Quien desee un buen matrimonio tendrá que esforzarse, pero si invita a Dios a su vida, todo será más llevadero. Reza esta oración todos los días para lograrlo
«Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. Y los bendijo, diciéndoles: ‘Sean fecundos, multiplíquense'» (Gen 1, 27-28).
Miedo a casarse
Un fenómeno que ha cundido entre la juventud actual es el miedo a casarse, y, más aún, a tener hijos. Varios son los motivos que argumentan: la situación económica, la incertidumbre ante el futuro como pareja porque no saben si más adelante seguirán amándose igual – que, obviamente, no será así, pero ese es otro tema – , en fin.
Sin embargo, hay que recordar que el Papa Francisco los animaba en su cuenta de Twitter a emprender esa aventura:
«Queridos jóvenes, no tengan miedo del matrimonio: Cristo acompaña con su gracia a los esposos que permanecen unidos a Él».
Así es que, con la confianza puesta en nuestro Señor Jesucristo, los invitamos a orar juntos todas las noches esta plegaria, recordando que día con día se estarán construyendo como familia cristiana.
Oración
«El amor es paciente, es servicial;
el amor no es envidioso,
no hace alarde, no se envanece,
no procede con bajeza,
no busca su propio interés,
no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido,
no se alegra de la injusticia,
sino que se regocija con la verdad.
El amor todo lo disculpa, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no pasará jamás».
El secreto del Padre Pío para un matrimonio feliz:
Primicias Rurales
Fuente: Aleteia