Hay una razón para que la fiesta de la preciosa sangre de Cristo aún se celebre en julio, aunque oficialmente se haya movido del calendario, veamos por qué
Una devoción particular en la Iglesia católica, relacionada con la Pasión de Cristo, consiste en honrar su preciosa sangre.

Buenos Aires, miércoles 2 julio (PR/25) — Honrar su preciosa sangres es un reconocimiento del sacrificio de Jesús y de cómo derramó su sangre para la salvación de la humanidad.

Además, esta sangre se hace presente a través del don de la Eucaristía y es algo que podemos consumir en la Misa, junto con el cuerpo de Cristo, bajo la apariencia de pan y vino.

Cómo inició la devoción a la Preciosa Sangre de Cristo

Con el tiempo, la Iglesia desarrolló varias fiestas de la preciosa sangre, pero no fue hasta el siglo XIX cuando se estableció una fiesta universal.

Durante la Primera Guerra Italiana por la Independencia en 1849, el Papa Pío IX se exilió a Gaeta.

Fue allí con Don Giovanni Merlini, tercer superior general de los Padres de la Preciosa Sangre.

Mientras la guerra seguía en su apogeo, Merlini le sugirió al papa Pío IX que creara una fiesta universal a la Preciosa Sangre para rogar a la ayuda celestial de Dios para que terminara la guerra y llevar la paz a Roma.

Pío IX posteriormente hizo una declaración el 30 de junio de 1849 de que tenía la intención de crear una fiesta en honor de la Preciosa Sangre. La guerra pronto terminó y regresó a Roma poco después.

La proclamación de la fiesta

El 10 de agosto lo hizo oficial, y proclamó que el primer domingo de julio se dedicara a la Preciosa Sangre de Jesucristo. Más tarde, el papa Pío X asignó el 1 de julio como la fecha fija de esta celebración.

Después del Concilio Vaticano II, la fiesta se eliminó del calendario, pero se estableció una Misa votiva en honor de la Preciosa Sangre que se puede celebrar en el mes de julio (como en la mayoría de los otros meses del año).

Por estas razones, todo el mes de julio se dedica tradicionalmente a la Preciosa Sangre, y se alienta a los católicos a meditar sobre el sacrificio profundo de Jesús y el derramamiento de su sangre por la humanidad.

A continuación se muestra la oración de apertura de la Misa votiva, así como una oración adicional que puede usarse como nuestra propia meditación u oración personal durante el mes de julio.

Oración

“Oh Dios, que por la Preciosa Sangre de tu Unigénito has redimido al mundo entero,
conserva en nosotros la obra de tu misericordia,
para que, honrando siempre el misterio de nuestra salvación,
Podamos merecer la obtención de sus frutos.
Por nuestro señor Jesucristo, tu Hijo.
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

Admitido a tu mesa sagrada, oh Señor, hemos sacado con alegría el agua de las fuentes del Salvador: Oh, sangre, te suplicamos, te conviertas en una fuente de agua que brota de la vida eterna”.

 

Por qué es bueno rezar el rosario de la Preciosísima Sangre de Jesús

En los momentos de nuestra vida en los que no sentimos el amor de Dios, lo más beneficioso es reflexionar sobre la crucifixión de Jesús y su Sangre Preciosísima

Una forma de entrar la Pasión de Jesús es reflexionar sobre las heridas que sufrió y la Sangre que derramó debido a ellas.

En aquellos momentos de nuestra vida en los que no sentimos el amor de Dios, lo más beneficioso para nosotros es reflexionar sobre la crucifixión de Jesús y todas las heridas que sufrió por su amor hacia nosotros.

Eso nos refresca la memoria sobre el gran dolor que soportó Jesús y la profundidad de su amor.

Esto se trata de una antigua devoción en la Iglesia, una que tiene sus orígenes en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, en la Primera Carta de san Juan leemos:

“Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado”.

A continuación presentamos una breve guía de la hermosa devoción a la Pasión de Jesús que se llama “Rosario a la Preciosa Sangre de Cristo”. Contiene poderosas oraciones que se pueden rezar con un rosario normal.

Cómo rezar el rosario de la Preciosísima Sangre de Cristo

burkina faso

En la primera cuenta grande, recita el Credo de los Apóstoles:

Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.

A continuación, recita la siguiente oración:

Que la Preciosa Sangre que brota de la sagrada cabeza de nuestro Señor Jesucristo nos cubra ahora y siempre. Amén.

Por cada década de las cuentas, hay una herida diferente de Jesús para reflexionar.

1La mano derecha de nuestro Señor Jesús es clavada

Recita la siguiente oración:

Por la preciosa llaga de tu mano derecha y por el dolor causado por el clavo que la atravesó la Preciosa Sangre que brota de ella salve a los pecadores del mundo y convierta muchas almas. Amén.

Permanece en la misma cuenta y reza un Padre Nuestro y un Avemaría.

A continuación, en las cuentas pequeñas reza:

“Sangre Preciosa de Jesucristo, sálvanos a nosotros y al mundo entero”.

Al final de cada década repite “Gloria”:

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

2La mano izquierda de nuestro Señor Jesús es clavada

Recita la siguiente oración:

Por la preciosa llaga de tu mano izquierda y por el dolor causado por el clavo que la atravesó la Preciosa Sangre que brota de ella libere almas del purgatorio y proteja a los moribundos de los ataques de los espíritus infernales. Amén.

Repite la misma secuencia como en el primer misterio.

Close up of metal crucifix with Jesus

3El pie derecho de nuestro Señor Jesús es clavado

Recita la siguiente oración:

Por la preciosa llaga de tu pie derecho y por el dolor causado por el clavo que lo atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella cubra los cimientos de la Iglesia católica contra los planes del reino oculto y los hombres malignos. Amén.

Repite la misma secuencia como en el primer misterio.

4El pie izquierdo de nuestro Señor Jesús es clavado

Recita la siguiente oración:

Por la Preciosa Sangre de tu pie izquierdo y por el dolor causado por el clavo que atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella nos proteja en todos nuestros caminos de los planes y ataques de los espíritus malignos y sus agentes. Amén.

Repite la misma secuencia como en el primer misterio.

5El sagrado costado de nuestro Señor Jesús es traspasado

Recita la siguiente oración:

Por la preciosa llaga de tu sagrado costado y por el dolor causado por la lanza que lo traspasó, la Preciosa Sangre y agua que brotan de ella sane a los enfermos, resucite a los muertos, solucione nuestros problemas presentes y nos enseñe el camino hacia nuestro Dios para la Gloria eterna. Amén.

Repite la misma secuencia como en el primer misterio.

Cuando llegues al final del rosario, reza estas oraciones:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo, te honramos, te alabamos y te adoramos por tu obra de eterna alianza que trae paz a la humanidad. Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús. Consuela al Padre todopoderoso en su trono, y lava los pecados del mundo entero. Que todos te reverencien, oh Preciosa Sangre, ten misericordia. Amén.

Sacratísimo Corazón de Jesús, ten misericordia de nosotros.
Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros.
San José, esposo de María, ruega por nosotros.
Santos Pedro y Pablo, rueguen por nosotros.
San Juan al pie de la Cruz, ruega por nosotros.
Santa María Magdalena, ruega por nosotros.
Todos los grandes santos de nuestro Señor, rueguen por nosotros.

Fuente: Aleteia

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