Mónica, Carlos, “Moni” y Thynna son las valientes voces que comparten sus testimonios en este conmovedor documental dirigido por Borja Martínez-Echevarría.

Bajo una mirada de amor, sin juicios ni posiciones ideológicas, Heridos muestra cómo el vacío, el dolor y la oscuridad que deja acabar con la vida un hijo pueden transformarse en luz gracias a la infinita Misericordia de Dios.

 

Tras haber abortado con poco más de 20 años por diferentes circunstancias, los protagonistas cargaron durante años con una herida —a menudo invisible— que endureció su corazón y les impidió ser plenamente felices. Sin embargo, el Señor salió a su encuentro y les tendió la mano para recorrer junto a Él un hermoso camino de sanación.

 

Borja Martínez-Echevarría durante el rodaje de la película. Crédito: Heridos
Borja Martínez-Echevarría durante el rodaje de la película. Crédito: Heridos

Una pandemia silenciosa

Lamenta que las consecuencias del aborto dejan una herida que la mayoría de veces “es silenciosa, porque nadie habla de esto, ni con los familiares ni con los amigos, se lleva absolutamente por dentro y eso tiene que afectar. Nosotros queremos transmitir esperanza y mostrar que es posible tener una vida plena y llena del amor de Dios, que es lo que sana”.

La película llega a las salas de cine en un momento en el que el aborto vuelve a estar en el centro del debate político ante la propuesta del Gobierno de España de incluirlo como un derecho constitucional. Según el director, la película “no pretende juzgar ni convencer a nadie, sino mostrar que hay una salida y que hay esperanza”.

Thynna abortó para poder ocuparse de sus hermanos tras la muerte de su madre. Crédito: Heridos
Thynna abortó para poder ocuparse de sus hermanos tras la muerte de su madre. Crédito: Heridos

 

Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de Orihuela-Alicante (España), destacó en el programa Sexto Continente en Radio María que se trata de “un estreno providencial”, y afirmó que el dolor existe “aunque muchos lo nieguen” y que el aborto “deja una huella que se puede redimir”.

“Ninguna ideología puede tapar el grito silencioso de tantas heridas”, destacó Mons. Munilla, quien a su vez recuerda que “nadie puede callar para siempre la voz de la conciencia, porque el corazón del ser humano está hecho para la verdad”.

Martínez- Echevarría destaca que los protagonistas, tras su experiencia, “se han convertido en apóstoles de vida, incluso afirman que han conocido a Dios gracias a que han abortado…Es increíble cómo Dios puede sacar tanto bien de una cosa tan mala”, comenta.

“El aborto es probablemente la herida más grande que hay en todo el mundo, la más extendida, es una pandemia silenciosa que llega a todas partes”, afirma el director, que espera que la película pueda cruzar el Atlántico y llegar a Hispanoamérica y Estados Unidos.

Ahora, los cuatro protagonistas se dedican a causas provida y a ayudar a las mujeres que desean abortar o que tienen la misma herida que ellos un día tuvieron. En el caso de Mónica, lo hace a través del “Proyecto Ángel” de Spei Mater, donde ayuda a las mujeres con un embarazo imprevisto, facilitándoles alternativas y ayudas necesarias para que puedan seguir adelante con el bebé.

Mónica ayuda a las chicas que quieren abortar en el Proyecto Ángel de Spei Mater. Crédito: Heridos
Mónica ayuda a las chicas que quieren abortar en el Proyecto Ángel de Spei Mater. Crédito: Heridos

 

“Lo que necesitan estas niñas es que alguien les dé la enhorabuena. Necesitan que los médicos no vayan directamente a que aborten porque son menores, necesitan escuchar una voz de amor, un arropamiento, necesitan ayuda y entender que son madres y que con ayuda pueden salir adelante. Necesitan un amigo, alguien que les diga que no pasa nada, que tienen un regalo, alguien que les ayude a calmar el miedo”, revela Mónica a ACI Prensa.

El testimonio de Carlos, por su parte, evidencia el sufrimiento que también atraviesan los padres que pierden a un hijo. En concreto, afirma que “es importante reconocer qué ha pasado, ser consciente de tus actos, ya que no se puede amar sin verdad”.

Carlos, testimonio vivo de que el sufrimiento de los padres también existe. Crédito: Heridos
Carlos, testimonio vivo de que el sufrimiento de los padres también existe. Crédito: Heridos

En el caso de “Moni”, el Señor “ordenó su vida” y le presentó la sanción a través del Proyecto Raquel. Ahora, reza el Rosario a las puertas de un abortorio en Madrid. “El Señor no te da nada que no necesites, y a las personas que tenemos esta herida, el Señor se derrocha, yo lo siento todo el rato”, comenta a ACI Prensa.

 

Moni se "enamoró" del Señor y ahora sabe que su hija está en el cielo. Crédito: Heridos
Moni se «enamoró» del Señor y ahora sabe que su hija está en el cielo. Crédito: Heridos

 

Explica que en el camino de sanación ha aprendido a perdonarse a sí misma y a rezar por su hija, a quien llama Maravillas, convencida de que está en el cielo intercediendo por ella. “Él sabe qué hacer con todo esto, yo sola habría sido imposible”, asegura.

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Fuente: ACI Prensa