Invoca a la Virgen María reconociendo su papel en la manifestación de la misericordia divina, como un bello recordatorio de la fe en la vida espiritual
De la misma manera, con gran confianza podemos acudir a la Santísima Virgen, con la seguridad de que intercederá por nosotros ante su Hijo, como lo hizo en las bodas de Caná:
«Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino». Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía». Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga».
(Jn 2, 1-5).
Invoquemos a María Santísima con amor.

María, hija de Israel, tú has proclamado la misericordia ofrecida a los hombres, de edad en edad, por el amor misericordioso del Padre.
María, tú que has guardado en tu corazón las palabras de salvación, testimonias ante el mundo la absoluta fidelidad de Dios a su amor.
María, Madre atenta a los peligros y a las pruebas de los hermanos de tu Hijo, tú no cesas de conducirles por el camino de la salvación.
Amén.
Primicias Rurales
Fuente: Aleteia