Tener presente a Dios en tu rutina hace la diferencia para que tu día sea bendecido. Te presentamos seis sencillas acciones que puedes realizar desde que te levantas hasta al anochecer
¿Por qué bendecir el día?
Estar acompañados de Dios a lo largo del día nos recordará nuestra fe; además, nos permitirá tener un diálogo constante con Dios. Por eso te compartimos algunas recomendaciones que seguramente podrás incorporar en tu vida cotidiana de manera sencilla.
1Oración de la mañana y de la noche

Elevar un saludo y una oración a Dios al despertar hace la diferencia en el día; así como al anochecer. Al hacerlo iniciamos y cerramos el día con Dios. No dudes en incorporar este acto de amor para que lo primero en que pensemos sea en Dios; y al dormir, con el último que hablemos sea Él.
2Rociar agua bendita
Un sacramental que no puede faltar en tu hogar es el agua bendita. Te recomendamos que cada día rocíes tu hogar con ella mientras haces oración, que puede ser un Padre Nuestro y tres Aves María.
También puedes llevar un poco de agua bendita en tu bolso para que puedas traerla contigo a donde quiera que vayas. De esta manera podrás rociar tu espacio de trabajo o auto. Consigue un recipiente pequeño en cualquier templo o llevaa una botella con el sacerdote de tu parroquia para que la bendiga.
3Usar joyería católica
Llevar un crucifijo, un escapulario, una pulsera o un rosario que te acompañe en tu jornada hará la diferencia. Así mantienes viva tu fe y, a la vez, la expresas a donde quiera que vayas.

4Bendice los alimentos
Antes de cada comida ofrece una pequeña oración y agradece a Dios por los alimentos que ha puesto sobre tu mesa, de tal forma que mantengas la virtud de la gratitud y generosidad al compartir los alimentos con tu familia o amigos.

5Persignarse al pasar por un templo
Antiguamente, al pasar delante de un templo, las personas se persignaban para saludar a Jesús, recordando que Él está presente en el sagrario. Incluso si alguno portaba un sombrero o gorra, se la retiraba como muestra de respeto.
Con el paso del tiempo esta costumbre se ha ido olvidando, ¡pero puedes revivirla!
6Visitar al Santísimo

Sabemos que, por lo general, la rutina es muy ocupada, llena de responsabilidades; sin embargo, dedicar unos minutos al Santísimo Sacramento debería de ser prioridad en nuestra agenda.
Puedes apartar un momento para ir a visitar a Jesús, así como también, aprovechar los espacios de tiempo libre. Algunos aprovechan su horario de comida para ir y visitar a Jesús o bien, al salir del trabajo.
Siempre que tengas la oportunidad de visitar a Jesús, ¡no lo dudes y entra! Dios siempre te está esperando con las puertas abiertas. Existen capillas de adoración que abren las 24 horas, puedes consultar cuáles en internet.
7Rezar en el camino
Al subirte al auto, puedes consagrarte a Jesús y a la Virgen María para que te acompañen en tu camino. Este sin duda es un hábito que puedes empezar a practicar y no dejarlo.
Ya sea si vas solo o acompañado, en auto o en transporte público. De cualquier manera ofrecer tu viaje es una gran manera de pedir la intercesión y cuidado de nuestra Madre Santísima.
Acompañados en todo momento
Estos significativos y sencillos pasos pueden ayudarte a potenciar tu fe y tener un día muy bendecido, en medio de la rutina.
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Fuente: Aleteia