“¡Queridos hijos! Hoy, como Madre, los invito a la conversión. Hijitos, este tiempo es para ustedes, tiempo de silencio y de oración.

Él les da la paz y que esta paz no sea solo para ustedes, hijitos, sino llévenla a los demás en alegría y humildad.

Yo estoy con ustedes, hijitos, y los exhorto a no renunciar al bien, porque los frutos se ven y se escuchan a lo lejos.

Hijos míos, este es un tiempo de gracia, un tiempo y una llamada a la conversión, para vosotros y las generaciones futuras.

En Medjugorje, Bosnia-Herzegovina, a través de Mirjana Soldo
Hijos míos, tiendan a la santidad, pero en
humildad; en la humildad que le permite a mi Hijo realizar, a
través de ustedes, lo que Él desea

Yo los invito: ¡No es tarde, decídanse por la santidad y la vida con Dios en gracia y en paz! Dios los bendecirá y les dará el ciento por uno, si confían en Él.

Apóstoles de mi amor, sé que no siempre es fácil, pero, hijos míos, también los caminos dolorosos son vías que llevan al crecimiento espiritual, a la fe y a mi Hijo.

“Yo estoy con ustedes y los amo con mi amor maternal”, dijo la Madre.

"La vida de cada uno de ustedes es importante y preciosa, porque es un don del Padre Celestial para la eternidad; por eso, no se olviden nunca de darle gracias: ¡háblenle!"

"Yo estoy con ustedes y los amo a todos con mi amor maternal".