prisioneros del Estado. Durante el reinado de Qin Shi Huangdi, China se transformó en un estado autoritario donde cualquier violación de la ley se castigaba severamente. Como resultado, no faltó mano de obra, alimentada en gran parte por las condenas a trabajos forzados.
La Gran Muralla no se limitaba a ser una simple barrera defensiva. También simbolizaba la visión china del mundo exterior. Para los chinos, la muralla delineaba la frontera entre la civilización, que ellos representaban, y los «bárbaros», como los hunos, turcos, y mongoles, que ponían en peligro la estabilidad del Imperio.
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3. Humo de día, fuego de noche
A lo largo de la Gran Muralla, cada 800 metros aproximadamente, se levantaron torres de vigilancia en puntos estratégicos acompañadas por fortificaciones. Estas estructuras estaban ocupadas por unidades militares responsables de detectar y prevenir ataques enemigos, así como de detener cualquier intento de invasión del territorio chino.
Las torres de vigilancia eran parte esencial del sistema de defensa y se situaban a una distancia apropiada para poder transmitir rápidamente mensajes y señales de alarma (humo durante el día y fuego durante la noche). Además, las torres almacenaban equipos defensivos, suministros y reservas de agua, lo que permitía a los guardianes resistir durante períodos prolongados de vigilancia.

Para visitar la Gran Muralla desde Pekín, lo más conveniente es explorar la sección de Badaling, situada a 70 kilómetros al noroeste de la capital, o la zona de Mutianyu, ligeramente más alejada pero con menor cantidad de visitantes, por lo tanto más tranquila.
La Gran Muralla china no solo es un monumento impresionante de ingeniería, sino también un símbolo eterno de la resistencia y el ingenio de la civilización china. Su magnitud y complejidad reflejan siglos de historia y estrategia militar, marcando un legado perdurable en el patrimonio cultural global. En tu próximo viaje a China, no dejes de visitar la Gran Muralla y ser parte de la historia de la humanidad.
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Fuente: GrandVoyage