Desde su apertura en 2021, Ciro ha evolucionado hasta convertirse en un referente en Buenos Aires, por ofrecer una experiencia culinaria completa bajo el lema “Todo rico. Todo el día”, ya sea para disfrutar de un reconfortante brunch, un almuerzo liviano, una tentadora merienda o desayuno o para finalizar la jornada con una agradable velada.
Con la reciente incorporación de su nueva carta para la temporada otoño/invierno, Ciro ha ampliado aún más su oferta. Entre las novedades se encuentran platos como ravioles de ricota, jamón y nuez, y lasaña rellena de boloñesa y espinaca con ricota, ambos acompañados de salsas como pomodoro, rosa, crema de panceta y pesto. Además, la sección de entradas se ha enriquecido con milanesas de mozzarella, recomendadas para abrir el apetito.
Los amantes de lo dulce no se quedan atrás, ya que su menú también incluye nuevas opciones. Los pancakes energéticos, hechos con harina de avena y almendras, son un excelente comienzo para el día, mientras que los churros, que pueden pedirse con chocolate caliente o un dip de dulce de leche, prometen endulzar las tardes. Un destacado entre las recientes incorporaciones es el alfajor relleno de dulce de leche con un corazón de frutos rojos, que añade un toque innovador a los postres tradicionales.
Ciro no sólo es conocido por sus elaboraciones abundantes y artesanales, sino también por su ambiente acogedor que evoca la calidez de Molfetta, un pueblo costero italiano ubicado en la provincia de Bari que ha inspirado su ambientación. Su decoración, que incluye tonos arena y elementos de madera, además de imponentes murales en las paredes y el frente del local palermitano, crea un espacio para compartir momentos con amigos y familia. Ambas sucursales cuentan con mesas y cómodos sectores al aire libre, en lo que constituye una excelente opción pet friendly para los clientes durante todo el año.
La propuesta de Ciro va más allá de los principales. Su carta incluye un generoso brunch de invierno de alternativas dulces y saladas, como sfogliatella rellena de pastelera, cannoli siciliano, focaccia con mortadella, stracciatella y pesto, además de un alfajor artesanal a elección, yogur con frutas, todo con café de especialidad de Modo Barista, servido en máquina La Marzocco, y dos copas de espumante Freixenet a modo de cortesía (disponible para cada persona que visite el lugar).
Para adaptarse a todos los paladares, cuentan con un menú para niños, elaboraciones vegetarianas y preparaciones sin TACC. Otra de las estrellas es la selección de tortas tamaño XL, perfectas para compartir, disponibles en gustos como pistacho, carrot cake, Matilda, chocotorta, Red Velvet y Alfacake, junto con helados artesanales elaborados con recetas 100% italianas, que se pueden degustar en variedades como chocolate con almendras, sambayón, mascarpone con frutos rojos y dulce de leche tentación. La atención al detalle y la conexión directa con proveedores locales aseguran que cada plato destaque por su autenticidad y perfiles de sabores logrados.
Ciro celebra la calidad y abundancia con su extensa culinaria, pensada para adaptarse a cada momento de la jornada, invitando a disfrutar la rica herencia de la cocina italiana desde el primer bocado.
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Fuente: Newsweek