San Ignacio de Loyola nos enseña cómo vivir con sabiduría y liderazgo, inspirando a quienes buscan guiar su hogar, empresa o comunidad con valores cristianos
Buenos Aires, jueves 31 julio (PR/25) — San Ignacio de Loyola, a quien recordamos este 31 de julio, es un fuerte ejemplo en este tiempo. Como fundador de los jesuitas, nos enseña que cada uno podemos guiar nuestra vida con sabiduría y liderazgo.

Su vida y enseñanzas ofrecen herramientas poderosas para quienes desean vivir con sabiduría y liderar desde el corazón, ya sea en el hogar, en una empresa o en una comunidad.

Vivir con sabiduría es vivir con propósito

Descansar en Pascua

«El propósito de Dios al crearnos es sacar de nosotros una respuesta de amor y servicio aquí en la tierra, para que podamos alcanzar nuestra meta de felicidad eterna con él en el cielo».

Para san Ignacio, la sabiduría no era solo conocimiento o inteligencia, sino la capacidad de vivir orientado hacia un fin mayor: servir y amar a Dios en todo. En otras palabras, una vida sabia es una vida con dirección, con sentido, con propósito.

Liderazgo ignaciano: servir, no dominar

San Ignacio proponía un modelo de liderazgo basado en el servicio, la humildad y la empatía. Un líder cristiano, según su visión, no impone, sino que inspira y acompaña.

Siempre fue un modelo de inspiración, mismo que hoy nos invita a obrar con ejemplo, es decir, que nuestras actitudes arrastren a otros hacia el bien.

De tal forma que seamos inspiración para que otros busquen por iniciativa propia a Dios y quieren llevar un estilo de vida con propósito. Eso hace un verdadero líder, motiva sin obligar. Esa fue la técnica que Iñigo llevó a cabo para que muchos vivieran los ejercicios espirituales para vivir profundamente su fe.

Aquí una manera práctica de aplicar sus consejos en las diversas áreas de nuestra vida:

Discernir antes de actuar

1En el trabajo

San Ignacio enseñó la importancia de discernir, es decir, reflexionar antes de tomar decisiones. En el trabajo, esto implica no reaccionar por impulso, sino pensar qué decisión construye el bien común y es más justa o ética.

Tip práctico: antes de tomar una decisión empresarial, preguntarte:
«¿Esto beneficia solo a la empresa o también a las personas que trabajan aquí?»

Busca la magis

Este concepto ignaciano significa «el más» o «lo mejor para Dios». Se refiere a buscar la excelencia con sentido.

2En el hogar

familia de vacaciones en casa siguiendo el ejemplo de san Ignacio de Loyola

Ignacio creía en formar comunidades con valores claros: amor, justicia, servicio, oración, perdón. Un hogar con estos valores no necesita imponer reglas constantemente, porque vive con sentido.

Tip práctico: enseñar con el ejemplo lo que es la paciencia, el servicio y la fe. Eso forma a los hijos mejor que cualquier sermón.

3En la comunidad

San Ignacio enseñó que todo lo que hacemos debe ser «para la mayor gloria de Dios» (Ad Maiorem Dei Gloriam), no para nuestra propia imagen.

Tip práctico: en lugar de querer destacar como «el mejor servidor» o el más visible, actuar con humildad, haciendo lo necesario aunque no se note.

«Haz todo como si dependiera de ti, pero confía como si dependiera totalmente de Dios». – Principio ignaciano

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Fuente: Aleteia