Barcelona, viernes 20 junio (PR/25) — Viajar por el río Yangtsé es navegar por el alma de China. Con sus más de 6.300 kilómetros, es el río más largo del país -y de toda Asia-, un titán fluvial que ha sido testigo de dinastías, leyendas y revoluciones. Surca valles sagrados, ciudades llenas de vida y paisajes que parecen pintados con tinta china. Pero sobre todo, el Yangtsé es un hilo rojo que une pasado y presente, tradición y modernidad, espiritualidad e ingeniería colosal.

¿Qué hace especial un crucero por el Yangtsé?

Lo primero, el ritmo. El Yangtsé no se visita, se vive. Un crucero por sus gargantas no es sólo un desplazamiento, es una experiencia envolvente. Uno se deja llevar entre montañas esculpidas por el tiempo, acantilados cubiertos de niebla y templos que desafían la gravedad. El paisaje es de postal, pero también lo es la historia. Porque cada tramo del río tiene su relato.

¿Qué son las Gargantas del Yangtsé?

Las famosas Tres Gargantas —Qutang, Wuxia y Xiling— son el corazón escénico del recorrido. Se extienden a lo largo de 200 kilómetros entre Chongqing y Yichang, en la China central. Qutangxia, la más corta y abrupta, es una explosión de verticalidad. Montañas que parecen levantarse en un suspiro, envolviendo al viajero en una sensació de vertigen i reverència.

Wuxia, la más etérea, es conocida por sus picos cubiertos de vegetación y sus formas suaves, como si el paisaje hubiese sido suavizado por el paso del pincel de un artista. Xiling, más extensa y salpicada de rápidos, acoge uno de los logros más ambiciosos de la ingeniería moderna: la presa de las Tres Gargantas.

La Presa de las Tres Gargantas: ¿maravilla o monstruo?

En Yichang, punto final de muchos cruceros, se encuentra la famosa presa. Esta megaconstrucción es la hidroeléctrica más grande del mundo, un coloso de hormigón que ha cambiado para siempre el curso del Yangtsé.

¿Es la presa que, dicen, ha cambiado la velocidad de rotación de la tierra? Oui oui… ¡esa misma! La Presa de las Tres Gargantas ha sido protagonista de uno de los efectos colaterales más insólitos de la ingeniería moderna: según cálculos de la NASA, su construcción alteró ligeramente la rotación de la Tierra.

¿Pero cómo es posible?

La explicación es puramente física. Al almacenar una masa de más de 39.000 millones de toneladas de agua en una zona concreta del planeta, se redistribuyó el peso de la Tierra de forma minúscula pero mensurable. Esto provocó un cambio ínfimo en el eje de rotación y un ligero acortamiento de la duración del día. Concretamente, la rotación de la Tierra se aceleró unas 0,06 microsegundos, y el eje se desplazó aproximadamente 2 centímetros.

Tranquilo, no vas a necesitar ajustar el reloj. Pero no deja de ser fascinante (y un poco inquietante) pensar que una obra humana puede tener repercusiones a escala planetaria. C’est fou, non?

China esencial y crucero por el Río Yangtsé en 14 días

Fengdu y la vida después de la vida

Uno de los lugares más misteriosos del trayecto es la Ciudad Fantasma de Fengdu. Situada en la ribera norte del río, esta antigua ciudad ha sido durante siglos un portal simbólico hacia el más allá en la mitología china. Sus templos están dedicados al juicio de las almas y a los reinos infernales. Es un lugar donde la espiritualidad se mezcla con el arte escultórico, el folklore y el silencio.

Caminar por Fengdu es como entrar en un teatro donde se representa una ópera budista sobre la reencarnación. Te recomendamos no perdértela si tu ruta la incluye.

Shi Bao Zhai, el templo entre las aguas

Otra joya oculta es el templo Shi Bao Zhai, una torre de madera de 12 pisos encajada en un acantilado. Fue construido sin clavos, una proeza de la arquitectura tradicional china. Durante la crecida del río por la construcción de la presa, se construyó un muro de contención para protegerlo. El resultado es un templo flotante que parece surgido de un sueño.

Las corrientes de la Diosa y de Shennong

Las excursiones en pequeños botes por estos afluentes del Yangtsé son un regalo para los sentidos. En la corriente de la Diosa (Goddess Stream), los acantilados estrechos y la calma del agua crean un ambiente casi místico. En la corriente de Shennong, en cambio, los rápidos y la energía del agua transmiten otra vitalidad, más salvaje y telúrica. En ambas, uno siente que ha penetrado en una China secreta, que muy pocos llegan a conocer.

Chongqing y Yichang: dos mundos unidos por el río

La mayoría de los cruceros comienzan o terminan en Chongqing, una megaciudad con más de 30 millones de habitantes. Cosmopolita, caótica y vertical, está llena de contrastes: rascacielos futuristas y callejuelas donde se cocina el famoso hot pot picante. Si tienes tiempo, te recomendamos explorarla antes de embarcarte.

Yichang, por su parte, es una ciudad mucho más pequeña pero vital por su proximidad a la presa. En ella se respira el ritmo tranquilo del Yangtsé que va perdiendo fuerza antes de adentrarse más al este.

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Déjate llevar por el río que dio vida a una civilización.

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Fuente: Blog GrandVoyage