El Superior General de la Congregación de la Misión, el P. Tomáš Mavrič, CM invita a vivir el Adviento con “los ojos abiertos”, reconociendo la presencia de Cristo en los pobres y renovando el compromiso misionero en el marco del Jubileo de los 400 años del carisma vicenciano y tras la Jornada Mundial de los Pobres.

Roma, jueves 27 de noviembre(PR/25) – El padre Tomáš Mavrič, CM, Superior General de la Congregación de la Misión, ha publicado  su Carta de Adviento 2025, titulada “Un Adviento con los ojos abiertos: para vivir la mística de la caridad”.

El mensaje se enmarca en un año especialmente significativo para la Familia Vicenciana, en el que confluyen dos momentos clave: la reciente Jornada Mundial de los Pobres, celebrada el 16 de noviembre junto al Papa León XIV, y el Jubileo por los 400 años de la fundación de la Congregación de la Misión, que marca cuatro siglos de servicio, misión y evangelización junto a los más necesitados.

En su carta, el P. Mavrič invita a vivir este tiempo con una mirada renovada, capaz de reconocer a Cristo en el sufrimiento humano y en los rostros heridos de la sociedad.

“El Adviento no es solamente un tiempo de preparación litúrgica para la Navidad, sino un camino de conversión de la mirada, para aprender a reconocer a Jesús que viene sin cesar a nuestro encuentro a través del rostro y la persona de los pobres”, señala en el texto.

El Superior General insiste en la importancia de cultivar una “mística de la caridad”, inspirada en san Vicente de Paúl, quien comprendió que el amor cristiano debe expresarse en gestos concretos de justicia y compasión.

San Vicente de Paul y la caridad

La carta recuerda que la verdadera espiritualidad cristiana nace de una fe que mira con lucidez las heridas del mundo y actúa con responsabilidad frente a ellas.

“La fe cristiana es una fe que busca la justicia… Los cristianos son ante todo místicos de ojos abiertos; una mística que conduce ante todo al encuentro con los que sufren”, escribe el P. Mavrič, citando al teólogo Johann Baptist Metz.

P. Tomáš Mavrič

En continuidad con el espíritu de la Jornada Mundial de los Pobres, el Superior General subraya que este tiempo de Adviento exige un compromiso concreto con las personas más vulnerables:

“Mantener los ojos abiertos implica comprometerse en una espiritualidad concreta y cumplir con responsabilidad nuestra misión… El amor encarnado nos despierta y nos abre los ojos a la realidad, pero a condición de que esté enraizado en Jesús”.

 

El mensaje concluye con una llamada a vivir el Adviento como un camino de vigilancia, caridad y esperanza activa:

“Que este tiempo de gracia del Adviento nos encuentre vigilantes en el amor… capaces de mostrar la ternura del Padre y de anunciar la Buena Nueva a los pobres”, anima Mavrič.

La carta completa del P. Tomáš Mavrič está disponible para descarga y libre difusión en la página web de la Congregación. Además, la Congregación recuerda que ya se encuentran publicados los recursos pedagógicos y pastorales sobre Monsieur Vincent y el documental musical Fino alla fine, disponibles en: https://congregatiomissionis.org/es/recursos-pastorales/

 

 

Desde su fundación, la Congregación de la Misión ha estado dedicada a seguir a Cristo evangelizador de los pobres. Fundada por San Vicente de Paúl en París el 17 de abril de 1625, su objetivo principal ha sido atender las necesidades espirituales y materiales de los más desfavorecidos. La misión de la Congregación se resume en su lema: «Evangelizare pauperibus misit me» («Me ha enviado a evangelizar a los pobres»).

La misión de la Congregación de la Misión se centra en tres pilares fundamentales: revestirse del espíritu de Cristo, evangelizar a los pobres y formar a clérigos y laicos para una participación plena en la evangelización. San Vicente de Paúl, junto con sacerdotes como Antonio Portail y Juan de la Salle, fundaron la Congregación con el propósito de realizar misiones populares y ofrecer confesiones generales, especialmente en las áreas rurales y abandonadas de Francia.

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