Sep 2, 2025 | Medjugorje
El empujón final para que Ottmar dijera sí al sacerdocio vino en Medjugorje. «Yo no sabía que Dios tenía un plan para mí relacionado con Medjugorje», dijo
Buenos Aires, martes 2 septiembre (PR/25) — Ottmar Tovar Almanza es un sacerdote ordenado el año pasado en la Arquidiócesis de San Antonio, Texas. Nació en Ciudad de México hace 32 años —en 1993—,donde residió hasta la edad de 12, junto a su mamá, su papá y su hermana mayor; pero entonces sus padres se divorciaron.
Él explica: «Su matrimonio no funcionó, así que mi mamá y yo nos vinimos para San Antonio porque toda la familia de mi madre vivía aquí desde hace mucho tiempo: abuelos, tíos, primos. Llegué aquí en julio del 2005». Hoy es un sacerdote que atiende a los hispanos en San Antonio Texas, conoce un poco de su historia.
El descubrimiento de su vocación
El padre Ottmar reflexiona sobre su llamado vocacional: «Primero que nada se debe a la elección de Dios. Estoy convencido de que, cuando me creó, Él ya lo sabía».
Lo que hubo después fue un proceso mediante el cual Ottmar fue descubriendo esa vocación: «Yo ya la sentía en mi interior, y se fue confirmando con los acontecimientos externos».
«Obviamente influyeron muchas cosas —sostiene—; primero que nada, la fe que recibí de mi mamá. Ella estudió la carrera en Teología, así que es una persona muy bien formada, pero además su espiritualidad personal es de una fe muy grande».
«También influyó el sacerdocio de mi primer párroco, el padre Heliodoro Díaz López, que todavía sirve en la Arquidiócesis de México. Cuando yo era niño tuve esa figura sacerdotal realmente tan santa, pues él es un hombre completamente enamorado de su sacerdocio, enamorado del Señor y de la Santísima Virgen, enamorado de la Iglesia. Realmente eso me lo transmitió, así que de niño yo quería ser como él».
A pesar de la familia rota
Ottmar nunca se alejó de Dios, a pesar del divorcio de sus padres. «Yo creo que eso me acercó más, definitivamente. Tuve que aceptar algunas cosas y, con la Gracia de Dios, permitir que el Señor empezara a sanarme».
«Hay sacerdotes o compañeros seminaristas que vienen de familias que siempre fueron muy católicas, y sus papás llevan 40, 50, o 60 años de casados y son grandes ejemplos matrimoniales, lo cual es una bendición. Pero en mi caso puedo entender a aquellas personas que vienen de una familia rota; obviamente eso es una herida, una situación dolorosa, pues cuando una pareja se casa no lo hace con la intención de fracasar; al contrario, se casa con la intención de permanecer unidos toda su vida».
Un viaje clave
El empujón final para que Ottmar dijera sí al sacerdocio vino de Medjugorje. «Mi relación con Medjugorje empezó cuando yo era niño y conocí, gracias a mi párroco, todo lo que ahí pasaba. Así que yo crecí con la advocación de María Reina de la Paz, cuya imagen estaba en mi parroquia. Pero yo no sabía que Dios tenía un plan para mí relacionado con Medjugorje».
Ottmar estaba estudiando el último semestre de la carrera de Ministerio Pastoral y se hallaba a unas semanas de graduarse, dándose cuenta de que era tiempo de decidir qué hacer con su vida. «A mi llamado vocacional yo lo había hecho a un lado por miedos. La verdad es que yo sí me resistía en ese momento, diciéndome que Dios no me podía estar llamando».
«Entonces mi papá me dio la oportunidad de ir a Medjugorje, mi sueño de toda la vida. Mi primera peregrinación fue en marzo del 2016. Y fui a eso: fui a preguntarle al Señor si el sacerdocio era lo que Él quería para mí».
«La pregunta se la hice en una adoración en la parroquia Santiago Apóstol, y la respuesta llegó al día siguiente. No fue nada extraordinario, yo jamás en la vida he tenido alguna experiencia sobrenatural; simplemente escuché el testimonio de conversión de Patrick y Nancy Latta, que son una pareja de canadienses que dejaron todo tras una experiencia muy profunda de encuentro con el Señor a través de los mensajes de la Virgen».
«Patrick nos dijo que el sacramento de la confesión fue lo que terminó de sellar ese encuentro. Y, cuando él cuenta su experiencia, siempre pide que, si hay sacerdotes presentes, pasen al frente, y entonces les dice: ‘Ustedes tienen las llaves del Cielo; ustedes nos abren la puerta a nosotros. Por eso lo que ustedes hacen es lo más grande que existe en el universo'».
«Cuando yo escuché eso, se juntaron como las piezas de un rompecabezas, y se juntó todo con el deseo que yo tenía de hacer algo muy grande y que hasta entonces no sabía qué era».
Segunda peregrinación
Ese mismo año, el papá de Ottmar le ofreció la oportunidad de regresar a Medjugorje. Llegó en agosto y se quedó a vivir ahí por 4 meses. «Era para prepararme espiritualmente para mi ingreso al seminario».
«Y ahí empezó mi conversión realmente, a pesar de que yo había estado toda mi vida muy acercado a Dios, a la Iglesia y a la Santísima Virgen. Fue mi camino de vivencia seria de la fe y del Evangelio. Fue como un curso intensivo en la escuela de la Virgen, porque me dio las bases sólidas de la vida espiritual para lo que Dios iba a hacer conmigo».
Descubriendo la paternidad
Aunque a Ottmar le tocó pasar de la adolescencia a la edad adulta extrañando la presencia de su padre, eso no le impidió descubrir la grandeza de la paternidad, e incluso abrazarla.
Cuenta: «Cuando cumplí 30 años empecé a descubrir lo que es la paternidad. Obviamente yo no soy papá ni lo voy a ser físicamente hablando, pero comenzó a despertarse en mí ese instinto paternal que todos los hombres tenemos: el querer proteger, el querer dar vida, el querer ser fecundos».
«Para mí fue un entender que el sacerdocio es mi manera de ser padre; no me voy a casar ni voy a tener hijos propios, pero no importa porque voy a tener muchos hijos espirituales; no daré vida física pero tendré la oportunidad de llevarlos a la vida espiritual, a la vida eterna».
Primicias Rurales
Fuente: Aleteia
Jul 8, 2025 | Medjugorje
Científicos afirman que durante el éxtasis de los videntes de Medjugorje «hay una enorme energía cerca de ellos»
España, martes 8 julio (PR/25) — Las apariciones marianas de finales del siglo XX y del siglo XXI, que por años se suceden día tras día, fueron un desafío para la ciencia, que al principio contaba con métodos de diagnósticos modernos, hoy superados.
La iniciativa de llevar a cabo una investigación científica seria en Medjugorje fue propuesta por el teólogo francés padre René Laurentin, ya fallecido que se ocupaba de la mariología, autor de más de 20 libros sobre las apariciones de Lourdes y publicaciones sobre otras apariciones marianas.
Llegó a Medjugorje por primera vez en 1983. Como él mismo admitió, al principio se mostró escéptico y desconfiado. El 24 de diciembre de ese año, el padre Laurentin, en una pequeña habitación frente a la sacristía, observó en éxtasis a los cinco videntes.
Mirjana ya no tenía apariciones diarias. Los videntes comenzaron a orar, y de repente cayeron de rodillas al mismo tiempo. «Sus rostros brillaban de alegría, y la forma en que la expresaban se adaptaba a sus temperamentos individuales: Vicka (…) ella sonrió con entusiasmo, Iván era el más reservado, inmerso en una contemplación profunda y personal. El rostro de Jacov, de once años, estaba tranquilo y concentrado, parecía absorber lo que estaba mirando» («Głos Pokoju» nº 1/2014, p. 21).
El párroco, el padre Tomislav Pervan, se acercó a Jakov, lo levantó, lo sacudió y luego lo sentó en el suelo. Después de la aparición, resultó que Jakov no lo notó en absoluto.
Laurentin no observó ningún síntoma patológico: calambres catalépticos, tensión, llanto, torceduras de cuello. Estaba desconcertado por esta visión de los jóvenes rezando, experimentando la aparición de una manera tan positiva y natural, que entró en contacto con el Dr. Ludwik Stopar, un psiquiatra y parapsicólogo que se desempeñaba como experto de la comisión médica internacional en Lourdes.
El profesional permaneció en Medjugorje un total de cuatro semanas, y sometió a la vidente Marija a hipnosis, declarando su total sinceridad. También descartó la posibilidad de que alguien pudiere manipular a un grupo tan diverso desde el exterior.
Objetivo: Desenmascarar el engaño
Laurentin acudió entonces al profesor Henri Joyeux, de la Clínica Montpellier, un cirujano y oncólogo que investigaba el cerebro. Le dijo que buscaba personas imparciales, que no estuvieran ni a favor ni en contra, en una palabra, científicos objetivos y abiertos.
El profesor Joyeux invitó a un neurólogo, un oftalmólogo, un otorrinolaringólogo y dos internistas a unirse al equipo. Se dirigía a Medjugorje claramente desconfiado, pensando que su equipo lograría desenmascarar el engaño. La investigación fue seguida de forma continua por el semanario francés «Paris Match».
En 1985, con gran dificultad, los científicos transportaron equipo médico especializado a través de la frontera yugoslava. Su equipo, así como el equipo de médicos italianos de la asociación ARPA2 que trabajaban casi simultáneamente con ellos, eran independientes de la comisión episcopal y de los frailes franciscanos a cargo de la parroquia de Medjugorje.
Aunque a su llegada el profesor Joyeux obtuvo el permiso del párroco para llevar a cabo el análisis, resultó que los videntes no querían oír hablar de investigaciones científicas detalladas que requerían que estuvieran conectados a dispositivos modernos durante la aparición.
René Laurentin recuerda: «Los videntes […] cambiaron de opinión cuando le pidieron a la Señora su consentimiento y cuando ella lo dio. Entonces se volvieron mansos como corderos. Antes, nada habría podido cambiar la opinión de estos jóvenes, que se obstinaban en negarse a aceptar la investigación» (René Laurentin, Es la Virgen María…, op. cit., p. 95).
Un equipo interdisciplinario francés monitoreó a los videntes antes, durante y después de la aparición, se les realizó electroencefalografía (EEG) y electrooculografía (EOG). El movimiento de los globos oculares se examinó por computadora, y también durante la observación del fondo del ojo, no se detectaron cambios que pudieran causar alucinaciones.
La investigación demostró que los videntes en éxtasis no dormían, no soñaban, no tenían epilepsia, catalepsia o cualquier otra anomalía. Los estudios y observaciones clínicas han descartado alucinaciones, histeria, esquizofrenia, hipnosis o depresión.
La grabación del EEG mostró ondas alfa en videntes extáticos, es decir, un estado de alerta receptiva: alguien que escucha y mira (por ejemplo, escucha música o contempla un paisaje). Después del éxtasis, los videntes volvían fácilmente al ritmo habitual alfa-beta del cerebro, que caracteriza el estado de transición de la actividad a la reflexión y de la reflexión a la actividad.
También estudiaron la sincronización de las reacciones de los sujetos en sus oídos, ojos, corazón y cerebro. La simultaneidad de las reacciones de los videntes durante la aparición: en un instante caen de rodillas, al mismo tiempo que sus voces se vuelven inaudibles, al mismo tiempo que su voz se escucha de nuevo, permanece sin explicación.
La investigación descartó la manipulación o colusión de su parte, y demostró que el objeto de la percepción está fuera de ellos.
Las conclusiones de la investigación del equipo francés se publicaron en la obra de Henri Joyeux y René Laurentin titulada “Étu des médicales et scientifiques sur les apparitions de Medjugorje”. Traducido a varios idiomas, ha sido publicado en ediciones posteriores.
Reacción de los videntes en éxtasis a estímulos táctiles, lumínicos y dolorosos
Al mismo tiempo, en febrero, marzo y diciembre de 1984, la investigación fue llevada a cabo por un equipo de médicos italianos.
La doctora Maria Federica Magatii comprobó la reacción de los videntes en éxtasis a los estímulos táctiles, lumínicos y dolorosos. Los videntes no reaccionaron a ninguno de ellos. No se observaron cambios en el diámetro de la pupila del ojo bajo la influencia del reflector de 1000 W.
Uno de los videntes, Iván, se sometió a un electrocardiograma Holter. La Dra. Anna Maria Franchini, miembro del primer equipo médico, afirmó: «Este es un grupo en el que cada individuo se comporta a su manera, y donde la atención de todos se centra irresistiblemente en el objeto externo, con una intensidad que nunca antes había observado» (Citado en Olivio Cesca, Mensaje Urgente de Medjugorje, op. cit., pág. 164).
El doctor Giacomo Mattalia, jefe del equipo italiano, dijo: «Los éxtasis no son de naturaleza patológica, ni son un engaño. El conocimiento científico actual no es capaz de determinar este fenómeno. Tal vez deberían definirse como un estado de oración intensa con total separación del mundo exterior, un estado de contemplación y de comunicación sana y razonable con una persona concreta a la que sólo ellos son capaces de ver, oír y tocar» (ibíd., p. 167).
En 1985, otro equipo de médicos italianos llegó a Medjugorje bajo la dirección del neurofisiólogo profesor Marco Margnelli. Llegó a conclusiones similares.
Entre otras cosas, ha llevado a cabo investigaciones sobre la córnea del ojo como la más sensible a los estímulos. Durante el éxtasis, la córnea se irritaba con un hilo de nailon: el reflejo corneal estaba ausente, lo que significa que la sensibilidad al dolor estaba completamente abolida. Las personas videntes también fueron examinadas con un detector de mentiras.

El profesor Margnelli consideró que los experimentos de Medjugorje representan un punto de inflexión en el estudio de los éxtasis en general, ya que han demostrado que no son una condición patológica en el sentido clínico, como muchos científicos habían sugerido anteriormente. El propio Margnelli, bajo la influencia de lo que vio, abrazó el cristianismo.
Procesos de ionización durante el éxtasis
Del 15 al 19 de marzo de 1985, el profesor Bogusław Lipiński, un físico nuclear de Boston, realizó una investigación en Medjugorje, quien trajo el Electroscopio BT 400 Biotech canadiense, utilizado en mediciones de ionización. La unidad de medida fue mR/h (micro-roentgen por hora). En la iglesia parroquial, a las 11.00 horas, registró 20 millones; A las 17:00 horas, este número aumentó a 1.000 millones, a las 18:00 a 10.000 millones, y a las 19:00 horas, a 20.000 millones. En la capilla donde tuvo lugar la aparición, el aparato mostró la increíble cifra de 100.000 billones de unidades.
En las proximidades de los videntes, el profesor Lipiński descubrió la existencia de una fuerte ionización.
Llegó a la conclusión de que los procesos de ionización son causados por una enorme energía cerca de las personas videntes. Los resultados de la investigación del profesor Lipiński resultaron ser tan interesantes que en junio de 1986 un grupo de físicos equipados con equipos mucho mejores fue a Medjugorje. Entre ellos se encontraba el profesor Paolo Ameglio, del Departamento de Teoría y Tecnología de los Reactores Nucleares de la Universidad de Génova.
Las mediciones de la concentración de iones en la sala de las apariciones mostraron más de 1000 iones positivos y 700 iones negativos, aunque en una habitación cerrada de 4,5 por 5 metros, cubierta con una alfombra gruesa con ventanas cubiertas, la concentración de iones debería ser de un máximo de 150-250.
Los físicos no han podido responder a la pregunta sobre la causa de esta afección.
El profesor Lipiński se preguntaba si la ionización del aire no es también responsable, en cierta medida, del estado de ánimo excepcionalmente bueno de los peregrinos y de otro fenómeno: en el momento de la aparición, los pájaros de los árboles que rodean la iglesia se callan.
El 14 de enero de 1986, en Paini, cerca de Milán, un equipo de 17 eminentes representantes de diversas disciplinas científicas (medicina, psiquiatría, biología, teología) se reunió, entre otras cosas, para presentar las siguientes conclusiones de su trabajo en Medjugorje:
- Sobre la base de los exámenes psicológicos de los videntes, ciertamente se puede descartar el fraude en todos juntos e individualmente.
- Sobre la base de exámenes médicos, pruebas, observaciones clínicas, (…) se pueden excluir las alucinaciones patológicas en todos y cada uno de los videntes. Sobre la base de los resultados de la investigación (…), se puede descartar una explicación puramente natural de estos fenómenos.
- Sobre la base de la información y las observaciones que se pueden documentar (…), se puede descartar que se trate de fenómenos paranormales, de influencia del diablo.
- Sobre la base de la información y las observaciones que se pueden documentar, hay una correspondencia entre estos fenómenos y los fenómenos generalmente descritos en la teología mística.
- Sobre la base de la información y las observaciones (…) se puede hablar del desarrollo espiritual y del desarrollo de la condición teológica y moral de los videntes, desde el comienzo de estos fenómenos hasta nuestros días. Sobre la base de la información y la observación (…), es posible excluir las enseñanzas o las actitudes de los videntes que estarían en aparente contradicción con la fe o la moral cristianas.
- Sobre la base de información u observaciones documentadas, se puede hablar de buenos frutos en la población abrumada por la acción sobrenatural de estos fenómenos.
Desde hace años, varias corrientes y movimientos nacidos en Medjugorje están activos. De acuerdo con las declaraciones anteriores, afectan al pueblo de Dios en la Iglesia en perfecta armonía con la enseñanza y la moral cristianas. Se puede hablar de frutos duraderos y positivos de los movimientos espirituales nacidos en Medjugorje.
Extracto del libro de Dorota Szczerba «El secreto de Medjugorje». Difundido en el portal polaco Deon.
La Virgen María bajo la advocación de la Reina de la Paz se aparece en la aldea croata de Medjugorje en Bosnia-Herzegovina desde hace 44 años.
Primicias Rurales
Fuente: Zenit.Org