Por Daniel Urcía – Presidente de FIFRA. Directivo de IPCVA
Llegamos a mitad de año y para nuestra sorpresa mantenemos un muy buen nivel de faena, superior a nuestras expectativas, totalizando 6.596.771 cabezas. En junio el volumen fue de 1.125.792. En junio hubo 19 días hábiles y por eso la faena promedio fue la más alta del año alcanzando los 60.000 animales por jornada trabajada.
Buenos Aires, sábado 19 de julio (PR/25) .- La faena porcina del primer semestre fue de 4.063.644. En junio sumó 675.695 animales y fue 6% inferior a la de mayo (717.424 cerdos) pero cuando se computa por día hábil mantiene el ritmo de actividad en 35.500 animales. El sector requiere de atención a temas como la informalidad laboral, comercial y sanitaria.
Por otro lado, el buen nivel de operatoria en los frigoríficos permitió mantener los valores al público de las carnes estables por lo que fue muy bajo su impacto en la construcción del índice de precios que mide el INDEC. Esto, sin dudas, es una buena noticia para el consumidor, también da cuenta de las dificultades que hay trasladar los mayores costos industriales al valor final del producto.
En esta nueva realidad económica, donde el control de costos es indispensable, las empresas están revisando todos los gastos como energía, transporte, personal. Es clave estar muy atentos a su evolución.
La mano de obra es un rubro de gran impacto en la construcción del costo industrial. Las paritarias vienen asegurando a los trabajadores el mantenimiento del poder adquisitivo de sus ingresos pero, seguramente, el segundo semestre traerá tensiones porque las ausencias y los costos de las aseguradoras de riesgos del trabajo (ART) están encareciendo sobremanera el costo industrial y promoviendo indirectamente al empleo en informal.
Hay empresas que están pagando casi el 20% de masa salarial en concepto de ART, si a eso se le suman las Contribuciones Patronales el salario se encarece en más del 50 % y se hace inviable el negocio y la competencia contra las situaciones informales.
Por otro lado las ART explican que la judicialidad en Agentina crece a un ritmo de más del 1.000% comparado con países con sistemas similares, lo que nos indica que es un problema estructural del que hay que ocuparse urgente, no solo por el futuro del trabajador de la industrai cárnica, sino para la generación de empleo privado genuino y formal.
A la par de la informalidad laboral, seguimos advirtiendo sobre la informalidad en la faena. El no pago de las obligaciones en término, y la falta de la intimación en término de los organismos de control se vuelven en contra de las empresas cumplidoras, Por el otro lado, la faena clandestina también ha crecido y afecta sobremanera a las pequeñas industrias del interior del país.
Creemos necesario advertir que los intendentes y las autoridades que tienen a su cargo los controles bromatológicos deben tomar conciencia del necesario control de la carne que se comercializa, sin ellos se pueden ocasionar problemas en la salud de los consumidores. Eso no solo es tarea de los organismos nacionales y provinciales, es un deber básico de los municipios.
En conclusión los problemas internos sin resolver vuelven a tener fuerte incidencia en la actividad, problemas que antes disimulaba la alta inflación que tenía la economía argentina.
Primicias Rurales
Fuente: FIFRA