Un recorrido imperdible por viñedos, pueblos pintorescos y paisajes inolvidables.
La Sierra de los Comechingones, un paisaje que se asemeja a la Toscana italiana. Foto: Agencia Noticias Argentinas / Google
Córdoba, martes 29 abril (PR/25) — En la belleza de las Sierras de Córdoba se esconde una región que, por su belleza y encanto, invita a los turistas a transportarse a un paisaje europeo, más precisamente a la pintoresca región de la toscana italiana en la que el vino se erige como un protagonista ineludible.
Este lugar es la Sierra de los Comechingones, un paraje que se destaca por sus suaves colinas y su arquitectura pintoresca y que es ideal para quienes buscan estar alejados del ruido de la gran ciudad, conectarse con la naturaleza y disfrutar vistas panorámicas que parecen sacadas de un cuento de hadas.
Las sierras cordobesas de esta región están cubiertas por un manto de vegetación, principalmente pinos y algarrobos, mientras que sus valles se entrelazan con pequeñas chacras y caminos rurales que permiten a los visitantes sentir una profunda conexión con la tierra.
En la Sierra de los Comechingones, el turismo rural es una de las actividades más populares. Al igual que en la Toscana, pequeños pueblos con calles empedradas y casas de época invitan a recorrerlos caminando. En localidades como La Cumbrecita o Villa Alpina, los turistas pueden disfrutar de la arquitectura típica de la zona, que remite a un estilo de vida simple y apacible. Estas localidades pintorescas cuentan con cafés, restaurantes y tiendas de artesanías locales, lo que crea una atmósfera relajada y pintoresca.
Los viñedos las sierras cordobesas que se parecen a la “Toscana”
Uno de los mayores atractivos de la región es su vino. Al igual que en Italia, en las colinas de la Sierra de los Comechingones se encuentran varias bodegas que producen vinos de excelente calidad.
Las viñas que crecen en este paisaje tienen la ventaja de un clima ideal: temperaturas moderadas, suelos fértiles y abundante sol, factores que permiten una maduración perfecta de las uvas. Entre las variedades que se cultivan en la región, se destacan el Malbec y el Syrah, aunque también hay una creciente producción de vinos blancos como el Chardonnay. Las visitas a las bodegas ofrecen visitas guiadas, catas de vino y la posibilidad de adquirir productos locales.
Un punto imperdible de la región es el Mirador de los Condores, ubicado a más de 2.000 metros de altura. Desde este punto, los visitantes pueden obtener una vista panorámica impresionante de las montañas que se extienden hasta donde la vista alcanza, similar a las vistas que se pueden tener en las colinas de la Toscana. Además, es un lugar ideal para observar aves, como el Cóndor Andino, una de las especies más emblemáticas de Argentina. El mirador, rodeado por un paisaje natural intacto, ofrece una experiencia única para los amantes de la fotografía y la naturaleza.
Otro aspecto que hace a esta región comparable con la Toscana es la presencia de pequeñas granjas familiares que cultivan productos artesanales como el aceite de oliva, quesos y miel. Muchas de estas granjas están abiertas al turismo, y los visitantes pueden participar en la cosecha de aceitunas o en la elaboración de queso, lo que les permite experimentar de primera mano el estilo de vida rural. Estos productos locales se venden en mercados y ferias, y muchos turistas disfrutan llevarse un trozo de la región en forma de recuerdos gastronómicos.
A lo largo del año, la región recibe turistas tanto nacionales como internacionales, y la mejor época para visitar es durante la primavera y el otoño, cuando las temperaturas son agradables y el paisaje se llena de colores vibrantes. Durante la primavera, los campos se llenan de flores silvestres y el verde de los viñedos es más brillante que nunca. En el otoño, las viñas adquieren tonalidades doradas y rojizas, creando un paisaje digno de una postal.
Además de la belleza natural, la gastronomía de la zona es otro de los grandes atractivos. En los restaurantes locales, los platos típicos cordobeses se combinan con ingredientes frescos de la región y, por supuesto, con los vinos locales. Los turistas pueden disfrutar de una parrillada argentina o de platos de pasta con salsa casera, una fusión que refleja la influencia de la inmigración italiana en la región. Todo esto hace que la experiencia en la Sierra de los Comechingones sea no solo visual, sino también un festín para los sentidos.
Primicias Rurales
Fuente: Agencia NA