Los cristianos estamos expuestos a doctrinas y prácticas extrañas que, sin sentirlo, se han colado en nuestra fe, contaminando nuestra vida espiritual
España, lunes 13 octubre (PR/25) — La diversidad de doctrinas y prácticas con la que nos encontramos actualmente han hecho mella en la vida espiritual de muchos cristianos, incluso católicos asiduos a la Iglesia, debido a la enorme cantidad de información que corre por todos los medios a nuestro alcance.
1La Nueva Era
Desde hace algunas décadas las prácticas orientales han gozado de gran aceptación entre los católicos, quizá por seguir una moda o porque algún famoso las recomienda, el caso es que este tipo de corrientes emanadas de la Nueva Era se hizo muy popular en los años noventa del siglo pasado, pero perduran aún en nuestro tiempo.
Así lo mencionan el Consejo Pontificio de la Cultura y el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso en el documento Jesucristo Portador del Agua de la Vida, una reflexión cristiana sobre la «Nueva Era»:
«Las librerías y las emisoras de radio, así como la multitud de grupos de auto-ayuda en numerosas ciudades y capitales occidentales, todos ellos parecen desmentir tal crisis. Parece que, al menos por el momento, la Nueva Era sigue estando bien viva como parte del actual panorama cultural».
El documento advierte que:
«La búsqueda que con frecuencia conduce a una persona a la Nueva Era es un anhelo auténtico: de una espiritualidad más profunda, de algo que les toque el corazón, de un modo de hallar sentido a un mundo confuso y a menudo alienante».
Son numerosas las actividades que tienen que ver con la Nueva Era. Entre las más conocidas están la angelología, el yoga, el feng shui, el reiki, la sanación holística, la aromaterapia, la hipnosis, la meditación no cristiana y toda clase de uso de energías y buenas vibras, atribuir al karma las desgracias, entre otras más.
2Ayahuasca
Resulta un peligro la mezcla de la «espiritualidad» y el uso de sustancias o plantas alucinógenas, como la famosa «ayahuasca«, una bebida psicoactiva originaria de la zona amazónica que provoca alucinaciones y que, junto a prácticas chamánicas, pretenden ayudar al consumidor a sanar y a crecer personalmente.
3Constelaciones familiares
Catalogada como «herramienta terapéutica» , las constelaciones familiares fueron ideadas por Bert Hellinger y pretende sanar las relaciones entre familiares cercanos, sobre todo con aquellos que ya han muerto.
El peligro que conlleva esta práctica es abrir la puerta a los demonios, pues en el afán de arreglar asuntos inconclusos, una persona representa al difunto para que puedan dialogar con él.
En el libro del Deuteronomio, Dios prohibió al pueblo de Israel hablar con los muertos:
«Que no haya entre ustedes nadie que inmole en el fuego a su hijo o a su hija, ni practique la adivinación, la astrología, la magia o la hechicería. Tampoco hará ningún encantador, ni consultor de espectros o de espíritus, ni evocador de muertos»
(Dt 18, 10-11).
Formarnos en la fe que profesamos
Hemos enumerado solamente unas alternativas que la gente utiliza para encontrar salud física y psíquica o para mejorar sus vidas en todos los rubros. Sin embargo, es importante que los cristianos se formen correctamente en su fe para que no pierdan el rumbo.
Nuestra razón de ser en este mundo es conocer, amar y servir a Dios y rechazar todo lo que pueda alejarnos de Él, y como nos podemos dar cuenta, cada vez encontramos más prácticas que resultan peligrosas para el cristiano promedio.
Por ello, es importante formarnos en la fe que profesamos y analizar a conciencia las tendencias de moda para que evitemos el riesgo de contaminar nuestra vida física y espiritual.
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Fuente: Aleteia