Buenos Aires, 16 octubre (PR/19) — La Iglesia católica celebra hoy el día de San Gerardo María Mayela, protector de las embarazadas y parturientas.
Redentorista, su vida estuvo plagada de hechos extraordinarios, bendecida con gracias sobrenaturales.
Nacido en Muro, Italia, el 6 de abril de 1726, sus padres eran pobres y fue siempre un modelo de virtud.
Sus 29 años de vida están regida por hechos sobrenaturales, como su primera comunión que realizó con el arcángel San Miguel, que le concedió esa gracia a los ocho años.
Su generosidad no tenía fondo y además de repartir lo que ganaba entre su madre y los pobres, destinaba el resto a misas para rescate de las almas del purgatorio; sus jornadas estaban presididas por la oración y severas disciplinas.
Gerardo era un trabajador nato, admirable por su caridad y generosidad.
Sus gestos de desprendimiento, la disponibilidad para ayudar a todos, su celo apostólico y tantas virtudes que se apreciaban en él ponían de manifiesto que era un alma santa, mimado por Dios.
Una vez rogó ayuda a una imagen del Niño Jesús para recuperar las llaves de la casa del prelado para el que trabajaba que se le cayeron al pozo y el Niño Dios las extrajo del mismo.
Falleció el 16 de octubre de 1755 de una enfermedad del pulmón; León XIII lo beatificó en 1893 y Pío X lo canonizó el 11 de diciembre de 1904.

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