Los insumos biológicos se presentan como una complementación en la agricultura con un desafío claro: seguir creciendo en el continente con la mirada puesta en la productividad

Buenos Aires, sábado 7 de junio (PR/25) .- El productor agropecuario de hoy no sólo busca rendimiento: quiere eficiencia, rentabilidad y sustentabilidad. Y en ese nuevo paradigma, los productos biológicos dejaron de ser una promesa lejana para convertirse en aliados clave en el manejo de los cultivos.

De norte a sur, América Latina vive una transformación: más hectáreas tratadas con biológicos, nuevas tecnologías en el campo, marcos regulatorios más ágiles y una convicción creciente de que la salud del suelo y del negocio pueden ir de la mano.

El cambio no es solo técnico, es cultural. Cada vez más productores, asesores y empresas entienden que los biológicos permiten adaptarse mejor a contextos climáticos inciertos, reducir residuos, cumplir con certificaciones internacionales y acceder a mercados exigentes.

Además, con precios más competitivos y mayor desarrollo tecnológico, estos insumos se vuelven cada vez más accesibles y confiables.

Un escenario en movimiento

Aunque el 2024 trajo desafíos económicos y climáticos, Latinoamérica está atravesando un proceso acelerado de adopción de productos biológicos. Brasil marca el ritmo: la soja representa el 55% del uso de bioinsumos, seguida por el maíz (27%) y la caña (12%).

La nueva Ley de Bioinsumos simplifica registros, fomenta la producción on-farm y redefine su marco normativo. Se estima que el mercado brasileño alcanzará los R$ 5,62 mil millones en la campaña 2024/25.

México avanza con fuerza en cultivos de exportación como aguacate y berries, mientras que Argentina consolida el uso de biofertilizantes y bioestimulantes, especialmente en soja, maíz y trigo. Colombia y Perú, por su parte, ganan tracción en café, banano y hortícolas, con foco en calidad y trazabilidad.

Cuando el contexto aprieta, lo biológico responde

En un año difícil, con márgenes ajustados y escaso acceso al crédito, los productos biológicos no solo resistieron; ganaron espacio. Su menor impacto ambiental, mayor competitividad en costos y capacidad de generar valor en mercados exigentes los vuelven una herramienta clave.

En Brasil, por ejemplo, entre las campañas 2023/24 y 2024/25, los costos por aplicación de biológicos bajaron entre un 12% y un 23% según el tipo de producto.

Sin embargo, aún persisten barreras: falta de disponibilidad en puntos de venta, escasa capacitación técnica y desafíos en formulación y compatibilidad. Como advierte Ignacio Moyano, vicepresidente para LATAM de DunhamTrimmer: “el productor decide en el momento. Y si no tenés el producto en el lugar y la hora justa, perdiste la oportunidad”.


Un congreso clave para entender el presente y el futuro

En este contexto, el Congreso CASAFE 2025 se posiciona como un espacio clave para repensar el rol de los bioinsumos en la agricultura moderna. Con foco en innovación, tecnología y buenas prácticas agrícolas, reunirá a expertos, empresas y referentes del sector.

En el evento, Moyano será uno de los protagonistas del panel “Mercado de Biológicos: ¿Dónde estamos?”, donde compartirá su visión sobre la evolución del mercado global de bioinsumos.

Junto a referentes locales como Luis Mogni (SomeraS.A.S.), analizarán tendencias, segmentos emergentes y oportunidades de crecimiento tanto a nivel internacional como argentino. El objetivo será entender en qué punto se encuentra el universo biológico y hacia dónde se dirige en esta nueva etapa del agro.

La revolución ya empezó

La innovación no se detiene. Aparecen tecnologías como la fijación biológica de nitrógeno vía foliar, co-formulaciones bio-químicas, e incluso soluciones disruptivas como el control de malezas con calor o láser. América Latina, con su diversidad de cultivos y apertura a la innovación, tiene todo para liderar esta transformación.

Con una proyección de crecimiento anual del 14,65% hasta 2030 (DunhamTrimmer), los biológicos ya no son una tendencia: son una necesidad estratégica. Porque la revolución biológica redefine cómo producimos, cómo cuidamos el suelo y cómo competimos en el mercado global.

Primicias Rurales

Fuente: DunhamTrimmer