Buenos Aires, 16 febrero (PR/17) — Pensado para las demandas de 
la pequeña escala, técnicos del Instituto Nacional de Tecnología 
Agropecuaria (INTA) Sáenz Peña, Chaco, diseñaron un molino eólico 
que funciona con poco viento y lo mismo extrae agua. 
   Bombea a partir de vientos de ocho kilómetros por hora, agua de 
hasta 12 metros de profundidad y su principal característica, 
además de ser construido con materiales de descarte, es su bajo 
costo. 
   Vale seis veces menos que un molino convencional y, de acuerdo 
con los técnicos del instituto, satisface los requerimientos 
productivos de pequeñas y medianas explotaciones.
   "El prototipo original se construyó con cuatro tachos cortados 
a la mitad, dispuestos en forma de cruz. Luego este planteo se 
complejizó y se buscó la disposición equilibrada de cinco mitades, 
debido a que esta cantidad optimizaba el aprovechamiento del 
viento y mejoraba la extracción de agua", comentó Carlos Derka, 
especialista del INTA Sáenz Peña.
   Sostuvo que "en los molinos tradicionales, las aletas son aspas 
que giran con el viento. Nosotros utilizamos la mitad de los 
tachos de 200 litros, porque queríamos recuperar elementos que 
pudieran reutilizarse". 
   Con aerómetros y caudalímetros, los técnicos pudieron estimar 
que el generador eólico –denominado "molino de eje vertical de 
bajo costo"– comienza a girar con vientos de 8 km por hora y 
alcanza un funcionamiento óptimo a velocidades de entre 16 y 18 
kilómetros por hora. 
   Esta actividad permite extraer hasta 200 litros de agua por 
hora, ubicada a entre 8 y 12 metros de profundidad.
   "A razón de 10 horas trabajadas por día, esta tecnología 
abastece un tanque de 2.000 litros que es el volumen promedio 
requerido por un productor de pequeña y mediana escala", calculó 
Derka.
   Para su construcción, se ubican cinco medios tachos en forma de 
estrella, unidos a un eje central, en cuyo extremo hay un disco; 
éste transfiere el movimiento circular del caño a otro sistema que 
hace subir y bajar un pistón, cuyo movimiento permite la 
extracción del agua.
   En la actualidad, esta tecnología es aplicada por tres 
productores de la zona y hay dos ubicados en unidad del INTA Sáenz 
Peña con fines demostrativos.
   El coordinador Sergio Justianovich señaló que "a su vez, la 
población rural presenta dificultades de energía asociadas a la 
vivienda, aspecto que limita las posibilidades de desarrollo", al 
destacar el desarrollo del molino de bajo viento.      
 
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