May 20, 2021 | Opiniones
Buenos Aires, 20 mayo (PR/21) — Eduardo Lanús de la Consignataria de Hacienda Lartirigoyen & Oromí expresó a Primicias Rurales que “las medidas del Gobierno han provocado una gran incertidumbre en el mercado ganadero”.
“Por un lado un aumento desproporcionado en el mercado de Liniers ya que los operadores tienen compromisos que cumplir y saben que se viene un paro agropecuario por delante”, dijo.
Añadió que “por otro lado no se hacen operaciones de invernada porque no se sabe que va a ocurrir con el precio del ternero luego de la aplicación de las restricciones por parte del Gobierno”, que suspendió las exportaciones de carne vacuna por 30 días.
“En cuanto a la vaca de conserva es de esperar que su precio baje sin mejorar esto para nada la denominada ‘mesa de los argentinos´ ya que esa carne magra de vaca vieja (que se exporta a China) muy poco se consume en nuestro país”, añadió Lanús.
Explicó que “esto provocaría un perjuicio al criador que tiene que sacar animales de esa categoría en la entrada del invierno para evitar la mortandad de los mismos”.
Primicias Rurales
May 10, 2021 | Opiniones
Buenos Aires, 10 de mayo (PR/21).– La emergencia sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19 frenó nuestras vidas. Sin embargo, también transitamos otra emergencia, cuyas advertencias son imposibles de evitar: la emergencia planetaria. Un sinfín de riesgos y problemas serios, causados en su mayoría por la humanidad, nos hacen plantearnos: ¿Cómo moderar la crisis ambiental global y, al mismo tiempo, recuperar el crecimiento económico y aplacar los impactos sociales generados por la pandemia? La respuesta radica en el compromiso sustentable que se nos presenta no solo a los ciudadanos, sino también a las empresas.
El compromiso sustentable debe ser considerado por las empresas como una dimensión más de su gestión. Incorporar una visión sustentable a la cadena productiva de valor de cualquier empresa no es tarea sencilla, pero si imperante. Se trata de modificar la forma en la que impactamos en el ambiente.
En contra de la creencia que opone economía sustentable y economía tradicional, la última edición del índice del Ranking Global 100 (2021) demuestra que es posible ser una empresa exitosa y rentable, y no actuar a expensas del medioambiente. Las organizaciones que cuentan con áreas específicas de sustentabilidad, tienden a tener un mejor desempeño financiero.
Nos encontramos frente a un nuevo panorama, el mundo como lo conocemos va a requerir varios ajustes. Una nueva economía tiene que ponerse en marcha, una economía que priorice la sustentabilidad de los recursos naturales y, en última instancia, que resguarde la salud de las poblaciones.
Aquellas compañías que desean ser parte del cambio comenzaron a promover activamente la economía circular. La economía circular pretende “imitar” a la naturaleza y cerrar el ciclo de la materia, con el objetivo de evitar la generación de residuos y el agotamiento de recursos. Es una estrategia vista como el vehículo hacia un cambio sistémico de aprovechamiento de recursos.
Una de las empresas que busca llevar esta estrategia a su gestión es Unilever. La compañía global de productos se comprometió a reducir a la mitad el uso de plástico virgen y ayudar a recolectar y procesar más envases de plástico de los que vende, a través de un programa de reciclado. La idea principal es evitar, reciclaje mediante, que los empaques post consumo sean enviados a rellenos sanitarios. El futuro es incierto, pero sabemos que debe ser sostenible.
Por M. Victoria Urquiza (Centro de Desarrollo Sustentable GEO de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Bu
Primicias Rurales
Fuente: GEO – UBA – Morena Morroni
May 7, 2021 | Opiniones
Por TodoAgro
Buenos Aires, 7 de mayo (PR/21) .– El productor argentino prefiere el cereal a la oleaginosa, aunque el primero tiene en el exterior más para subir. Por Lorena D´Angelo, analista de mercados del Centro de Gestión Agropecuaria / Fundación Libertad.
Los precios en los mercados suben y bajan pero los precios de los granos últimamente suben más de lo que bajan y existen fundamentos para que así lo hagan. En Chicago los precios futuros cerraron la semana pasada con saldo positivo más allá de los altibajos que mostraron durante algunas jornadas.
Muchos operadores esperan para esta semana toma de ganancias pero habrá muchos factores que continúan sosteniendo los actuales niveles ante la escasa oferta disponible estadounidense y la preocupación por la próxima oferta. En Estados Unidos avanza la siembra de primavera pero con condiciones climáticas que no son las ideales para la implantación y el desarrollo inicial de los cultivos sembrados.
Esta situación es la que marca el posicionamiento de los operadores en el mercado, no solo de aquellos que toman coberturas sino también de aquellos que especulan en los distintos mercados.
La posición informada por el CFTC en el mercado de Chicago muestran que tienen una gran posición neta compradas, sujeta a cancelación en cualquier momento per con pocos fundamentos para que la misma proceda ante el contexto de balance de oferta y demanda mundial da los productos agrícolas.
Para el maíz Estados Unidos tiene un balance ajustado ante la relación stock/consumo del cereal más baja de los últimos ocho años que, de continuar disminuyendo nos podría llevar a una cifra cercana al 7,4% cuando en el ciclo 2012/13 los precios en Chicago alcanzaron los usd 740 centavos (unos usd 290 por ton).
La demanda del cereal estadounidense continúa firme por el consumo doméstico y las exportaciones que alcanzan el 99,7% del volumen total proyectado en el ciclo 2020/21. La atención está en el cumplimiento de los embarques efectivos hasta el mes de agosto. La demanda de importación de China de maíz estadounidense al 22/4 totalizan 23,1 M de ton, de los cuales unas 12,4 M de ton todavía no están embarcadas.
Las exportaciones de maíz tienen otros importadores, pero el crecimiento registrado en el destino a China representa el aumento del 100% proyectado que muestran los datos del 2020/21 respecto de los 2019/20.
La poca oferta de otros exportadores mundiales de maíz como sucede con Ucrania, Argentina y Brasil sigue orientando la demanda a EE.UU.
En el comportamiento de los precios FOB se observa un aumento de todos los valores recientemente, siendo el cereal argentino el de referencia más baja por el avance de la cosecha local.
En nuestro país la recolección del cereal viene atrasada peor la comercialización del mismo está avanzada, para totalizar unas 22,6 M de ton frente a los 22,9 M de ton del año pasado y de los 13 M de ton del promedio de los últimos 3 años anteriores.
Así se observa que el productor se está desprendiendo del maíz pero reteniendo la soja que muestra una comercializaron 2020/21 debajo del año pasado a la misma fecha.
Los negocios sobre el cereal están adelantados respondiendo a la demanda con destino exportación que totalizan DJVE por 25,4 M de ton sobre un saldo exportable de 30 M de ton.
Es decir, que quedaría exportar unas 4,6 M de ton hasta febrero del 2022 cuando ingrese la nueva cosecha.
Para la campaña 2021/22 ya hay negocios anticipados por parte de los productores por 1,5 M de ton, según datos del SIOGRANOS.
En las últimas semanas cuando las ofertas forward alcanzaron los usd 190 por tonelada se generó un importante volumen de negocios nuevos para comenzar a cubrir la próxima cosecha.
El productor comenzó a proyectar el próximo ciclo con oportunidades de negocios anticipados en niveles superiores a otros años a la misma fecha, con muy buenas relaciones insumo/producto.
Los pecios del maíz disponible y futuro muestran referencias históricamente altos a esta época del año por la firmeza de los valores internacionales y la menor producción local.
La cosecha argentino de maíz se proyecta en 50M de ton, bajando respecto de las 58,5 M de ton del año pasado cuando el área de siembra fue mayor y las condiciones climáticas fueron más favorables que las actuales.
Para el ciclo 2020/21 todavía falta la definición de la cosecha tardía y e segunda que representó más del 60% del área de siembra.
La situación de los cultivos según los relevamientos oficiales y privaos son optimistas respecto de los resultados a obtener de rindes.
Con precios tan altos el productor aprovecha a vender el cereal, siendo el riesgo a una intervención por parte del gobierno el principal factor que impulsa los negocios.
La experiencia del pasado, como vemos que con este gobierno todo vuelve, lleva a los productores seguir vendiendo maíz a pesar que las expectativas futuras de precios siguen mostrando potencial de subas por el contexto internacional de ajustado balance global.
Lo que viene…
El mercado de Chicago sigue con firmeza a partir de la poca disponibilidad de granos en EE.UU. mientras que también se lleva la atención el clima en las regiones productoras que impacta en las siembras de los granos de primavera.
Los fundamentos siguen siendo mayormente alcistas pero los determinantes a seguir serán: Posición de los fondos especuladores / El clima en Estados Unidos / El clima en Brasil para el maíz de safrinia / Avance de las siembras en EE.UU / Impacto de COVID en el mundo / Cosecha en Argentina / Comercialización en Argentina / Medidas políticas del gobierno local.
Por CP Lorena D´Angelo, directora de Escenarios Granarios / Fundación Libertad
Primicias Rurales
Abr 30, 2021 | Opiniones
Por Diego Piccardo – El autor es economista de la Fundación Libertad y Progreso
Buenos Aires, 30 de abril (PR/21) .– “Pensar en solucionar el drama inflacionario que atraviesa nuestro país desde décadas con prohibiciones para exportar es un error caro”, sostiene Diego Piccardo.
El gobierno no logra estabilizar la economía. El alza del 4,8% de la inflación de marzo dejó atónitos a propios y ajenos, superando las mediciones de todas las consultoras. En cualquier gobierno de un país razonable, un alza de la inflación pondría en el ojo de la tormenta al Presidente del Banco Central, ya que es el que tiene que rendir cuentas por la estabilidad o inestabilidad de precios.
Los salarios crecieron 4,3% en febrero y se ubicaron por encima de la inflación, según el Indec
Sin embargo, en la Argentina vamos a contramano de lo que dice el manual. No solo que ni se lo nombra a Miguel Ángel Pesce como responsable del descontrol de precios, sino que se buscan culpables por fuera del gobierno, como si la emisión monetaria del 2020 no hubiese existido y la bola de LELIQs no haya llegado al 126% de la base monetaria (el stock de deuda remunerada supera los $3 billones).
En la lógica de los funcionarios, si la inflación no la genera el gobierno, ¿quién la genera? Y acá es donde indefectiblemente cae el campo. No solo tiene que cargar con el peso de las retenciones, impuestos nacionales, provinciales y municipales e incontables regulaciones, sino que también carga con la responsabilidad de la inflación. Los precios de la carne suben, es verdad, pero también sube el precio de Indumentaria (10,8% subió solo en marzo) y no son rubros dedicados a la exportación porque es un sector poco competitivo internacionalmente. Por otro lado, los precios de las frutas cayeron 1,8% por más que sean bienes transables. De esta manera, pensar en solucionar el drama inflacionario que atraviesa nuestro país desde décadas con prohibiciones para exportar es un error caro.
Este error ya lo cometimos en el pasado reciente. En los años en donde el sheriff de la Secretaría de Comercio, Guillermo Moreno, prohibió las exportaciones de carne, no solo no redujo los precios, sino que se perdieron 10 millones de cabezas de ganado. Esto se explica ya que, si uno prohíbe la venta al exterior de un bien, incrementa la oferta en el corto plazo, haciendo caer los precios. Ahora bien, dado que en el mercado local se vende a un precio mucho menor, el incentivo a invertir y aumentar la producción disminuye. En el sector ganadero, se liquidan las hembras porque ya no es rentable mantenerlas para que se reproduzcan, haciendo que cada vez haya menos cabezas de ganado en todo el país. En el mediano plazo, la oferta cae revirtiendo la baja del precio de corto plazo que ocurrió en un principio.
Así, confundir las causas de la inflación no solo genera un debate académico entre economistas, sino que produce costos que repercuten, no solamente hoy, sino en la producción agropecuaria del mañana. El hecho de que nuestra unidad de medida (el peso argentino) pierda valor, todos lo bienes y servicios van a subir de precio, y acá no hay diferencias entre transables o no transables.
El ciudadano argentino ve que cada vez puede comprar menos carne, no porque la carne suba mucho, sino que su sueldo en términos reales no para de caer. Si comparamos los precios de los alimentos en dólares de Argentina con el resto del mundo somos un país barato. En definitiva, el problema no es ni la carne, ni el pollo, ni la ropa. El problema es que el salario del argentino es bajo.
De esta manera, en vez de limitar las exportaciones y de entorpecer la producción con regulaciones innecesarias, lo conveniente es generar un clima empresarial en donde se incentive la inversión y el empleo. No hay manera de que el salario de los argentinos crezca si no vienen empresas y hunden su capital en nuestro país. Ahora bien, no esperemos que vengan si no estamos dispuestos a establecer reglas de juego claras y que perduren en el tiempo.
Además, controlar la inflación es condición necesaria para que las reglas de juego perduren en el tiempo. Sin estabilidad de precios, los saltos en el tipo de cambio y distorsiones en los precios relativos obstaculizarían cualquier intento de encauzar un sendero de crecimiento económico sostenible. Para ello, es menester entender que es un problema monetario.
En este sentido, la monetización del déficit fiscal provoca que la calle se inunde de billetes y que la gente cada vez los quiera menos por la pérdida de valor que la expansión monetaria genera. Por ello, es crucial que todo el espectro político tome conciencia de que se necesitan muchos años de superávit fiscal para que el BCRA gane independencia en el manejo monetario y de una vez por todas controlemos a la inflación.
Primicias Rurales
Fuente: A24 Agro.com
Abr 22, 2021 | Opiniones
Por Alejandro Meneses y Teo Zorraquín
Otra cuarentena y van…: el gobierno, ante la amenaza de un aumento de casos en la cantidad de contagios por Covid, decidió probar la misma receta que en 2020. O sea, todos adentro. Como el “todos adentro” sabe que no será posible porque una parte de la ciudadanía ejercerá una desobediencia civil, lo que hizo es pegarle duro a determinados comercios cuya actividad se centra en las horas de la noche y prohibir las clases presenciales. Además de restringir la circulación en el AMBA de todos entre las 20 hs y las 6 de la mañana, sin la empatía y el conocimiento necesario sobre el enorme daño social que eso genera.Y para eso decidió apoyarse en las fuerzas de seguridad y en el ejército. Como es obvio, más que un síntoma de fortaleza es un síntoma de debilidad. No es sostenible y todos lo sabemos. Resumiendo, el virus sigue circulando,la sociedad está preocupada, y han logrado politizar la pandemia generando discursos que dan vergüenza ajena luego de un pésimo manejo de las expectativas, una gran cantidad de promesas incumplidas y una notoria contradicción entre el discurso (“nos importa la salud de todos”) y la acción (vacunas para los amigos).Todo en un año de elecciones, con una economía enferma y con casi la mitad de los argentinos por debajo de la línea de pobreza. Va a requerir mucha templanza poder navegar en estas aguas. ¿Qué hacer? Para arrancar, hacer el “duelo” lo más rápido posible, dimensionar correctamente el punto de partida, prepararnos, interactuar, capacitarnos, redoblar esfuerzos, adaptar las empresas al contexto, estar dispuestos a realizar acciones que no pensábamos hacer, participar de alguna manera en asociaciones o entidades que nos representen y si es necesario con esfuerzo personal y económico. Y alguien puede decir… ¿Otra vez? Y sí, pero por suerte lo haremos desde uno de los sectores más dinámicos, más tecnológicos, con gravitación económica a nivel nacional y con muy buenas perspectivas a nivel mundial. Y ese punto de partida es mucho mejor que otros. Por lo tanto, adelante, a trabajar, y a pensar cómo.
El túnel del tiempo: el túnel del tiempo parece ser una forma de hacer política económica. En estos días se repiten las declaraciones de funcionarios relevantes asignando la culpa de la inflación a determinados productos, en especial a la carne. Vuelve el discurso del “desacople de precios”, la “mesa de los argentinos” y “por qué quieren cobrar en dólares lo que producen en pesos”. Sumado claro a que estos mismos funcionarios aspiran a que las empresas deben tener una rentabilidad “razonable”, sin entender cómo operan los estímulos en la toma de decisiones y la relación entre rentabilidad y riesgo. En ese mismo sentido el Ministerio de Producción y Desarrollo emitió una circular que obliga a las empresas a producir al máximo de su capacidad. Si bien no se refiere al agro, imaginemos que llegara esta nota a un criador al que se lo inste a mejorar su porcentaje de preñez y producir más terneros o a un agricultor a fertilizar más para producir más granos. Parece folclore, pero estas acciones y declaraciones siempre han sido anticipos de lo que viene: más impuestos, más restricciones, menos producción, menos inversión, menos empleo y aumento de precios. Nada nuevo bajo el sol.
Control de exportaciones: en línea con lo mencionado en el punto anterior, acaba de salir una resolución del Ministerio de Agricultura con nuevos requisitos que deberán cumplir los operadores inscriptos en el RUCA que quieran exportar granos, carne o leche. El objetivo declamado es evitar el ingreso de operadores desleales, para lo cual agrega más burocracia a las empresas, que deberán presentar sus planes, los volúmenes a exportar, sus destinos, sus proveedores, sus movimientos bancarios y otra serie de datos más. No queda claro el objetivo real buscado, pero huele a que se están generando nuevos modos de intervenir en el mercado y frenar exportaciones cuando les resulte funcional. Obviamente desconociendo la agilidad y dinámica que requieren los negocios y con una mirada ideológica que sugiere que las empresas están al servicio del Estado y no a la inversa.
Empezó la gruesa: empezó la cosecha de soja y maíz en algunas regiones. La característica principal es la disparidad entre regiones. entre campos y entre lotes, debido principalmente a la relación entre la lluvia caída y la fecha de siembra. Los precios de los granos van a ayudar a que una campaña regular en promedio, se transforme en algo aceptable. Pero a nivel país las toneladas de soja no pasarían de las 43 millones y las de maíz quizás algo más. Muy poco para la necesidad de los productores y para la recaudación de impuestos y dólares que esperaba el gobierno.
Fletes y valor de cosecha: hay una fuerte negociación por el valor de los fletes de camiones. El valor que muestra la AFIP al emitir la Carta de Porte no sirve como referencia porque no se ha actualizado en mucho tiempo. La tarifa CATAC nueva es de febrero de 2021 y sobre ese valor se trabajan descuentos según zona, según volumen y según plazo de pago. Algo de tensión pero se llegan a acuerdos razonables. Las tarifas de las cosechadoras se empiezan a negociar y ya hay varias tablas que circulan mostrando los valores a pagar en pesos por hectárea según rendimiento con aumentos respecto al 2020 en el orden del 40% a 50% en pesos. Algunas cámaras de contratistas muestran tablas con valores más altos, pero en general este tema se resuelve todos los años sin conflicto relevante entre las partes, en un marco donde opera la relación entre la oferta y la demanda pero también donde se distingue la calidad y la tecnología brindada (o no) por los cosecheros.
Qué pasa con los insumos: se observa un aumento progresivo de los precios de los agroquímicos en dólares. No es en todos, pero la tendencia es clara. Empezaron a aparecer las ofertas de pre campaña estimulando la compra con canjes de granos en disponible, en varios casos premiando con un precio de maíz o soja un 5% lo que mejora la relación insumo/producto. También las empresas ofrecen pagar con cheque diferido entre 180 y 360 días de plazo, pesificando la compra y con tasas del orden del 35% anual. No es el caso de los fertilizantes, un mercado que se mueve más con canjes disponibles o futuros o bien pago contado con descuento. Las tarjetas bancarias del agro están activas, también con tasas en el orden del 35%. La compra de insumos sigue siendo un destino interesante del exceso de pesos que algunas empresas generan luego de la cosecha.
Financiamiento: la novedad ha sido que el sector agropecuario ha sido “discriminado” por la política ya que no podrá acceder a las mismas tasas que otros sectores. O sea que lo que parecía una posibilidad para las Pymes de financiarse al 30-35% anual (para aquellas que no tuvieran más del 5% de su stock de soja o trigo) ahora deberá ser a tasas de más del 50% según el Banco Central. No hubo demasiadas explicaciones, pero pareciera apuntar a que sea un estímulo para que los productores liquiden sus granos a una mayor velocidad. En este escenario pueden empezar a activarse líneas de crédito en dólares por parte de los bancos para productores de granos. No se observan alternativas razonables de financiamiento a más de un año.
En qué andan las empresas agrícolas: diseñando y dimensionando la nueva campaña con precios de productos altos, suba de arrendamientos e insumos, perspectiva de deterioro del tipo de cambio (lo que implica un aumento de costos en dólares oficiales) y, como se mencionó, un aumento de la tasa de interés de los créditos (producir las mismas hectáreas requerirá más capital), que hacen que el número final del excel se vaya afinando progresivamente. Dos variables importantes faltan todavía definirse: el clima y si los precios de los productos pueden mantenerse o incluso aumentar durante la campaña. Es decir armando el rompecabezas mientras se cosecha, siendo muy importante cómo afectó o no la seca a la producción, porque es el punto de partida de las empresas para la próxima campaña.
La macro: inflación de marzo del 4,8% muestra, como mencionamos en nuestros Apuntes del mes pasado, que el proyecto presupuestado por el ministro Guzmán de no superar el 29% anual en el 2021 tiene casi nulas posibilidades de ser cumplido. Las expectativas están deterioradas, aunque aún se espera que será un año donde el PBI crecería por encima del 5% anual, por comparar con el desastre que fue el 2020. O sea, más rebote que crecimiento genuino. La negociación con el FMI y con el Club de París para refinanciar sus vencimientos va lenta, y todo indica que quedará para luego de las elecciones. El desempleo y subempleo creciente (a pesar de la prohibición de despidos) parece difícil de revertir en el corto plazo. El sector agropecuario es un sostén de empleo en este escenario.
Qué pasó con el precio de los granos… (Cotizaciones MATBA/Rofex, posición cercana y cosecha en US$/Tn.)

El mercado con gran volatilidad durante el mes afectando principalmente las cotizaciones de soja y maíz. Comienza el mercado climático de EEUU que mantendrá dicha volatilidad. Sigue siendo la recomendación general tomar coberturas con opciones cuando sea posible.
Negocio ganadero: mucho ruido en la cadena por las declaraciones/amenazas de aumento de retenciones y restricciones, concretadas en un nuevo registro de exportación que hará que un funcionario ponga trabas o permisos según un criterio que nunca es claro y siempre es arbitrario. Los precios de la hacienda siguen hacia arriba. El novillo ya muestra operaciones a 200 $/kilo y los terneros con operaciones de más de 260 $/kilo y con un mercado activo y demandado. Los feed lots haciendo cuentas pero todavía con baja ocupación porque si bien algo mejoró la relación de compra-venta aún no alcanza para revertir el resultado del alto costo de la alimentación. La faena de machos sigue firme y los números no muestran liquidación de hembras por encima del promedio, a pesar de ser atractivo el precio de la vaca gorda buena (unos 150 $/kilo). La exportación sigue a buen ritmo, con precios fluctuantes sobre todo para el mercado europeo (Hilton) y China con demanda sostenida pero sin recuperar precios altos. El consumo interno con tendencia decreciente y con carnes alternativas creciendo. Un informe del IERAL muestra el deterioro de la capacidad de compra del salario formal para adquirir un kilo de carne, ubicándose un 20% respecto al promedio histórico. Esto hace prever que la intervención sobre este negocio será creciente y que los productores enfrentan un año electoral con un negocio sensible políticamente. Una vez más.
Negocio lechero: el precio de la leche sigue subiendo a mejor ritmo luego de haber estado planchado varios meses. El precio Siglea se ubicó en 26,09 $/litro (370 $/kilo de sólido) que es un 7,8% más que el mes anterior y un 44,3% respecto a un año atrás. Este aumento interanual es similar al de la inflación minorista (42,6%), algo que no sucedía hace varios meses. Esto se ha dado con un mercado interno con precios máximos para ciertos productos lácteos pero que a pesar de eso el INDEC muestra que aumentaron más del 8% en marzo en el Gran Buenos Aires (recordando que la suba interanual está en el orden de sólo el 25%, muy por debajo de la inflación). Esto indicaría que la industria está tratando de resolver la encrucijada de capturar más leche a través de suba de precios al tambero intentando saltar con cuidado el cerco de los precios regulados. Y empujando todo lo posible a la exportación que es la que hoy permite que estos precios existan. Se definió la paritaria en la industria lechera: habrá un aumento anualizado del 30% al personal y además se pagará un bono de $12.500 a cada trabajador (en cinco cuotas de $2.500) y además (suena increíble…) se abonarán por trabajador $15.000 que irán directo al gremio Atilra.La lechería es una actividad sensible electoralmente y muy tentadora para generar discursos de potenciales controles de precios para contener la supuesta “ambición desmedida” de las empresas. Corto plazo siempre, falta de visión de largo plazo también siempre. El síndrome del vamos viendo.
Fuente: Apuntes para empresas:
Zorraquín + Meneses y Asociados
Primicias Rurales
Abr 15, 2021 | Opiniones
Buenos Aires, 15 de abril (PR/21) .– Hace apenas, unos pocos días, se difundieron de manera oficial las cifras de pobreza e indigencia, las mismas muestran de manera evidente el colapso social que atraviesa nuestro país.
Sin embargo, pareciera que existe entre nosotros el acostumbramiento a recibir tan lacerantes números, como una muestra más del agotador resumen de cada día en la que las cifras de infectados y muertos por Covid, engrosan estadísticas y se confunden o con otros números, cifras y anuncios igualmente desmoralizantes. Nos preocupa lo que “me pasa” sin importar lo que le sucede al prójimo.
Esa pobreza, nos debe interpelar a todos, sin exclusión, aunque claro está, los niveles de responsabilidad son muy distintos. En este sentido, resulta increíble ver como la clase política – divorciada hace tiempo de los temas que le importan a la sociedad – se incomoda frívolamente frente al tema y lo ataca solamente en un impúdico intercambio de responsabilidades sobre hechos pasados. Nadie a su tiempo asume su cuota de responsabilidad como si el problema siempre fuera de otro. Es más, avergüenza ver como en lugar de trabajar toda la dirigencia política conjuntamente para dar solución a estos temas que aquejan a la sociedad, discuten frente a una próxima elección, sobre su inserción en las listas y trapichea, según su conveniencia política, su próximo destino electoral, indiferente ante la Nación que se sumerge en la pobreza y desesperanza. Paradojalmente con la mayor presión impositiva de la historia, tenemos el mayor porcentual de pobres de nuestra vida institucional.
No podemos tratar a la pobreza como un número, es una obligación moral, encontrar un proyecto común que se fije derrotarla, en un programa integral de mediano plazo, firmado por todos los partidos políticos y con el control de ejecución de la sociedad, esto es un imperativo y también una urgencia, lo demás es distracción, politiquería y ausencia de solidaridad con nuestro prójimo.
Desde la recuperación de la democracia, no hemos podido construir una economía que nos contenga a todos, que brinde oportunidades reales de desarrollo y que permita al trabajo ser el motor del desarrollo inclusivo.
Ninguna persona es un número perdido entre otros tantos números, son nuestros hermanos, en un país con capacidad para producir y alimentar a todos quienes lo habiten, solo se necesita un sinceramiento político y la grandeza moral de trabajar sin egoísmo por el bien común.
El Papa Francisco en su mensaje ¨Tiende tu Mano al Pobre (IV Jornada Mundial de los Pobres), nos implora: “Es verdad que está siempre presente la maldad y la violencia, el abuso y la corrupción, pero la vida está entretejida de actos de respeto y generosidad que no sólo compensan el mal, sino que nos empujan a ir más allá y a estar llenos de esperanza”. “Tiende la mano al pobre” es, por lo tanto, una invitación a la responsabilidad y un compromiso directo de todos aquellos que se sienten parte del mismo destino.
Desde CRA instamos a trabajar en la búsqueda de ese destino común, sin pobreza.
Primicias Rurales
Fuente: CRA