Carlo Acutis encarnó una fe viva a través de su preocupación por los más pobres. En un documental brasileño, estrenado el 13 de mayo, Rajesh Mohur, que lo acompañó durante diez años, relata los pequeños gestos que el adolescente tuvo con las personas sin hogar, incluyendo a Emmanuel
Roma, domingo 6 julio (PR/25) — Carlo Acutis es conocido por muchos como un joven informático con capucha, creador de una exposición sobre milagros eucarísticos. Pero eso es solo una parte de su historia. Beatificado por el Papa Francisco en 2020 y canonizado -próximamente- por el Papa León XIV el 7 de septiembre, este adolescente era un apasionado de la Eucaristía. Asistía a Misa a diario y adoraba al Santísimo Sacramento. Pero su fe también se traducía en actos concretos de amor hacia los demás, especialmente hacia las personas sin hogar.

En un documental brasileño sobre Carlo, A Santidade é Possível – A Vida de Carlo Acutis -producido por Minha Biblioteca Católica y estrenado el 13 de mayo- Rajesh Mohur, un antiguo empleado de la familia Acutis, relata una conmovedora anécdota sobre una de esas veces en las que el joven ayudó a su vecino.

Un día, mientras el niño iba a la iglesia, vio a un hombre sin hogar durmiendo en un trozo de cartón: Emmanuel. Se detuvo. La emoción fue tan fuerte que rompió a llorar delante de Rajesh Mohur. No podía ignorar lo que vio. De vuelta a casa, les pidió a sus padres que le compraran un saco de dormir al hombre y le permitieran llevarle comida a Emmanuel todas las noches. Carlo cumplió su promesa.

“No ignoró el Evangelio”

Rajesh Mohur, quien se convirtió al catolicismo gracias a Carlo, recuerda que el adolescente siempre se interesó por la difícil situación de los pobres. Reservaba porciones de su propia cena para las personas sin hogar y ahorraba para comprar mantas y artículos de primera necesidad.

Un día, al encontrarse con un hombre descalzo en la calle, en el frío milanés, le dio sus propios zapatos y regresó a casa en calcetines. “Era un chico muy especial, con una fe profunda. Me enseñó muchas cosas. (…) Un día, le dije que era extraordinariamente bueno, y me respondió: ‘Yo no hice nada. Fue Dios quien hizo grandes cosas en mí'”, recuerda Rajesh Mohur en el documental.

“No he hecho nada. Es Dios quien ha hecho grandes cosas en mí”

“La santidad es posible”. Esta frase de Carlo se repite varias veces en el documental, ya que el joven no tenía intención de convertirse en un héroe de la Iglesia. Solo quería ser amigo de Jesús, todos los días, sin llamar la atención. En una escena de la película, surge la pregunta: “¿Por qué se hizo santo Carlo?”. La respuesta es: “Porque no ignoró el Evangelio. Lo tomó al pie de la letra”.

En su funeral, el 14 de octubre de 2006, una procesión inesperada apareció a las puertas de la iglesia de Santa María Segreta: personas sin hogar y pobres. Personas que solo él conocía. Personas a las que les llevaba comida, un saco de dormir, unas palabras cariñosas. Fueron ellos quienes, con su presencia, dieron una prueba más de su santidad.

Primicias Rurales
Fuente: Aleteia