“Para nosotros ya era santo”, asegura Cristian como si la Misa solemne que ha celebrado el Papa León XIV fuese apenas la confirmación oficial de lo que su comunidad vive desde hace tiempo.
Mientras esperaban pacientemente en las inmediaciones de la plaza de San Pedro a que avancen los controles de seguridad, Romina explica con naturalidad que Acutis “ha concedido muchas gracias, que no han sido escritas, pero que para nosotros son grandes milagros”.
Esta periodista les pregunta cuáles y, a pesar de las reticencias previas, accede a compartir este tesoro espiritual que ha devuelto la esperanza a varias personas de su parroquia. “Mi tía soñó con Carlo una noche, y al despertar descubrió que la masa tumoral que le había crecido en el pecho y que le habían encontrado hace había desaparecido de un día para otro”, detalla sin poder evitar la emoción.
Una mujer de su parroquia, que desde años tiene graves problemas de movilidad, escuchó la noticia de la canonización y “sintió un escalofrío que le recorrió la espalda”. A continuación sin saber bien cómo “arrojó al suelo las muletas y empezó a correr”. “Son milagros silenciosos que no están catalogados como tal, pero que han sucedido de verdad”, dice.
Acutis falleció el 12 de octubre del 2006 en Monza. Por eso, ese día de cada 12 de mes, su parroquia celebra una Misa en honor a este santo que desde hoy se convierte oficialmente en un modelo de vida cristiana y se puede poner su nombre a iglesias y capillas en todo el mundo.
A su lado, Sabatino asiente con una sonrisa tímida. No necesita añadir demasiado: basta con estar aquí, con el grupo, como prueba de la certeza de que este muchacho que usó Internet para evangelizar es una presencia viva.
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Fuente: ACI Prensa