Miles de fieles celebran a San Cayetano, el patrono del pan y el trabajo

Miles de fieles celebran a San Cayetano, el patrono del pan y el trabajo

Buenos Aires, 7 agosto (PR/22) — Miles de personas desfilaban en la fría madrugada de hoy domingo por la parroquia de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, que tras dos años de pandemia volvió a abrir sus puertas a la feligresía para celebrar al patrono del pan y el trabajo en un su día.

Con las tradicionales campanadas, después de que la banda de la policía federal tocara el himno nacional, a las 0 del domingo los sacerdotes abrieron las puertas de hierro del templo de la calle Cuzco lo que dio inicio a la festividad católica que se realiza en simultáneo en varias parroquias de todo el país.

La llamada Fiesta Grande lleva por lema este año “Gracias San Cayetano por acompañarnos, ayudanos a cuidarnos como hermanos” y la misa central fue presidida, a las 11, por el cardenal Mario Aurelio Poli.

Los devotos del santo realizaron la noche del sábado más de cinco cuadras de fila en las veredas cercanas al santuario, donde se ubicaron con sillas plegables, ponchos y termos con mate o café, donde se congregaron grupos de familiares, de compañeros de trabajo o incluso de fieles que se conocen de participar en ediciones anteriores.

Entre ellos, un grupo de boy scouts distribuía mate cocido y tortas fritas, mientras que en el escenario montado frente al santuario distintos grupos musicales animaron la noche con repertorios religiosos y folclóricos.

A metros del escenario, se desplegaban las vallas que separan a las filas de los promesantes, la conocida como “fila lenta” de quienes se detienen frente a la imagen del santo, y la “fila rápida”, que pasa a saludar la imagen sin detenerse.

Además, las autoridades de la parroquia anunciaron que este domingo habrá misas y bendiciones durante toda la jornada.

En Rosario, el obispo Eduardo Martín convocó a la feligresía “a caminar junto a San Cayetano desde el Santuario en calle Buenos Aires al 2100 hasta la plaza de la Libertad donde celebraremos la Santa Misa pidiendo por el pan, trabajo y paz para todo nuestro pueblo”.

Asimismo, en la ciudad de Buenos Aires, la CTA, la UTEP y los Movimientos Populares anunciaron que marchaban este domingo, desde las 8, para pedir “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo” desde la esquina de Cuzco y avenida Rivadavia, en Liniers hasta el cruce de las avenidas 9 de Julio y de Mayo, donde realizarán un acto, cerca de las 14.

Esta manifestación, que comenzó a realizarse en 2016 en rechazo a las medidas económicas del macrismo, se convirtió en una reedición de las congregaciones populares de 1930 y de la movilización organizada por la CGT en 1984 en terrenos adyacentes a la parroquia.

En tanto, en la localidad bonaerense de San Cayetano, al sur de Necochea, la celebración se extendió todo este fin de semana con ferias artesanales y la procesión central, que se realizará este domingo, a las 13, cuando los vecinos recorren las calles en peregrinación, cantando hasta participar de la misa de campaña que suele finalizar con el reparto de panes, espigas y estampitas.

La imagen de San Cayetano, oriunda de Italia, arribó a la zona de Liniers en 1875 con las monjas del divino Salvador, que fundaron una capilla y un colegio dedicados al patrono de la Providencia, tras lo cual se construyó el templo en 1900 y fue consagrado parroquia en 1913.

La devoción por San Cayetano se hizo popular a partir de la crisis de 1930, cuando ante la desesperación de los sectores obreros, el párroco Domingo Falgioni organizó una pastoral que impulsó la veneración del santo, que comenzó a ser el del “pan y el trabajo”.

Y, desde entonces, se hizo tradición en el país la concurrencia masiva de trabajadores locales y de países limítrofes cada 7 de agosto a pedir o agradecer por el trabajo y sus intenciones particulares.

Primicias Rurales

Fuente: TELAM

«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.

«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,24-28):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con majestad.»

Palabra del Señor

Día del Párroco y del Cura de Ars

Día del Párroco y del Cura de Ars

Buenos Aires, 4 agosto (PR/22) — El día del Sacerdote y Párroco se celebra cada 4 de agosto en honor al fallecimiento de San Juan Bautista María Vianney (1786-1859), conocido como el “Santo Cura de Ars”, su nombre proviene del pueblo en Francia en donde sirvió por muchos años: Ars-sur-Formans.

Cada 4 de agosto la Iglesia Católica celebra a San Juan Bautista María Vianney (1786-1859), el Santo Cura de Ars, patrono de todos los sacerdotes y de manera especial de los párrocos.

Se le conoce como Santo Cura de Ars por el nombre del pueblo francés donde sirvió como sacerdote y párroco: Ars-sur-Formans. Ars está ubicado a 30 km de la ciudad de Lyon (Francia).

Un agitado comienzo

San Juan María Vianney nació en Dardilly (Francia), el 8 de mayo de 1786. Fue el tercero de seis hermanos de una familia de campesinos.

Estudió por un breve tiempo en la escuela comunal de su pueblo; luego, en 1806, se crea una escuela especial para aspirantes a eclesiásticos, a la que el joven Juan María ingresó. Sin embargo, allí tuvo sus primeros sinsabores: Juan María parecía muy limitado para el estudio.

Con mucho esfuerzo adquirió los conocimientos mínimos de aritmética, historia, y geografía, mientras que con el estudio del latín todo se le hizo cuesta arriba. Para su mal, esta es la lengua eclesiástica por excelencia, y sus maestros pudieron haberle cerrado las puertas de la formación. Sin embargo, no fue así. Uno de sus compañeros, Matthias Loras, futuro obispo de Dubuque, solía ayudarlo con las lecciones y pudo salvar la materia.

Ese mismo año, 1806, Juan María sería dispensado del servicio militar por ser aspirante al sacerdocio. Esa situación se mantuvo hasta 1809, año en que fue reclutado para el ejército de Napoleón y enviado a Lyon: su destino sería ser parte de las fuerzas invasoras en España.

Para el 6 de enero de 1810, Juan María había desertado, haciéndose pasar por un tal Jerónimo Vincent. Tuvo que ocultarse por un tiempo hasta que llegó, en octubre de ese año, a casa del párroco Balley. El 28 de mayo de 1811, el santo recibiría la tonsura.

 

 

Primicias Rurales

Fuente: Redacción ACI Prensa

«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.

Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,13-23):

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremias o uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías. Desde entonces empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenla que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tema que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.»
Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.»

Palabra del Señor

«Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»

«Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»

Lectura del santo Evangelio según san Mateo (15,21-28):

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.»
Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.» En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor

«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.

«¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?»

Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,22-36):

Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»
Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.»
Él le dijo: «Ven.»
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame.»
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.»
Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto, y cuantos la tocaron quedaron curados.

Palabra del Señor