Los besos son signo de curación, reconciliación y amor. Tienen un significado más profundo de lo que se cree según la Biblia y la ciencia. Aquí te contamos
Buenos Aires, martes 15 julio (PR/25) — ¿Se puede curar a una persona con besos? En cierto modo, sí. El Dr. John Gottman, reconocido investigador de las relaciones de pareja, afirma que un beso prolongado de seis segundos puede mejorar la calidad de un matrimonio.
No es casualidad que en muchos idiomas «besar» se asocie con la idea de plenitud y curación. Como explica la Dra. Krystyna Długosz-Kurczabowa:
Besar significa etimológicamente «recomponer, unir, curar». El significado real más antiguo es «desear a alguien (especialmente a alguien que se va de viaje, a la guerra) que vuelva sano»; en segundo lugar, “saludar”, después «tocar con los labios como señal de sinceridad de un deseo», y finalmente el significado moderno «besar al saludar, despedirse o mostrar otros sentimientos positivos».
«Saludaos con un beso santo»
La Biblia no tiene miedo de los besos. No los presenta como reservados exclusivamente a las relaciones románticas, sino como expresiones de amor, gratitud y unión: entre familiares, amigos, discípulos e incluso profetas.
La conmovedora escena de la despedida de Noemí a Rut y Orfa también se desarrolla con besos y lágrimas. Incluso Moisés y Aarón se saludan con un beso de camino a Egipto.
Y aunque es un gesto de ternura, no es sólo un ritual, sino precisamente un signo de bendición, oración y presencia espiritual.
Un beso hiere pero también cura
La Biblia también muestra la otra cara de la moneda. Judas traiciona a su Maestro con un beso. Pero es esta traición la que se convierte en la puerta a la mayor curación – a la Salvación. Jesús, que es traicionado por un beso, también es besado por el Padre – por la resurrección.
El salmista registra proféticamente: «La bondad y la fidelidad se encontrarán; la justicia y la paz se besarán» (Sal 85,11)”. Por tanto, el beso puede ser tanto un signo de traición como un símbolo de reconciliación definitiva.
¿Cuándo fue la última vez que besó a su mujer?
Como sabemos por los consejos del Dr. Gottman, un beso diario, un poco más largo que un simple beso, hace maravillas por el bienestar de la relación conyugal.
Un sacerdote amigo contó que animó a los matrimonios a hacer esto durante un retiro, y al cabo de unas semanas recibió un correo electrónico de uno de los participantes: “Empecé a besarle cada mañana y cada noche, y algo cambió. Empezó a escucharme”.
Besos para bebés – y no sólo para los más pequeños
Todos los padres sabemos cuánto nos atrae besar la cabeza, el pie o la mano de un bebé. Los niños exigen besos, incluso los mayores. Una vida familiar cotidiana llena de besos enseña que demostramos el amor con acciones y gestos concretos.
Y aunque el adolescente a menudo se esconda (al fin y al cabo, es casi un adulto), también recibe un beso cariñoso que le recuerda: se te quiere, siempre eres bienvenido.
Y quizá sean estos besos caseros los que le protejan de buscar el amor a ciegas, donde es fácil salir herido.
¿Qué tipo de beso, para quién?
No todos los besos significan lo mismo. Esto también hay que enseñarlo. Un beso romántico: para el marido o la mujer. Amistoso – para los seres queridos, los niños, la familia.
Todavía existe la hermosa costumbre de besar la mano de una mujer, y el anillo de un obispo, en señal de respeto. En algunos países, al saludarse, se besa a los amigos en la mejilla – es el caso de Polonia, Francia , Hawai.
Por supuesto, hay que enseñar a los niños y jóvenes que no todos los besos son seguros. Que besar no es divertido ni moneda de cambio emocional. No se besa a todo el mundo, y un beso en los labios en nuestra cultura está reservado a las relaciones románticas.
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Fuente: Aleteia
