Lo hizo en el marco del ciclo “Para meditar”, en el que periódicamente comparte reflexiones y consejos sobre distintos temas a través de las redes sociales del Arzobispado.
En esta oportunidad, sus consejos fueron:
1. Comprender la vida como un regalo llamado a convertirse en un don para los demás. Dar siempre gracias a Dios y a las familias por todo lo que han hecho por ustedes.
2. El jardín del vecino no es más verde que el de ustedes. Cada jardín tiene sus propias bellezas y sus zonas más áridas que hay que aprender a descubrirlas, cuidarlas y regarlas. Agradecer siempre el propio jardín con todo lo bueno y lo malo que trae.
3. Vivan como piensan y de acuerdo a su Fe, sino terminarán pensando de acuerdo a como viven. Esa es la ruina del hombre y del matrimonio. Sin rumbo y sin proyecto, lo banal y superficial adquiere valor absoluto. Eso es peligroso.
5. Recuerden que es imposible alcanzar la felicidad al margen de la verdad de ustedes y del compromiso asumido. Repasen las promesas que hicieron el día de su matrimonio.
6. He conocido a mucha gente arrepentida de no haber tenido más hijos. Jamás he conocido a alguien arrepentido de haber dado muchos hijos a la sociedad, a la familia y a la Iglesia. Los hijos son un don, el don más excelso, ábranse a él sin temor. De hecho, ustedes mismos son exactamente eso.